CHINA: Prensa oficial preocupada por crisis en Corea del Norte

China sigue de cerca la crisis de Corea del Norte, afectada por la escasez de alimentos, aunque en los últimos años Beijing demostró mayor interés en la prosperidad económica de Corea del Sur.

En los últimos días, la prensa oficial china rompió su habitual silencio sobre Corea del Norte, con artículos sobre las preparaciones de guerra de Pyongyang y su temible hambruna.

"Las sirenas aéreas suenan con frecuencia en Pyongyang, la atmósfera es bastante tensa", se leyó en un artículo de primera plana del diario Juventud China. "¿Por qué Corea del Norte anunció la repentina movilización para la guerra?", preguntó otro, en el Noticias Vespertinas de Yangcheng, esta semana.

La renovada atención refuerza la percepción de que la calamitosa situación alimentaria de Corea del Norte se aproxima al desastre, si es que ya no lo es.

Desde que Beijing y Seúl reestablecieron relaciones diplomáticas en 1992, China descuidó a su vieja amiga estalinista de Corea del Norte por el socio comercial más próspero y prometedor del Sur.

Desde entonces, Beijing mantuvo silencio sobre la tragedia que se desarrolla a su puerta, aunque Corea del Norte pasa por un cuarto año consecutivo de grave escasez alimentaria y hambruna en cámara lenta que amenaza a sus 21 millones de habitantes.

Pero ahora las cosas parecen haber empeorado. En un acto de sinceridad poco habitual, Pyongyang declaró a principios de mes que para fines de marzo se habrán terminado las 167.000 toneladas de granos que tiene en reserva.

La ración de granos por habitante se redujo de 300 gramos diarios el año pasado a 200 gramos en la actualidad, añadió.

El día 13 de este mes, la cancillería norcoreana asombró al mundo con el anuncio de la "movilización de época de guerra" del país debido a la situación sin precedentes a la que se enfrenta.

El anuncio, divulgado en China por la agencia de noticias Xinhua, se refirió a las serias dificultades económicas por las que atraviesa Corea del Norte, y apuntó al incremento de la "amenaza militar extranjera". "Sentimos una ansiedad absoluta", añadió la declaración.

El momento en que surgieron ambos anuncios, de sorprendente contraste con la reserva habitual de Pyongyang, es significativo. Los dos se emitieron días antes de varias reuniones importantes.

El 16 de marzo se inició la segunda ronda de negociaciones entre las dos Coreas, Estados Unidos y China, esta semana se reanudaron las conversaciones entre las organizaciones de la Cruz Roja de ambos territorios coreanos y, quizá lo más importante, el 30 de abril está previsto en Ginebra un encuentro de donantes.

Pero si el objetivo de Pyongyang fue influir sobre las negociaciones entre los cuatro países, sus esperanzas se esfumaron.

Las negociaciones, comenzadas el año pasado para formalizar el tratado de paz de la guerra de Corea (1950-1953), concluyeron por segunda vez sin resultados.

El principal mediador chino, Chen Jian, dijo que las dificultades surgieron de ambas partes. Un punto clave fue la insistencia de Corea del Norte para incluir en la negociación el retiro de 37.000 soldados que Estados Unidos mantiene en Corea del Sur, algo considerado prematuro por Washington y Seúl.

Pero Chen añadió que las "negociaciones son mejor que nada". Los magros resultados moderaron las elevadas expectativas que había antes del encuentro debido a que, en febrero, había asumido la presidencia de Corea del Sur el disidente Kim Dae Jung.

Un comentario del diario Noticias Vespertinas de Yangcheng afirmó que Corea del Norte tuvo la "necesidad" de declarar el estado de guerra para presionar a Corea del Sur y Estados Unidos.

La administración del presidente estadounidense Bill Clinton, que anunció hace poco el envío de 200.000 toneladas de granos para el Norte, aún mantiene un embargo económico contra Pyongyang, que data de los años de la guerra de Corea.

"Al anunciar las preparaciones para la guerra, Corea del Norte quiere recordar a Corea del Sur y Estados Unidos que deben cumplir sus promesas. Una vez que la situación de la península coreana se deteriore, también habrá dificultades" para Seúl y Washington, advirtió el comentario.

Muchos esperan que el proceso de reunificación entre el Sur y el Norte pueda avanzar gracias a la propuesta de Kim de reanudar los lazos con Pyongyang.

Una cuestión esencial es si Seúl y Pyongyang podrán mantener conversaciones directas que sustituyan la actual mediación entre los cuatro países. Tanto el Norte como el Sur insisten que están listos para comenzar este tipo de negociación.

El gobierno de Kim ya declaró que será más pragmático que sus antecesores. "Antes que nada, el gobierno separará la política del comercio y revitalizará la cooperación económica entre el Sur y el Norte", declaró el Ministerio de Unificación.

Pero Corea del Sur se enfrenta a su propia crisis económica y depende del rescate financiero del Fondo Monetario Internacional por lo que Seúl no puede satisfacer las esperanzas de ayuda de Pyongyang.

El gobierno sudcoreano anunció este mes que aportará 50.000 toneladas de granos a las 650.000 toneladas que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicitó para Corea del Norte.

Nadie sabe con exactitud cuántos norcoreanos murieron desde que la crónica escasez alimentaria se convirtió en catastrófica hace cuatro años.

Una investigación realizada por el monje budista sudcoreano Pomnyun, líder del Movimiento Coreano Compartir, calculó que los muertos en los últimos dos años suman entre dos y tres millones de personas.

Una cantidad similar podría morir este año, predice la investigación, porque a Pyongyang se le están agotando las reservas de granos, lo que convierte a Corea del Norte en el escenario de una de las "peores tragedias" de fines del siglo XX.

A pesar de la atención que Corea del Norte recibe en la prensa china, comentarios como el del diario Noticias de Yangcheng no se atrevieron a mencionar el temor de China ante la posibilidad de que la crisis de la vecina Corea del Norte la inunde con refugiados.

Así mismo, China es el único de los cuatro estados en las conversaciones de paz que no respondió aún al pedido de ayuda alimentaria de la ONU, aunque sus depósitos están hinchados de alimentos por las abundantes cosechas de los últimos tres años.

"Puedo decir con toda responsabilidad que, incluso si sufrimos desastres naturales en los próximos dos años, aun tendremos granos suficientes para todos", aseguró la semana pasada el primer ministro chino Zhu Rongji. (FIN/IPS/tra-en/ab/js/aq-lp/ip/98

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