TURKMENISTAN: Frio recibimiento en Estados Unidos

El presidente de Turkmenistán, Sapramurad Niyazov, comienza este martes una visita oficial a Estados Unidos, pero es poco probable que Washington le brinde una bienvenida entusiasta.

Muchos factores explican la frialdad de Estados Unidos, aunque Washington tiene sumo interés en explotar los yacimientos de gas de Turkmenistán, que en 1994 fue el primer estado de Asia central en incorporarse al programa Asociación para la Paz de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El fin del dominio soviético no impedió que Niyazov creara un culto a su personalidad al estilo estalinista. El líder no muestra interés en la democratización de su país, y tampoco demostró celeridad en implementar reformas económicas de libre mercado.

Niyazov también forjó estrechas relaciones con Irán, ignorando los reiterados pedidos en contra de Washington.

Pero, a la vez, la Casa Blanca y las compañías de energía estadounidenses no pueden darse el lujo de ignorar a Turkmenistán.

La república ex soviética, de tamaño similar a España pero con menos de 4,5 millones de habitantes, es rica en combustibles fósiles, sobre todo gas natural, cuyos yacimientos comprobados ocupan el undécimo lugar en el mundo, con 2,9 billones de metros cúbicos.

En enero, sabiendo que Niyazov pretendía que se lo invitara a la Casa Blanca, el gobierno de Bill Clinton pidió algo a cambio, un gesto, al menos, que demostrara su intención de encaminarse hacia la democratización.

A principios de febrero, Niyazov expresó la intención de modificar la constitución para limitar sus propios poderes. El líder prometió celebrar una reunión de altos funcionarios en mayo, para otorgar más autoridad al parlamento y restársela a la presidencia.

Pocas semanas después, Estados Unidos invitó oficialmente a Niyazov a Washington. Pero el líder, luego de haber alcanzado su objetivo, comenzó a evadir sus promesas.

Niyazov declaró que las discusiones sobre la modificación de la Constitución deberían esperar hasta después de las elecciones parlamentarias de diciembre de 1999. Así mismo, un proyecto de cambios del código civil se anunció recién para el siglo XXI.

Niyazov tuvo actitudes similares en el pasado. Para enfrentar las crecientes críticas de Rusia y demás países industrializados, presentó la idea de fomentar una oposición "leal".

Niyazov permitió que el Partido de los Campesinos se registrara en enero de 1994, aunque no contaba con el requisito legal de tener al menos 1.000 miembros en todo el país. A medida que la economía empeoraba, el presidente se aseguró de que el grupo político no prosperara.

Las dificultades económicas de Turkmenistán son el resultado de la abrupta caída de la producción de gas natural. En los últimos años de la Unión Soviética, el país produjo más de 80.000 millones de metros cúbicos de gas por año, de los cuales 70.000 millones se exportaron a las restantes repúblicas de la Unión.

La tendencia continuó hasta después del colapso de la Unión Soviética en diciembre de 1991.

Cuando, por sus propias dificultades económicas, Georgia, Rusia y Ucrania dejaron de pagar el gas que habían importado, Turkmenistán dejó de exportar.

La producción anual descendió a 30.000 millones de metros cúbicos en 1994. Para mantener la economía a flote, el banco central imprimió dinero en forma imprudente, lo que elevó la inflación a 3.000 por ciento.

Turkmenistán recién se está recuperando de la crisis, y la inflación del año pasado se redujo a 60 por ciento.

El gobierno turkmeno no perdió tiempo en explotar la próxima visita de Niyazov a Estados Unidos. Los medios de comunicación estatales ponderaron la invitación de Washington como indicio de éxito y buen augurio para exportar gas a nuevos mercados fuera de la Unión Soviética.

Washington prefiere un gasoducto que se extienda por debajo del mar Caspio hasta Turquía, con el fin de evitar a Irán. Niyazov también expresó una opinión similar. Pero la decisión final corresponde a las empresas de Estados Unidos y otros países.

Si el costo fuera el único criterio, como es probable, entonces la vía turkmena respaldada por Washington será rechazada ya que es la más cara de las opciones posibles.

En el plano político, se espera que Clinton plantee los temas de los derechos humanos y la democracia en Turkmenistán.

El país no hizo mucho para pasar del sistema político de estilo soviético hacia una democracia convencional, según el informe anual de derechos humanos del Departamento de Estado estadounidense, divulgado en enero.

Así mismo, la oposición turkmena sufrió represión y disidentes fueron encarcelados o internados en hospitales psiquiátricos.

La constitución adoptada en mayo de 1992 establece que los poderes legislativo y judicial están subordinados al ejecutivo. Mientras, el culto de la personalidad fomentado por Niyazov, de 58 años, se está convirtiendo en legendario.

Cuando el parlamento le otorgó el premio Héroe del Pueblo Turkmeno en octubre de 1992, los medios de comunicación se dedicaron durante semanas a divulgar cartas de felicitación a Niyazov por sus logros.

Una importante arteria de Ashjabat, con el nombre de Lenin, fue renombrada Niyazov, así como el canal Lenin Karakum, el alma de la zona algodonera.

"Algunos me comparan con Stalin, con su dictadura y su culto a la personalidad. Pero Stalin obtuvo su culto a la personalidad a través de la represión, mientras yo alcancé mi popularidad sin conflictos", declaró Niyazov.

Es poco probable que a Clinton le impresione este tipo de razonamiento. Tampoco le convencerá la teoría de Niyazov de que la importancia estratégica que representa Irán para Turkmenistán exige que ambos países mantengan fuertes vínculos económicos.

Luego de inaugurar el nexo entre la red ferroviaria de Asia central y las vías iraníes en mayo de 1996, Niyazov participó, en diciembre de 1997, en la inauguración de un gasoducto que transportará gas turkmeno al norte de Irán.

Ahora hay planes de suministrar 280.000 barriles de petróleo turkmeno por día a una refinería en Teherán, a través de un oleoducto desde el puerto iraní de Neka, en el mar Caspio. A cambio, Irán venderá la misma cantidad de petróleo a los clientes extranjeros de Turkmenistán.

Se espera que Niyazov afirme ante Clinton que, dadas las difíciles circunstancias de la economía turkmena, es difícil revertir la tendencia de la creciente cooperación económica con Teherán.

En definitiva, Washington tendrá que aceptar lo que Niyazov ofrezca, incluso un último gesto que al Partido Demócrata de Clinton le parecerá un insulto.

Mientras los demás partidos comunistas de Asia central ahora se denominan "socialistas" o "partido del pueblo", Niyazov comenzó a llamar a su propio partido Comunista "Partido Demócrata". (FIN/IPS/tra-en/dh/rj/aq-lp/ip/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe