ECONOMIA: Lecciones de la crisis asiática, según Krugman

El economista estadounidense Paul Krugman vaticinó hoy ante una multitud de banqueros reunidos en esta capital que las economías del sudeste de Asia podrían recuperarse por sorpresa, como Argentina y México en 1995.

En ese caso, sus activos constituyen hoy una oportunidad de inversión con más de 50 por ciento de potencial crecimiento, pronosticó Krugman, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts.

"Si los países del sudeste asiático demuestran que no van a colapsar, que el capital vuelve lentamente y que van bajando sus tasas de interés, podrían recuperarse mejor de lo esperado como lo hicieron Argentina y México" tras la devaluación mexicana de diciembre de 1994, que desencadenó una crisis globa.

"Esta es una posibilidad razonablemente fuerte, aunque no una certeza", aclaró el académico, al tiempo que destacó que, en caso de que las economías del sudeste de Asia marchen hacia una recuperación, sus activos son hoy una oportunidad de inversión.

Krugman fue el conferencista estrella de la convención de banqueros que inauguró este lunes en Buenos Aires tres días de debates y ponencias luego de la apertura a cargo del presidente Carlos Menem y de los directivos de la Asociación de Bancos de Argentina.

En su disertación sobre "Lecciones de la crisis asiática", el economista estadounidense alertó sobre el mal gobierno de los bancos, y dijo que en Asia el problema fundamental fue que los sistemas bancarios operaban sin supervisión estatal hasta que la burbuja estalló y la crisis se agravó por falta de confianza.

También advirtió sobre los riesgos de capitales de corto plazo.

"Nadie cree que restricciones como las chilenas sean la respuesta perfecta, pero sería una apuesta muy fuerte creer que si los bancos funcionan bien no habrá crisis", advirtió, y aconsejó restringir los capitales de corto plazo para evitar ataques especulativos.

A juicio de Krugman, otra lección que dejó la crisis financiera en Asia es que "el dinero sólido no siempre es una buena idea".

"Después de muchos años de luchar contra la inflación tendemos a creer que si no hay inflación y las tasas de interés son bajas no hay riesgos, y Japón nos está mostrando hoy que no es así", señaló.

"Japón asusta porque es una sociedad rica, compleja, sin inflación y con bajas tasas de interés, pero carece de demanda y si no logra revertir esta tendencia de su mercado al ahorro, puede desembocar en una crisis como la del 30", alertó Krugman.

Para el experto, en Japón las recetas de política monetaria expansiva no dan resultado porque hay cada vez más retirados y menos trabajadores activos, y por eso las tasas de ahorro son muy elevadas.

"Japón tiene un problema de credibilidad adversa. A diferencia de lo que ocurría en Argentina, a ellos nadie les cree que vayan a tener inflación", dijo. Las autoridades no aciertan a generar una expectativa inflacionaria para el mediano plazo, advirtió.

También consideró que la crisis dejó como saldo una revaloración de la democracia.

"La democracia es el mejor garante contra las crisis", remarcó, y puso como ejemplos Corea del Norte y Tailandia, donde autoridades recién electas están llevando a cabo con buen resultado los nuevos programas de recuperación.

En contraste, señaló el caso de Indonesia, adonde la crisis social y política desencadenó este mes una ola de saqueos y rebeliones contra el presidente Alí Suharto que ya dejó como saldo provisorio más de 500 muertos y 30.000 edificios atacados por manifestantes que quieren su renuncia.

Por último, Krugman señaló que a su juicio el Fondo Monetario Internacional (FMI) cometió varios errores al afrontar la crisis en Asia. En primer lugar, exigió a los gobiernos aplicar la receta de ajuste fiscal tradicional, que no era la adecuada.

Por otro lado, falló en el manejo de la crisis, porque al exigir el cierre de bancos no previó las corridas de los depositantes que la acentuaron aun más, y finalmente señaló que se equivoca el FMI si cree que la crisis fue un problema de "valores asiáticos".

Krugman sostuvo que la crisis en Asia, entendida solo como un problema de bancos que operan sin supervisión, podría ocurrir en otros países y de hecho se dio en Chile en 1981, en el estado de Texas, Estados Unidos, ese mismo año, y también en Suecia en los años 80.

Para el economista, la crisis en los países emergentes de Asia fue más explosiva que la de Japón, que está discurriendo lentamente, pero alertó sobre el peligro de que esta economía termine provocando una crisis como la de 1930. (FIN/IPS/mv/mj/if/98

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