El eventual ingreso de Cuba a la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) será este año el eje del análisis político y comercial de esa organización, que nuclea a 11 países de la región.
El Comité de Representantes de Aladi considerará la solicitud del gobierno de Fidel Castro, que fue formalizada el 22 de abril por el embajador cubano en Uruguay, Manuel Aguilera.
Cuba está presente en Aladi desde 1986 como observador, al igual que otras naciones de América Latina y Europa que no integran la organización.
La Habana pretende que la decisión para su ingreso sea tomada en noviembre, durante la reunión del Consejo de Ministros de Aladi. En primer lugar debe obtener el visto bueno del Comité de Representantes que preside el brasileño Arturo Denot Medeiros.
Para que la pretensión de Cuba sea posible, se requiere el voto conforme de ocho de los integrantes de Aladi y ninguna oposición.
Aladi, fundada en 1980, en sustitución de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, está integrada por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, México, Uruguay y Venezuela.
Denot descartó el martes pasado en rueda de prensa la influencia de "presiones externas", en alusión implícita a Estados Unidos, en la decisión de Aladi frente a la solicitud de ingreso de Cuba.
El secretario general de Aladi, el brasileño Antonio Antunes, recordó que 30 por ciento del comercio de Cuba se dirige a los países de América Latina y que no existe un proceso definido para admitir el ingreso del país del Caribe.
Antunes señaló como una ventaja para el resto de la región los progresos logrados por Cuba en materia de biotecnología y vacunas, que dio motivo a una visita a la isla de médicos y empresarios estadounidenses expresamente autorizados por Washington.
"Brasil es partidario de considerar la solicitud de Cuba y para ello hemos comenzado pidiendo un detalle de los acuerdos comerciales" que la isla mantiene con el resto de los integrantes de Aladi, así como detalles sobre su política comercial, dijo.
Cuba mantiene acuerdos de alcance parcial con nueve de los once países de Aladi, una organización que establece preferencias arancelarias regionales y permite la concertación de acuerdos de alcance latinoamericano.
Los pasos a seguir, dijo Denot, son similares a los que deben realizarse para adherir a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Denot puntualizó que la decisión frente a la solicitud de Cuba no debe tomarse en función de consideraciones sobre el sistema político de ese país, pues no están contempladas en el Tratado de Montevideo de 1980, piedra angular de la organización.
Aladi se rige por principios pluralistas y para la admisión de un aspirante sólo se exige que éste forme parte de la región latinoamericana y que manifieste voluntad de adhesión.
"Parecería que ha llegado el momento tantas veces postergado de hacer realidad los sueños de Bolívar, San Martín, Artigas, Martí y tantos otros próceres latinoamericanos", dijo Aguilera en la presentación formal de la solicitud de su país, a la cual accedió IPS.
A juicio del embajador cubano, "se están dando al fin las condiciones para ello. Se ha creado una conciencia integracionista y existe una comprensión generalizada de que el objetivo de la integración no es sólo una hermosa y justa aspiración".
Dijo además que es "una necesidad vital e impostergable para el desarrollo de nuestras economías, la prosperidad de nuestros pueblos y la sobrevivencia de nuestra cultura e identidad latinoamericana en el mundo contemporáneo, globalizado y desigual".
"A nadie debe sorprender que mi país, después de ostentar durante 12 años la condición de activo observados de la Aladi, haya decidido ahora solicitar su adhesión al Tratado de Montevideo", agregó.
El comercio de Cuba con los 11 países miembros de Aladi representó el último año 70 por ciento del intercambio de la isla con el conjunto de América Latina. Argentina, México y Venezuela, integrantes de la organización, figuraron en 1997 entre los 10 principales socios comerciales de Cuba en todo el mundo.
El intercambio comercial entre Cuba y los estados miembros de la Aladi alcanzó en 1997 un valor cercano a los 1.200 millones de dólares.
Como otro de los fundamentos de su aspiración, Cuba destacó ante Aladi el desarrollo de más de 300 asociaciones económicas con capitales extranjeros.
Así mismo, el embajador señaló un proceso de gradual descentralización en el comercio exterior cubano, comenzado con la eliminación del monopolio estatal sobre el área.
Hasta comenzar la actual década había en Cuba sólo 53 entidades autorizadas a realizar operaciones comerciales con el exterior y actualmente existen 302, de las cuales 132 son asociaciones internacionales.
Por otra parte, 570 empresas extranjeras han recibido facilidades del gobierno para abrir sucursales.
"El intercambio comercial externo de Cuba se realiza con apego a la disciplina y normas multilaterales de comercio en correspondencia con nuestra membresía en la OMC", consignó el gobierno cubano en su solicitud de adhesión.
"En este empeño, avanzamos acelaradamente en la adecuación del ordenamiento jurídico cubano, en base a nuestros compromisos con la OMC", agregó.
El gobierno de Castro sostiene que las transformaciones económicas que impulsa han evitado el colapso de la economía cubana, y esta se ha reactivado.
Cuba sólo tiene participación plena en el Sistema Económico Latinoamericano, radicado en Caracas, que coordina acciones entre las naciones de América Latina y el Caribe el campo económico, y en la Asociación de Estados del Caribe. (FIN/IPS/rr/ff/ip if/98
