Facundo Guardado, que surgió hace casi 20 años en la vida pública de El Salvador como líder de jornaleros pobres y fue luego dirigente guerrillero, tiene ahora posibilidades reales de alcanzar la presidencia.
Guardado, proclamado el domingo candidato del ex insurgente Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), asegura que ganará las elecciones del 7 de marzo porque la población quiere un cambio.
"Nosotros ofrecemos un cambio ordenado", declaró el antiguo comandante guerrillero, de 44 años y cercano a los postulados de la socialdemocracia.
También aseguró que los empresarios no deben temer a un eventual gobierno del izquierdista FMLN, porque la propuesta del partido es de una economía social de mercado, un marco en el que el Estado fijaría reglas claras y justas para la competencia y para las inversiones.
Guardado dijo a IPS que proyecta un gobierno de concertación y de transición a la democracia plena. También reiteró el compromiso de combatir la pobreza, expresado el lunes, un día después de que la convención del FMLN optara por su candidatura.
El ex guerrillero fue elegido en la tercera reunión de la convención del partido y deberá enfrentar a la oficialista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), de derecha, que controla el poder desde antes de la firma de la paz en 1992.
Pero falta todavía otra instancia para confirmar su candidatura. El FMLN negocia una alianza con la Unión Social Cristiana (USC), y los dos partidos irán a las elecciones con una fórmula común a la presidencia y la vicepresidencia.
El peso electoral del FMLN, segunda fuerza política de El Salvador, parece asegurar a Guardado en esa alianza la condición de desafiante del candidato de Arena, Francisco Flores.
Mientras el FMLN y la USC resuelven su coalición, Guardado considera que su partido debe prepararse para gobernar. Arena mantiene una leve ventaja sobre el FMLN en las encuestas preelectorales.
El caballo de batalla del FMLN será, por un lado, su plan contra la pobreza, que Guardado piensa ejecutar "con el apoyo de todas las fuerzas progresistas".
O sea, con respaldo de los sectores populares y cuadros medios profesionales, "de la pequeña empresa, una parte de la gran empresa y todos los partidos de la oposición democrática", explicó.
"En los últimos años se ha hecho uso del poder del Estado para concentrar y reconcentrar el poder económico en pocas manos. El gobierno no ha jugado un papel redistributivo, y se ha privilegiado la actividad especulativa, que enriquece a un grupo pequeño pero empobrece al pais", afirmó.
Como muestra de esa afirmación indicó que la agricultura, una de las actividades más importantes para la generación de ingresos, fue abandonada totalmente, y El Salvador importa hoy la mayor parte de los alimentos.
En cambio, explicó, creció el sector financiero, porque hay 1.200 millones de dólares que llegan anualmente desde Estados Unidos, remitidos a sus familiares por salvadoreños emigrados.
"Movilizar ese dinero es un gran negocio y el Estado no se ha preocupado por lograr inversiones en otros campos del quehacer económico, de manera que haya distribución de la riqueza", agregó.
La capacidad adquisitiva de los pobres depende de las remesas de parientes en Estados Unidos y no de un esfuerzo del gobierno por integrar ese sector al mercado, dijo Guardado.
También señaló que los partidos de oposición con los que buscaría acuerdos para su eventual gobierno disponen de recursos humanos de igual o mayor capacidad que los de la actual administración, para llevar diestramente los asuntos públicos.
Descartó que la falta de experiencia de gobierno pueda conducir al partido y al país, a una crisis económica similar a la de Nicaragua a partir de 1979, cuando asumió el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tomó el poder por las armas.
Guardado dijo que, a diferencia del FSLN, que pasó de la guerra al poder, tras derrocar el régimen de Anastasio Somoza, el FMLN está en la lucha política desde 1994, cuando participó por primera vez en elecciones y se convirtió en la segunda fuerza.
Tres años después, el FMLN triunfó en comicios municipales en la capital y en las principales ciudades, y logró reducir la ventaja que Arena le llevaba en el parlamento a sólo un diputado.
"Es una cuota de poder alcanzada vía elecciones, no por la vía armada", puntualizó.
Esa cuota, agregó, "es es una muestra de la confianza que hemos ganado entre la población. La gente quiere cambio, pero lo quiere ordenado. Si el FMLN hiciera propuestas voluntaristas, irreales, con políticas y mensajes insensatos, no tendría respaldo suficiente para ganar, pero eso no va a pasar".
"?Qué cosas no vamos a hacer? No vamos a llevar a cabo políticas de nacionalización de instituciones del Estado que ya se privatizaron, que sean operantes y que cumplan su cometido", aseguró.
A la vez, indicó, "queremos que haya libre competencia, por eso estamos promoviendo desde el parlamento una ley antimonopólica. Pero el Estado vigilará por la igualdad de oportunidades para todo", dijo.
"Tenemos muchas cosas por hacer. Entre otras cosas, debemos crear un sistema nacional de salud pública, porque sólo 22 por ciento de la población económicamente activa tiene cobertura social", agregó.
Las autoridades que gobernarán desde 1999 al 2004 están obligadas a "sentar las bases de la reorientaciòn de la política y social del pais. Pero esta obra sólo puede ser exitosa si las polìticas son concertadas con el conjunto de sectores que han estado excluidos de las decisiones hasta ahora", advirtió.
El Diario de Hoy divulgó este martes resultados de una encuesta de la firma Gallup según la cual, Arena aumentó de cuatro a cinco puntos su ventaja frente al FMLN en el último trimestre.
De cada cien salvadoreños mayores de edad, 26 aseguran que apoyan a Arena y 21 al FMLN, de acuerdo con la encuesta. Así mismo, 43 por ciento creen que Arena está mejor organizada para gobernar, frente a 14 por ciento que confían en la capacidad del FMLN. (FIN/IPS/mso/ff/ip/98
