Un histórico acuerdo de paz sobre Irlanda del Norte fue alcanzado hoy con la participación de ocho partidos políticos, los primeros ministros de Gran Bretaña e Irlanda y la mediación de Estados Unidos, poniendo fin a 30 años de violencia en la región.
El jefe de las negociaciones, el senador estadounidense George Mitchell, anunció que habrá cambios en las constituciones de Gran Bretaña e Irlanda para plasmar el principio de que "el pueblo de Irlanda del Norte decidirá sobre su futuro".
Mitchell hizo la declaración al cierre de conversaciones de paz maratónicas que se extendieron durante la madrugada y hasta la tarde de este viernes. El mediador había fijado el plazo de la medianoche de este jueves para poner fin a un proceso iniciado 22 meses atrás.
El acuerdo de paz crea instituciones como la Asamblea de Irlanda del Norte, la cual organizará el autogobierno, con participación de protestantes y católicos, y un Consejo de Cooperación Norte-Sur. Además, se refiere a puntos como el tratamiento de prisioneros y la policía, agregó Mitchell.
El histórico acuerdo pone fin a tres décadas de violencia religiosa y política en que murieron más de 3.400 personas en Irlanda del Norte, la República de Irlanda y Gran Bretaña.
El texto del acuerdo deberá ser aprobado por referendos simultáneos en mayo en Irlanda del Norte e Irlanda, y su puesta en práctica "dependerá de la ayuda del pueblo para que la Asamblea y el Consejo funcionen", agregó Mitchell.
Fuentes del gobierno británico informaron que los partidos políticos participantes en las negociaciones no deberán firmar el acuerdo.
El mediador estadounidense dijo que el pacto se logró "por el liderazgo y el compromiso de (Tony) Blair" (primer ministro de Gran Bretaña).
Bertie Ahern, primer ministro de Irlanda, recordó que la meta final del proceso de paz es la "unión de todo el pueblo de Irlanda, con el consentimiento mutuo".
Los puntos claves del pacto alcanzado este viernes determinan un cambio radical en las relaciones entre Gran Bretaña, Irlanda, y la provincia de Irlanda del Norte, donde el nacionalismo y las religiones protestante y católica se enfrentan desde hace tres décadas.
La Asamblea de Irlanda del Norte, de 108 miembros, deberá gobernar la provincia, de 1,6 millones de personas. No obstente, a la vez deberá cooperar con Irlanda en el Consejo Norte-Sur de legisladores.
El nuevo sistema pondrá fin al gobierno de directo de Gran Gretaña, que hace 26 años abolió un parlamento dominado por protestantes que regía en Irlanda del Norte desde 1921.
El Consejo Norte-Sur es considerado determinante por los católicos del norte, quienes en general favorecen la unificación de Irlanda.
Pero los protestantes lograron que la Asamblea apruebe decisiones tomadas por sus miembros en el Consejo Norte-Sur, mientras los católicos preferían que el Consejo tuviera poderes independientes.
En 1921, Irlanda del Norte fue dividida para formar dos estados independientes para los católicos irlandeses en el sur y los protestantes británicos en el norte.
La minoría católica en el norte, no obstante, creció a casi la mitad de la población, de modo que la mayoría de los partidos optaron por aceptar la necesidad de un nuevo acuerdo constitucional que les otorgue la identidad irlandesa.
El viejo acuerdo permitía un gobierno protestante gobernando a la oposición católica. El sistema entró en crisis en 1972.
Ese año nacionalistas católicos se retiraron del parlamento de Irlanda del Norte en protesta contra las medidas tomadas para detener ataques terroristas del Ejército Republicano Irlandés (IRA), grupo extremista representando a una minoría de católicos y demandando una Irlanda unida.
Los 29 años de terrorismo de grupos protestantes a favor de la unión con Gran Bretaña y grupos republicanos estuvieron marcados por esfuerzos por llegar a un nuevo acuerdo consitutcional. (FIN/IPS/tra-en/mom/mod/rj/lp/ip/98