DESARME: Fallas en código para exportadores de armas de la UE

La Unión Europea (UE) enfrenta presiones por mayores controles en el Código de Conducta sobre el comercio de armas.

Organizaciones no gubernamentales (ONG) reclaman una política exportadora de armas más ética, afirmando que el Código voluntario está lejos de establecer un sistema transparente y efectivo.

Paul Eavis, director de la ONG con sede en Londres Saferworld dijo que "este es el comienzo, y no el fin, de un proceso, y la clave es que las resoluciones se implementen rigurosa y continuamente", dijo.

La UE anunció el nuevo código el 25 de mayo, y las ONG lo critican por no permitir el escrutinio parlamentario de los acuerdos de venta de armas y la falta de definición sobre lo que constituye una violación de derechos humanos.

Además, gran parte de sus consultas serán realizadas en privado, y sus conclusiones serán secretas.

Los países de la UE acordaron compilar un informe anual sobre exportaciones de defensa y la implementación del Código, pero no hacerlo público o entregarlo a través de sus parlamentos.

Esto es "una verdadera vergüenza, porque eso es lo primero que queremos ver", dijo Geraldine O'Callaghan, del Consejo Británico- Americano de Información de Seguridad (BASIC).

Otro problema es que el código no es de cumplimiento obligatorio, por lo cual los miembros pueden evitarlo, aunque la presión diplomática podría evitar que lo hicieran. También hay un alto grado de flexibilidad en la interpretación de las normas.

El nuevo Código afirma que los 15 miembros de la UE no entregarán licencias de exportación de armas si la exportación viola sanciones o tratados internacionales, como el tratado de Ottawa de 1997 que prohíbe las minas terrestres.

El Código indica también que las licencias no se entregarán si las exportaciones podrían ser utilizadas para la represión interna en el país importador, o prolongar conflictos armados.

Anteriores esfuerzos por imponer el orden moral en el comercio de armas no han dado resultado. La UE introdujo ocho criterios no obligatorios en 1991, pero según la coalición Eurostep, una red de ONG de desarrollo, "tuvieron un impacto nulo sobre las políticas exportadoras dentro de la UE".

Eurostep afirma que la UE es responsable de entre 30 y 40 por ciento de la venta de armas convencionales a los países del mundo en desarrollo.

Muchos de estos países, según Human Rights Watch, son culpables de violaciones de los derechos humanos, como Angola, Burundi, Colombia, Indonesia, Israel, Ruanda, Sudán, Turquía y la República Democrática de Congo.

Grupos guerrilleros en la República Democrática de Congo, Angola, Burundi, Ruanda, Sri Lanka, Sudán y Turquía también recibieron armas de empresas de la Unión Europea.

Los principales abastecedores fueron Estados Unidos y la Federación Rusa, Gran Bretaña, Francia y China, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y también potencias regionales como Brasil, Egipto, Irán, Israel y Sudáfrica, indicó Eurostep.

Human Rights Watch estima que el comercio mundial de armas alcanza unos 31.800 millones de dólares. Estados Unidos participó con 35 por ciento (11.300 millones de dólares), seguido de Gran Bretaña con 15 por ciento (4,8 millones de dólares) y la Federación Rusa, con 14 por ciento.

Además, casi dos tercios de estos acuerdos, por 19.400 millones de dólares, fueron ventas al Sur en desarrollo.

Esta industria multimillonaria es de creciente valor para la UE. El propio Código subraya que los países del bloque "desean mantener una industria de defensa como parte de su base industrial y su esfuerzo de defensa".

"La base de defensa europea se achica porque hay demasiados fabricantes haciendo las mismas cosas", dijo el investigador de Saferworld Steve Shropshire.

La industria de la UE se encamina a una serie de megafusiones que le den el poder para desafiar a los grandes fabricantes de armas de Estados Unidos.

Una política común de exportaciones es una meta de la industria de defensa, ya que las diferencias entre países a menudo dificultan las ventas, dijo Shropshire.

La británica British Aerospace y la sueca Saab fabrican en conjunto el avión de combate Grippen JAS39. Los suecos construyen el cuerpo del avión, y los británicos la cola y las alas.

Pero una decisión de Suecia para permitir que el Grippen se venda en Chile disgustó a Gran Bretaña, mientras Gran Bretaña puede venderlos a Indonesia, que está bajo un embargo comercial sueco.

British Aerospace es el mayor fabricante de armas europeo en términos de ganancias, con 6.400 millones de dólares en 1996.

Thomson de Francia entró en segundo lugar, con 4.680 millones de dólares, seguida de GEC, de Gran Bretaña (4.120 millones), Le Gardere, de Francia (3.290 millones) y DASA, de Alemania (3.250 millones).

Pero incluso las ganancias totales de estos cinco gigantes europeos fueron menores que las del líder del mercado de Estados Unidos, Lockheed Martin, que en 1996 tuvo ganancias de 25.090 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/ns/dds/lp/ip if/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe