El parlamento de Honduras aprobó hoy la privatización de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) en un plazo de ocho meses, en base a los compromisos suscritos con los organismos multilaterales de crédito.
A la privatización se opusieron el opositor Partido Nacional, segunda fuerza del país, y el izquierdista Partido de Unificación Demócratica (UD), que consideraron que la venta de Hondutel, una de las empresas más rentables del país, obedece a presiones de los organismos de crédito.
El debate para aprobar la venta del 50 por ciento de las acciones de Hondutel a un socio estrátegico se prolongó hasta la madrugada de este sábado, luego que los diputados fueran llamados a sesionar de emergencia para discutir la venta de la empresa teléfonica.
El gobierno inició hace dos meses una ofensiva entre los parlamentarios, líderes políticos y representantes de la sociedad civil para subastar Hondutel, una empresa que deja al Estado ganancias anuales de unos 400 millones de dólares.
La privatización de los servicios de agua, luz y teléfono fue exigida por el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Honduras piensa suscribir una carta de intención en octubre, para recibir fondos que le permitan estabilizar su economía y renegociar su deuda externa con los acreedores del Club de París.
La ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, reconoció que la venta de Hondutel era una condición para suscribir la carta de intención con el FMI, congelada desde hace cuatro años, tras incumplir el país centroamericano requisitos sobre los planes de ajuste y la privatización de las principales empresas del Estado.
El presidente de la Cámara Legislativa (parlamento), Rafael Pineda Ponce, dijo este sábado que la aprobación de la venta del 50 por ciento de las acciones de Hondutel permitirá buscar un socio internacional que "conduzca a la modernización de las telecomunicaciones y la mejora de servicios en todo el país".
El socio estrátegico debe "ser un operador de servicios de telecomunicaciones, tener al menos un millón de líneas en servicio, que sus ingresos por operación sean superiores a los 1.250 millones de dólares anuales y que acredite una experiencia de operación por lo menos durante cinco años", añadió.
Sobre el restante 50 por ciento de las acciones, el parlamento acordó dejar cuatro por ciento para los empleados, usuarios e instituciones de previsión social que operan en el país, a fin de permitir una mayor "pluralidad participativa", informó el presidente del Congreso.
Estimaciones preliminares indican que la venta del 50 por ciento de las acciones de Hondutel oscilaría entre 800 y 1.000 millones de dólares, en base a los inventarios hechos en los últimos ocho meses, según la Comisión Privatizadora del Estado.
El asesor presidencial Gustavo Alfaro dijo que los fondos que se obtengan de la venta de la empresa telefónica serán destinados a la amortización de la deuda externa del país, estimada en más de 4.000 millones de dólares, así como a programas sociales en salud, educación e infancia.
La privatización de las empresas estatales ha generado constante polémica en Honduras.
Las presiones para vender Hondutel "son bárbaras y todo apunta que tarde o temprano terminaremos aceptando las teorías de Carlos Marx, en el sentido que cada vez el capital se concentra en pocas manos, en detrimento de la gran mayoría", dijo este sábado el ex presidente José Azcona (1985-1989).
"Yo no soy comunista, pero esas teorías se van confirmando. En mi gestión me negué a aceptar los chantajes de los organismos internacionales de crédito para vender empresas, pero hoy todo apunta que no queda otro remedio, más que ceder y ponernos de rodillas, antes que nos aislen del resto del mundo", añadió.
El gobierno espera concluir en un plazo de ocho meses la venta de Hondutel, para proceder luego a la subasta de las empresas de energía eléctrica y de agua potable. (FIN/IPS/tm/ag/if/98
