El principal partido opositor de Birmania, la Liga Nacional por la Democracia (LND), pidió a la ONU que sancione a la dictadura militar si se continúa impidiendo la actividad del parlamento elegido en 1990.
El régimen detuvo esta semana a unos 200 legisladores de la LND y 900 personas en total, y puede producirse un "desastroso enfrentamiento" si el parlamento llega a sesionar, advirtió el miércoles Sein Win, dirigente del partido que asegura ser el legítimo primer ministro electo de Birmania.
Sein Win sostuvo que la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) debe actuar y no solo condenar las violaciones de derechos humanos del régimen.
"Ya no basta con ser prudente y ambiguo sobre el sufrimiento birmano. Si la ONU no adopta una resolución fuerte y activa, creo que el régimen seguirá desafiando al foro mundial como lo hizo en los últimos siete años y la situación en Birmania se agravará drásticamente", declaró.
"El Consejo de Seguridad no tendrá otra opción que imponer sanciones diplomáticas y económicas contra el régimen" si éste sigue impidiendo que el parlamento electo en 1990 sesione, agregó.
La Asamblea General de la ONU adoptó condenas no obligatorias contra Birmania (denominada Myanmar por el régimen) durante siete años consecutivos.
Thaung Htun, representante de la oposición ante la ONU, dijo que el movimiento democrático está "desilusionado" porque no se tomaron medidas enérgicas contra la dictadura.
Rangún continúa deteniendo a manifestantes democráticos y restringió severamente la libertad de movimiento de Aung San Suu Kyi, líder de la LND y premio Nobel de la Paz, agregó Thaung.
Incluso se impidió el ingreso a Birmania de funcionarios de la ONU enviados para verificar la situación de los derechos humanos o reunirse con el régimen militar, como el embajador de Malasia y ex presidente de la Asamblea General, Razali Ismail, recordó.
La ONU debe "imponer un embargo de armamentos contra la dictadura", entre otras sanciones que afecten directamente a Rangún, exhortó Thaung.
Estados Unidos prohibió nuevas inversiones estadounidenses en Birmania y la Unión Europea impuso sanciones económicas contra el régimen en los últimos años.
Pero muchos estados miembros de la ONU no están dispuestos a adoptar medidas ulteriores frente a la disputa entre el régimen militar y la oposición democrática, que consideran un asunto interno.
"Hay quienes les gustaría utilizar a la ONU para interferir en asuntos que conciernen esencialmente a la competencia interna de Birmania", declaró el miércoles el canciller birmano Ohn Gyaw, ante la Asamblea General.
"A estos defensores de un tipo especial de democracia les gustaría utilizar a la ONU para interferir en nuestro proceso político interno", expresó.
El gobierno intenta construir un "estado auténticamente democrático con un sistema económico de mercado", pero pretende que ese estado sea "adaptado a nuestra tradición, nuestra cultura y nuestro carácter nacional", agregó el canciller.
Pero el 17 de septiembre Aun San Suu Kyi señaló por radio que las fuerzas de la oposición ya se erigieron en gobierno de Birmania y pidió que la comunidad internacional lo reconozca bajo la denominación de Comité Representante del Parlamento Popular.
"Apelo a los parlamentos democráticamente electos del mundo para que reconozcan nuestro Comité y apoyen la labor que emprendimos. Los problemas del país sólo se resolverán cuando llegue la democracia a Birmania", dijo.
Ni la Asamblea General ni el Consejo de Seguridad de la ONU indicaron su voluntad de reconocer a la LND como gobierno birmano o de retirar el reconocimiento a la dictadura.
Pero la creciente represión contra los manifestantes democráticos brinda esperanzas a la oposición de que se adopten medidas contra el régimen en el futuro.
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos informó el 25 de septiembre que en Birmania se violan los derechos laborales, y se practica el trabajo forzoso, el reclutamiento militar de menores de edad y el tráfico de mujeres y niños con fines de explotación sexual. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq-mj/ip hd/98
