Los empresarios extranjeros se mueven en México como el pez en el agua, pero los que visitan el estado de Chiapas o van allí como periodistas enfrentan dificultades y corren riesgo de expulsión, según múltiples denuncias.
Las acusaciones son falsas e injustas, pues el gobierno garantiza los derechos de todos los extranjeros que cumplan con las normas migratorias y de ninguna manera alienta la xenofobia o pone trabas a quienes visitan el país o pretenden trabajar en él, responden portavoces oficiales.
La Asociación de Corresponsales Extranjeros (ACE) puso este jueves un nuevo eslabón en la cadena de críticas y réplicas del gobierno de Ernesto Zedillo generada las últimas semanas en relación con el asunto, luego de que autoridades migratorias expulsaron a ocho extranjeros de Chiapas.
Funcionaros del Instituto Nacional de Migración (INM) se reunieron con la directiva de la ACE para aclarar una denuncia que presentó el martes el presidente de la Asociación, Eloy Aguilar.
Aguilar afirmó que el gobierno obstaculiza la llegada de enviados especiales de medios internacionales y exige a periodistas extranjeros residentes que informen sobre sus desplazamientos en territorio nacional, en especial si pretenden viajar a Chiapas.
Según el INM, lo dicho por Aguilar en base a lo sucedido a un periodista de la agencia de noticias estadounidense Associated Press es totalmente falso.
El gobierno aseguró a la ACE, organismo que reúne a alrededor de 90 medios internacionales, que no hay ninguna intención de dificultar el trabajo de los corresponsanles extranjeros y dijo que garantizará su trabajo sin ningún tipo de condiciones o trabas.
En México hay "una exacerbación artificial de ánimos chauvinistas y xenófobos peligrosamente vecinos de la tentanción de aplicar contra los extranjeros medidas autoritarias e inapelables", sostuvo el escritor Carlos Fuentes.
El asunto se ubicó en los primeros planos luego de que el gobierno de Zedillo expulsó en los dos últimos meses a varios extranjeros del estado de Chiapas con el argumento que realizaban actividades prohibidas para su calidad migratoria.
Uno de los expulsados, que luego denunció haber sido detenido como delincuente, fue el sacerdote francés Jean Chanteau, quien trabajo más de 30 años con grupos indígenas del estado sureño, lugar donde la guerrilla zapatista tomó poblados y caminos rn enero de 1994.
En los dos últimos años llegaron a Chiapas 80.000 extranjeros, de los cuales fueron expulsados 200 por haber ingresado como turistas y realizar tareas políticas u de observación, indicó Armando de Luna, coordinador jurídico y de control de inmigración del INE.
No se están cerrando las puertas a los extranjeros y "se está malinterpretando las expulsiones", expresó.
"Estoy seguro de que si revisáramos las estadísticas de todos o casi todos los países nos daríamos cuenta que año tras año sucede los mismo, se da la entrada a un número de personas y a quien no cumple con las normas se le pide que salga", dijo.
La supuesta intolerancia que el gobierno tendría hoy contra los extranjeros permeó hacia algunas comunidades indígenas de Chiapas vinculadas con el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
"Nuestra posición es no dejar entrar a ningún extranjero, porque nada más dan ayuda a los zapatistas", declaró Mariano Arias, funcionario municipal de la comunidad de Chenalhó y militante del PRI.
Si las autoridades no impiden el ingreso de extranjeros "entonces nosotros empezaremos a sacarlos con nuestras propias manos", advirtió.
Con 17 millones de visitantes al año, cinco por ciento de las 340 millones de personas que viajan al año en el planeta, México es uno de los 15 destinos turísticos preferidos en el mundo y uno de los países donde llegan más extranjeros para trabajar, refugiarse, realizar tareas de observación o invertir.
Organizaciones humanitarias y partidos políticos de oposición aseguran que las autoridades persiguen en especial a los extranjeros que realizan labores de solidaridad u observación en Chiapas, mientras abren las puertas y otorgan todos los beneficios a los empresarios.
Alentar la inversión extranjera es una de las prioridades del gobierno. En todas las medidas económicas que se adoptan y en los discursos de funcionarios siempre se destaca el interés de atraer o mantener la presencia de los inversionistas. (FIN/IPS/dc/mj/hd/98
