El gerente general del Banco Central del Ecuador (BCE) y el presidente de la Junta Monetaria de este país andino presentaron su renuncia hoy, un día después de devaluar la moneda nacional, el sucre, frente al dólar.
El presidente de Ecuador, Fabián Alarcón, "nos retiró el apoyo por completo", explicó Danilo Carrera, presidente de la Junta Monetaria, al informar a la prensa las razones de su renuncia.
La misma situación motivó la renuncia del gerente general del BCE, Fidel Jaramillo, que en la tarde del miércoles anunció una devaluación del sucre de 7,5 por ciento mediante la recalibración de las bandas de flotación cambiaria.
"Fue una medida que va contra las aspiraciones del gobierno", pues afecta "a diversos sectores de la economía", sostuvo Alarcón, al considerar que la decisión de las autoridades monetarias perjudica también al Estado, que mantiene fuertes deudas en dólares.
El Congreso unicameral de Ecuador rechazó el martes una propuesta del Poder Ejecutivo para elevar de 10 a 14 par ciento el impuesto al valor agregado (IVA) y exceptuar a algunos productos de este tributo.
El aumento en la recaudación tenía como objetivo cubrir buena parte del déficit fiscal que enfrenta el Estado y que asciende a 1.250 millones de dólares, equivalente a siete por ciento del producto interno bruto (PIB).
La resolución parlamentaria, según Jaramillo, produjo un desequilibrio en el mercado de divisas, por lo que fue necesario optar por la devaluación para evitar un colapso.
Para el BCE, con esta disposición los niveles inflacionarios llegarán a 32 por ciento anual, en lugar del 25 por ciento que se tenía estimado, "pero se evitará que se disparen más allá", apuntó Jaramillo.
El nuevo piso de la banda cambiaria, espacio en que fluctúa el precio del dólar estadounidense, se ubicó en 4.750 sucres y el techo en 5.250 sucres por dólar.
La brecha fiscal es producto de la baja del precio internacional de petróleo y de la prolongada presencia del fenómeno climático del Niño.
"La reacción de las autoridades monetarias fue rápida y oportuna", manifestó Iván Andrade, ex ministro de Finanzas en el gobierno conservador de Sixto Durán Ballén (1992-1996).
Con la devaluación se provoca una inflación "se puede controlar", pero "mantener la antigua banda hubiese significado un verdadero peligro de hiperinflación", según Andrade. (FIN/IPS/mg/mj/if/98
