PANAMA: Apagones causan caos en la economía y en la población

Los apagones programados que comenzaron el martes en Panamá a causa del fenómeno del Niño alteraron la vida cotidiana de la población y amenazan provocar daños irreparables al sector de servicios, predominante en la economía nacional.

A pesar de que el racionamiento fue anunciado con 72 horas de anticipación, la población y las propias autoridades, entre ellas las encargadas de regular el tránsito, fueron tomadas, al parecer, por sorpresa.

Calles bloqueadas por vehículos al apagarse los semafóros, los quirófanos de un hospital estatal paralizados cuando cinco pacientes eran operados, y el cierre de fábricas, comercios y bancos fueron algunas de las consecuencias de las seis horas de racionamiento de electricidad.

La medida se adoptó en virtud del bajo nivel de agua en las represas de las centrales hidroeléctricas de país, donde se produce 60 por ciento de los 12.500 megavatios-hora de consumo, debido a la intensa sequía producida por El Niño.

El Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación (IRHE) realizó en las últimas dos semanas una intensa campaña publicitaria que exhortaba al ahorro voluntario de electricidad, pero no surtió efecto.

El propósito de la campaña era reducir el consumo a 11.500 megavatios-hora para evitar que el nivel de las represas hidroeléctricas bajaran al punto crítico y debieran detenerse, informó el director de esa entidad Fernando Aramburu.

La represa hidroeléctrica La Fortuna, que produce un tercio de la electricidad generada en Panamá en el occidente del país, "se encuentra a solo cinco metros por encima del nivel mínimo", explicó el funcionario.

La represa hidroeléctrica Bayano, ubicada cerca de la ciudad de Panamá, se encuentra aun en peores condiciones al rebasar solo dos metros el nivel mínimo para que puedan funcionar sus turbinas.

Sin embargo, Gonzalo Córdoba, ex director del IRHE, consideró que la causa de los apagones "no radica solamente en el fenómeno del Niño, pues no es un hecho nuevo, sino que se debe en gran parte a la falta de previsión".

Córdoba, que dejó el cargo en septiembre de 1994, explicó que durante su gestión se elaboró "un plan maestro" para la expansión de las centrales de producción hidroeléctrica y térmicas, pero que el mismo fue paralizado hace tres años cuando se planeó privatizar el IRHE.

Una ley promulgada hace poco por el parlamento dividió el IRHE en ocho empresas con el fin de traspasar esa actividad al sector privado.

Córdoba dijo que si se hubiese construido a tiempo la central hidroeléctrica Esti, en el occidente, así como la ampliación de la de Bahía de las Minas, en el litoral del Caribe, no habría sido necesario racionar el servicio.

Mientras tanto, los banqueros y comerciantes de la internacional zona libre de Colón se quejaron del caos sufrido por sus negocios a causa de los apagones.

El presidente de la Asociación Panameña de Bancos, Juan Antonio Niño, se quejó de que los apagones ocurren entre las 15.00 y las 21.00 GMT, en pleno horario regular de atención al público.

A pesar de que la mayoría de las sedes centrales de los 120 bancos que operan en Panamá cuentan con plantas eléctricas propias, las sucursales no tienen esas facilidades y deben cerrar sus operaciones durante los apagones, lo que dificulta la comunicación interna, dijo Niño.

Los comercios e industrias medianas que cuentan con plantas eléctricas portátiles deben invertir entre 3.000 y 4.000 dólares mensuales en combustible para abastecerlas, indicó un portavoz del sector manufacturero.

De acuerdo con estimaciones del Sindicato de Industriales de Panamá, el racionamiento de electricidad provoca pérdidas por unos cinco millones de dólares diarios a la industria y el comercio.

Por su parte, Digna Donado, directiva de la Asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón, sostuvo que el racionamiento de electricidad ocasiona graves perjuicios a los negocios de importación y reexportación de mercancías de ese lugar.

El lunes, a pesar de que no hubo racionamiento programado, en la zona libre no hubo electricidad durante seis horas, el martes, en lugar de a las 15.00 GMT, "la luz se fue desde las primeras horas de la mañana", dijo Donado.

Eso "paralizó cuantiosas transacciones comerciales", afirmó la empresaria.

La zona libre de Colón realiza operaciones de compra y venta de mercancías libres de impuestos por unos 11.000 millones de dólares anuales. (FIN/IPS/sh/mj/en if/98

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