CUBA: Restos en avión de Bahía de Cochinos caído en Nicaragua

Una misión estadounidense de búsqueda en Nicaragua de los restos de dos pilotos cubanos desaparecidos en 1961 tras la fracasada invasión de bahía de Cochinos a Cuba concluyó tras el hallazgo de restos aún sin identificar.

Bradley Adams, antropólogo del Laboratorio Central de Identificación del ejército estadounidense (CILHI), reveló que se desenterró un número indeterminado de restos humanos y objetos, pero se negó a confirmar si corresponden a los pilotos cubanos.

"Prefiero no especular por respeto a sus familiares. Vamos a llevar lo que encontramos a nuestros laboratorios, en Hawai, y luego prepararemos un informe final de la misión", dijo Adams en una rueda de prensa que brindó el lunes en la embajada de Estados Unidos.

La operación de búsqueda, bajo el código 98-IUN, comenzó el 18 de marzo y concluyó oficialmente el viernes 10. El experto partirá este miércoles a la sede del CILHI llevando los restos descubiertos.

Adams se negó a confirmar en reiteradas ocasiones si los pedazos de manos, pies y otros restos humanos son de los pilotos cubanos Crispín García y Juan de Mata González, tripulantes del bombardero B-26 que utilizó la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) en la fracasada invasión a Cuba.

La Fuerza Aérea de Estados Unidos brindó apoyo logístico a la fracasada invasión a Cuba realizada en abril de 1961 por exiliados opositores a la revolución triunfante en 1959. Los invasores fueron derrotados luego de 72 horas de combate.

García y González pertenecían a una pequeña fuerza de cubanos exiliados entrenados y equipados por la CIA para bombardear Cuba en respaldo a la fuerza que desembarcó en bahía de Cochinos.

El avión que tripulaban en medio de una tormenta se estrelló en las montañas mientras procuraban alcanzar el aeropuerto clandestino del que habían despegado, en la costa atlántica de Nicaragua.

El gobierno estadounidense restó importancia al descubrimiento del avión en noviembre de 1961 y evitó localizar los cadáveres de los pilotos, en procura de minimizar ante la opinión pública su propia participación en la operación militar.

Adams informó que los restos fueron localizados en el área excavada de 800 metros cuadrados alrededor de los restos de un ala del B-26 identificada con las siglas FAR (Fuerza Aérea Revolucionaria de Cuba).

También se descubrieron instrumentos de navegación como brújulas y mapas.

Los restos humanos y los efectos personales fueron localizados el 24 de marzo, apenas seis días después del comienzo de la misión, pero el equipo siguió trabajando hasta el 10 de abril, para "peinar" la zona por completo, informó Adams.

Janet Wininger, hija de un piloto estadounidense derribado y muerto durante la invasión a Cuba, confirmó por su parte que se comunicó con los familiares de los pilotos en el estado de Florida para compartir con ellos las noticias del hallazgo y alentarlos a esperar los resultados finales.

"Trabajé en esto cinco años, y estaré agradecida toda mi vida por los esfuerzos que se realizaron", comentó emocionada Wininger, quien funge de enlace con los familiares de los pilotos.

En abril de 1961, su padre, Thomas "Pete" Ray, junto con otros pilotos de combate del estado de Alabama, se unieron a sus discípulos cubanos.

Ray fue derribado y luego muerto por las tropas cubanas. Wininger logró expatriar sus restos en 1979 y luego se dedicó a apoyar a los familiares de los pilotos cubanos desaparecidos en la selva nicaragüense.

"Para todos, nicaragüenses y americanos, fue una maravilla trabajar en esas montañas, en esta misión humanitaria. Se sentía magia ahí", dijo Wininger.

Los restos localizados, al igual que los objetos hallados en las cercanías, serán llevados a la sede del CILHI en Hawai, donde antropólogos y odontólogos forenses ajenos a la misión de búsqueda tratarán de determinar si se corresponden con los pilotos cubanos.

"Si no podemos hacer una identificación con los huesos y dentaduras, tendremos que practicarles las pruebas de ADN", en el estado de Maryland, explicó Adams. Por lo tanto, "la identificación final podría durar semanas o meses", comentó.

Adams anunció que al concluir este proyecto tendrá que partir a Vietnam y Laos a cumplir misiones similares.

Kevin Whitaker, secretario político de la embajada de Estados Unidos en Nicaragua, negó que la misión pretendiera descubrir las causas del accidente del B-26. "No formaba parte de la investigación. La misión, fundamentalmente humanitaria, era rescatar restos humanos", dijo el diplomático.

Whitaker agradeció el apoyo incondicional a la misión prestado por las autoridades gubernamentales, civiles y militares de Nicaragua.

Las fuerzas armadas nicaragüenses desplazaron a unos 25 efectivos para garantizar la seguridad de los expertos estadounidenses, a pesar de que las relaciones oficiales entre los dos ejércitos están congeladas desde los años 80,

Whitaker reveló que las fuerzas armadas nicaragüenses alertaron en varias oportunidades de la presencia de irregulares armados cerca de las excavaciones, pero el trabajo continuó sin tropiezos.

"No hubo ningún incidente militar", dijo Whitaker.

Esta es la primera misión de rescate de restos humanos financiada que la CIA financia por completo. (FIN/IPS/tra- en/rf/mj/hd ip/98

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