Honduras puede lograr la extradición de España del ex militar Billy Joya, requerido por la justicia de este país por crímenes contra los derechos humanos y cuya solicitud de asilo fue rechazada por las autoridades españolas, afirmó una organización no gubernamental.
Ramón Custodio, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), dijo que Joya está en situación delicada, pues, según informaciones de su grupo, el gobierno español pretende "que abandone ese país".
Joya apeló la decisión de las autoridades españolas de negarle asilo político, y el recurso debe ser resuelto en 60 días. "No creo que la justicia española acepte en su territorio a un criminal de guerra como es Billy Joya", dijo Custodio el martes pasado.
El embajador de España en Honduras, Carlos Gómez Mújica, explicó el lunes pasado que su gobierno rechazó la solicitud de asilo de Joya y que éste "puede ser deportado bajo la figura de 'extradición pasiva', por no existir con Honduras un convenio de extradición".
Gómez señaló que esa figura legal es aplicable en el caso de países con los cuales España no mantiene un tratado formal de extradición. Para que proceda, la Corte Suprema de Justicia de Honduras debe solicitar a Madrid la extradición del acusado por medio de la cancillería.
"Una vez hecho este trámite por los canales diplomáticos respectivos, el ex militar puede ser traído a Honduras sin ningún problema, y he comunicado esta alternativa a las autoridades hondureñas para que inicien los trámites del caso", dijo el embajador.
El CODEH informó hace cuatro días haber localizado a Joya en España. El ex militar posee desde hace "algún tiempo" un restaurantre en la ciudad andaluza de Sevilla, explicó Custodio.
Joya integró el grupo paramilitar 3-16, acusado en un informe oficial del asesinato de 187 personas por motivos político- ideológicas en la década de los 80.
Con el seudónimo del "capitán Arrazola", Joya fue enlace del 3- 16 con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y con militares argentinos que instruyeron en métodos de tortura a oficiales hondureños.
La justicia lo acusó de participar en el secuestro en 1982 de seis estudiantes universitarios a quienes libró de la muerte la intervención de grupos humanitarios y presiones diplomáticas.
Joya publicó hace dos años un libro, "BJ: Un rayo de luz en el camino", que fue financiado por las Fuerzas Armadas y en el que confesó su implicacia con el 3-16.
También justificó la "guerra sucia" practicada por el Ejército, como medio de impedir el avance del comunismo en América Central.
En un programa de televisión, Joya pidió perdón por los hechos pasados y anunció que se entregaría a la justicia para ser juzgado por sus delitos. Pero al ser formalmente acusado por la Fiscalía, huyó del país alegando que no creía en la imparcialidad de la ley.
Además de Joya, 13 militares, activos y en retiro, están prófugos de la justicia desde hace tres años. Todos fueron acusados de participar en la represión ilegal de los años 80.
Pero el fundador del 3-16, el general Luis Alonso Discua, ex jefe de las Fuerzas Armadas, es actualmente asesor del gobierno en materias relacionadas con la Organización de las Naciones Unidas y goza de inmunidad diplomática, por lo que no puede ser juzgado.
Custodio informó que el CODEH cuenta con el asesoramiento de abogados españoles para "agilizar" el proceso de la extradición de Joya. (FIN/IPS/tm/ff/hd/98
