Más de 30.000 congoleños huyeron de sus hogares y se refugiaron en la ciudad de Gomá, sobre la frontera con Ruanda, tras una serie de combates entre los rebeldes y el ejército de la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire).
"La gente huye de sus hogares en forma masiva", afirmó Kasuku, director de Acogenoki, una organización humanitaria de Gomá que distribuyó 60 toneladas de maíz, frijoles, arvejas y aceite vegetal a los desplazados.
Algunos de los desplazados se reunieron fuera de la oficina de Acogenoki, y otros en los nuevos sitios establecidos para ellos en la localidad. Los más afortunados se mudaron con sus familiares.
"Los que se mudaron con sus familias se han transformado en una carga", dijo Kasuku. "En algunos casos, hay hasta 15 o 20 personas hacinadas en una pequeña vivienda".
La mayoría de los desplazados, como Marigarita, proceden de Masisi y localidades vecinas, en el este del país, bastión de los insurgentes que procuran derrocar al presidente Laurent Kabila.
Marigarita, de 48 años, relató que ella y su familia fueron desplazadas a fines de agosto por milicianos hutus ruandeses y sus aliados de la oposición ruandesa armada Mai Mai, que apoyan a Kabila. Los rebeldes reciben el respaldo de los gobiernos de Ruanda y Uganda.
Marigarita narró el horror que vivieron ella, sus dos hijos y sus vecinos antes de huir a Goma.
"Era todo muy confuso. Vimos muchos extraños en nuestra región, y comenzamos a entrar en pánico cuando se propagó la noticia de que los Mai Mai habían atacado y estaban acompañados por milicias ruandesas interahamwe", dijo a IPS.
Los interahamwe (o "los que luchan juntos", en idioma kinyaruanda) huyeron a Zaire, ahora RDC, luego de matar en Ruanda hasta un millón de tutsis y hutus moderados en 1994.
Lo único que Marigarita recuerda es que ella y sus hijos corrieron hacia los bosques, pasaron la noche allí, y al día siguiente comenzaron su larga marcha hacia Goma, situada a 200 kilómetros de Masisi.
La mujer perdió la cuenta del número de días que estuvieron caminando antes de llegar a Goma, la sede de los rebeldes.
Kanyamacungu, un trabajador de una organización no gubernamental del área de Masisi, afirmó que los interahamwe y los Mai Mai están devastando la región.
"En Masisi se vive una situación dramática", dijo a IPS. "Las milicias están matando gente, violando mujeres, saqueando y quemando casas, y consumiendo el ganado".
Además, los interahamwe y los Mai Mai cobran impuestos al público. Impusieron un gravamen de cinco dólares a cada vehículo y otro de 30 centavos a cada saco de 100 kilogramos de frijoles que pase por su territorio.
El pasado lunes, un convoy de siete camiones que viajaba de Goma a Masisi para comprar frijoles y verduras cayó en una emboscada de los interahamwe y los Mai Mai en Sake, unos 150 kilómetros al noroeste de Goma.
"No incendiaron los camiones, pero destruyeron sus carburadores para que no pudieran moverse", dijo a IPS un socorrista.
"Luego pidieron a los conductores que le dijeran al pueblo de Goma que su objetivo consistía en estrangular a esa localidad matando de hambre a su población por apoyar a los rebeldes", relató uno de los choferes.
En carta abierta a un grupo de líderes africanos, Pierre Sane, secretario general de Amnistía Internacional, sostuvo que las fuerzas de ambos bandos del conflicto violan en forma flagrante las normas internacionales establecidas en la Convención de Ginebra de 1949 y en el primer protocolo adicional.
La carta, fechada el día 2, afirma que soldados de Angola y Zimbabwe que apoyan a Kabila mataron a civiles mediante el bombardeo indiscriminado de suburbios de Kinshasa, en particular en los populosos distritos de Masina, Kimbanseke, Ndjili, Kisangani y Mikonga.
También acusa a la rebelde Asamblea Congoleña por la Democracia, apoyada por tropas de Ruanda, Burundi y Uganda, de ser responsables de la matanza de "cientos" de civiles desde el comienzo del conflicto, el 2 de agosto. (FIN/IPS/tra-en/jbk/mn/ml/pr-ip/98
