VENEZUELA: Nuevo recorte de presupuesto por precios del petróleo

El gobierno de Venezuela redujo hoy los gastos en 298 millones de dólares, en el tercer recorte en el presupuesto, forzado por la caída de los ingresos petroleros, y lo acompaño con medidas para aumentar los ingresos tributarios.

La dependencia de la cuarta economía latinoamericana del petróleo evaporó las positivas proyecciones para el año que se tejieron en el ámbito local e internacional, para convertir 1998 en un adiós sombrio en lo socioeconómico para el gobierno de Rafael Caldera, a lo que se suma la incertidumbre electoral.

El ministro de Planificación, Teodoro Petkoff, indicó que los últimos cálculos establecen que los ingresos petroleros, de los que 75 por ciento van a nutrir el fisco nacional, caerán en 4.600 millones de dólares respecto de las previsiones iniciales.

Inicialmente, se proyectó un presupuesto basado en un valor del barril petrolero de 15,5 dólares, que en febrero se bajó a 14 dólares y ahora se llevó un dólar más abajo. El precio puntual del barril venezolano se sitúa en 12,5 dólares y el promedio de lo que va del año en 12,1 dólares.

El ministro de Hacienda, Freddy Rojas, explicó que el nuevo recorte será complementado por medidas para aumentar el ingreso tributario en 1.100 millones de dólares, a fin de cumplir la meta de que los impuestos aporten 61 por ciento de los ingresos.

Los ingresos tributarios adicionales se generarán por diferentes vías, entre las que destacan la eliminación casi total de las exenciones a las tasas a los bienes de consumo y una sobretasa de 15 por ciento sobre los aranceles aduaneros, excepto para los países con los que hay acuerdos de liberalización.

El presupuesto quedó en el equivalente a 20.950 millones de dólares, tras largo y tenso Consejo de Ministros en que ministros políticos y sociales lograron que el recorte fuera unos 30 millones de dólares menos de lo anticipado por Petkoff.

Rojas indicó que al recorte del gobierno central deberá sumarse el que realice el grupo estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), cuyo monto estaría por definirse.

La suma de recortes anteriores del Poder Ejecutivo y PDVSA ascendieron al equivalente a 2.564 millones de dólares, según cifras de Rojas.

Petkoff precisó que la nueva reducción no tocará el llamado gasto social, pero, aunque eso sea cierto en términos nominales, el virtual colapso de los servicios públicos, en especial el de salud, se agravó por la merma de ingresos.

Este miércoles, dos hospitales públicos de Caracas cerraron, y la mayoría de los restantes centros de salud antendían sólo estrictas emergencias, debido a una combinación de carencia de insumos, deterioro de las instalaciones y una huelga del personal obrero.

En tanto, el impacto sobre todos los sectores de la crisis petrolera provocó un repunte del desempleo, que al finalizar el primer trimestre afectaba a 11,7 por ciento de la población económicamente activa, de más de nueve millones de personas.

Los despidos se incrementaron esta semana, para eludir el incremento del salario mínimo, que se elevará 33 por ciento desde mayo, para situarse en 188 dólares, cuando la canasta alimentaria básica cuesta 210 dólares, según cifras oficiales.

La pobreza afecta a casi 70 por ciento de los hogares venezolanos, de acuerdo con datos oficiales, y se asegura que 43 por ciento padecen pobreza crítica y 16 por ciento lo que ha dado en definirse como pobreza atroz.

Desde 1994, cuando comenzó el actual gobierno, la pobreza aumentó 20 puntos porcentuales.

Los 23 millones de venezolanos soportan la inflación más alta de América Latina, y la meta del gobierno por limitarla este año a 25 por ciento se aleja, después de que en 1997 fue de 37 por ciento y en 1996 de 103 por ciento.

En el Congreso se planteó la posibilidad de buscar ingresos adicionales por vía del endeudamiento externo, mientras que los gobernadores de los 22 estados en que está dividido administrativamente el país indicaron que la merma de aportes del Ejecutivo los coloca en una situación ingobernable.

Buena parte de los partidos políticos y de las autoridades municipales y regionales están alarmados ante el efecto que tendrá para sus candidaturas el recorte de ingresos, en un año que debe culminar con elecciones generales.

El petróleo aporta 77 pro ciento de los ingresos por exportaciones, 40 por ciento del presupuesto y entre 22 y 24 por ciento del producto interno bruto (PIB), que se sitúa en 100.000 millones de dólares.

Petkoff advirtió que la aguda crisis en los precios del petróleo impedirá que Venezuela logre este año superávit de cuenta corriente. El saldo positivo fue en 1997 de 5.600 millones de dólares.

La percepción negativa sobre la economía y la incertidumbre electoral provocaron además una ola de compras nerviosas de dólares, que junto con la caída de ingresos redujeron las reservas internacionales en 3.000 millones de dólares en lo que va de año, para situarlas en 15.000 millones.

Rojas y Petkoff confían en que la presión en el mercado cambiario se calme con el nuevo recorte, las medidas para incrementar los ingresos tributarios y los enérgicos desmentidos de que el gobierno recurrirá a la devaluación para equilibrar sus cuentas.

El impulso en las encuestas del ex líder golpista Hugo Chávez aumentó los temores de los agentes económicos internos y externos por el futuro del país, y ha generado un congelamiento de inversiones extranjeras y el traslado de capitales al exterior por un monto no calculado oficialmente.

Venezuela tuvo en 1997 un auspicioso comportamiento económico, tras tres años recesivos, que creó un ambiente de optimismo sobre el último año del gobierno del octogenario Caldera, que en el primer bienio fracasó con su retorno a políticas neopopulistas y de controles.

Ese fracaso lo forzó hace dos años a retornar a la senda neoliberal y buscar un acuerdo con el Fondo Monetario Interncional para ordenar la economía y obtener de nuevo la credibilidad de los inversores extranjeros.

Inicialmente se esperaba que la economía creciera este año al menos un punto más que en 1997, cuando el incremento del PIB fue de 5,2 por ciento. Pero ahora, se anticipa que la economía no crecerá más allá de 2,5 por ciento y que el déficit fiscal estará en torno de tres por ciento, frente al equilibrio previsto en enero. (FIN/IPS/eg/ff/if/98

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