CUBA: La Habana cifra sus esperanzas en Caricom

El empeño de Cuba por reforzar sus nexos económicos y políticos con sus vecinos podría llevarla a convertirse en el Estado miembro número 16 de la Comunidad del Caribe (Caricom).

Las declaraciones en ese sentido de una y otra parte se hacen cada vez más frecuentes y las intenciones volvieron a quedar claras esta semana al final de una visita de ocho días a La Habana del primer ministro de San Cristobal y Nevis, Denzil Douglas.

El presidente de Cuba, Fidel Castro, consideró a los países del área los pioneros en mantener su autodeterminación para romper el bloqueo de Estados Unidos y establecer relaciones con Cuba.

"Nuestro país prioriza las relaciones con los países del Caribe y de modo especial con los de la Caricom", dijo Castro el lunes tras la firma con Douglas de tres acuerdos bilaterales en las esferas de cooperación económica y cinetífica, deportiva y migratoria.

La Habana es uno de los 25 miembros de la Asociación de Estados Caribeños (AEC), un bloque económico con un mercado potencial de 202 millones de consumidores y un producto interno bruto de 508.000 millones de dólares.

También se incorporó a la Asociación Caribeña de Turismo, esfera en la que, según Castro, se abre un nuevo campo de cooperación que permita hacer del Caribe el mejor destino turístico de finales de este siglo.

Por su parte, Douglas aseguró a la prensa el martes que sus colegas del Caribe esperan con ansias una solicitud formal cubana de ingreso al Caricom que permita abrir un proceso que culminaría con la decisión de una cumbre de jefes de gobierno.

De acuerdo con las reglas de la Caricom, tras el pedido de ingreso debe viajar una misión al país solicitante que evalúe sobre el terreno la correspondencia entre las instituciones locales y las de la Comunidad del Caribe.

El ministro cubano de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas, se mostró aun más optimista a su regreso de una reunión de Cariforum, vínculo entre la Asociación de Países de Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP) y la Unión Europea.

La presencia del país en Cariforum es "el inicio de un proceso que puede conducir a que la isla se convierta en el Estado número 16 de la Caricom, lo que sería de nuestro más alto interés", dijo Cabrisas.

El interés de La Habana hacia la Caricom se hizo más evidente este año, en vísperas de la cumbre de América que se celebrará este mes en Santiago y que deberá conducir a negociaciones para el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Cuba es el único país del área excluído del foro americano como requisito establecido por Estados Unidos desde la cumbre de Miami, coherente con la política estadounidense de aislamiento al gobierno de Castro.

Expertos cubanos ven como un serio reto para las autoridades de la isla alcanzar las condiciones para la inserción en la región en caso de se llegue al ALCA y de que entre en vigor un acuerdo multilateral de inversiones.

En esta coyuntura, Cuba pidió su entrada a la ACP en marzo pasado y solo espera una invitación para hacer su solicitud formal para de entrada a Caricom, entidad con la que mantiene una comisión conjunta desde 1992.

El ingreso en la ACP le permitiría a la isla obtener condiciones favorables en su intercambio con la UE, posibilidad actualmente excluida pues las negociaciones para un acuerdo con la UE se encuentran paralizadas por cuestiones políticas.

Cuba es el único país latinoamericano que no tiene un acuerdo marco de cooperación con la UE y su negociación está condicionada a la realización de reformas del sistema político cubano, incluida la convocatoria a elecciones libres.

Pero a través de la ACP La Habana podría beneficiarse con generosos acuerdos que la UE ofreció a sus antiguas colonias de Africa, el Caribe y el Pacífico, incluido el tratamiento preferencial para exportaciones consideradas vitales como azúcar, ron, arroz y banano.

Además de un mercado y un precio fijo para su azúcar, el gobierno de Castro encontraría un esquema donde insertarse que excluye a Estado Unidos, lo cual no quiere decir que esté totalmente fuera de su influencia.

En agosto de 1997, los países de la Cuenca del Caribe se vieron en la necesidad de enviar a la Casa Blanca una carta de rechazo a un proyecto de ley que pretendía aplicar sanciones contra los países caribeños que tuvieran lazos comerciales con Cuba.

La propuesta incluía la eliminación de la asistencia económica y el trato preferencial a los participantes de la iniciativa de la Cuenca del Caribe, auspiciada desde mediados de los años 80 por Washington, si estos le ofrecen un puesto a Cuba en la Caricom.

La secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Madeleine Albright, se reunirá este mes con sus pares de la Caricom, el primero de una serie de intercambios anuales previstos para dar seguimiento a un plan de acción bilateral acordado el pasado año.

Es de esperar que Cuba esté presente de una manera u otra en la agenda de la reunión pues se trata, además, de un problema planteado Albright, una de las más fuertes defensoras del mantenimiento de la política de mano dura hacia la isla. (FIN/IPS/da/mj/ip if/98

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