CHILE: Fuertes cuestionamientos a feria aeronaútica internacional

La décima Feria Internacional del Aire y el Espacio (Fidae 98) fue inaugurada hoy por el presidente de Chile, Eduardo Frei, en medio de fuertes cuestionamientos de la comunidad y grupos pacifistas y ambientalistas.

La contaminación acústica provocada por los vuelos demostrativos de modernos aviones, así como la exhibición y venta de armamentos aéreos, son los principales puntos conflictivos de la muestra que organiza la Fuerza Aérea de Chile (FACH).

La campaña contra Fidae 98 fue iniciada por ecologistas y pacifistas y desde el último fin de semana se sumaron a ella pobladores del municipio santiaguino de Cerrillos, donde se ubica el aeropuerto del mismo nombre, sede de la feria.

La Fidae es la mayor exhibición y rueda de negocios para la aviación civil y militar de América Latina y una de las más importantes del mundo. En esta décima feria se exhiben aviones por un valor de 2,5 millones de dólares.

En la muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo domingo, participan 335 empresas, que presentan aeronaves y toda la gama de productos de equipamiento y apoyo de la aeronavegación, así como algunas tecnologías espaciales.

La primera versión de Fidae se realizó en 1980, con motivo del aniversario número 50 de la FACH, y su éxito llevó a esta rama castrense a plantearse su realización bianual, como salón de exposición y rueda de negocios.

Desde su origen, la Fidae permitió promover la exportación de aeronaves de entrenamiento, así como de bombas aéreas y otros armamentos que se comenzaron a fabricar en Chile como respuesta a la Enmienda Kennedy de los Estados Unidos.

Esa norma, promovida por el senador Edward Kennedy, se tradujo durante los años 80 en el embargo a los suministros de equipos bélicos para fuerzas armadas latinoamericanas implicadas con gobiernos violadores de los derechos humanos.

La enmienda se aplicó a Chile con particular énfasis, debido al asesinato en Washington en 1976 del ex canciller Orlando Letelier, en un atentado terrorista cometido por los servicios represivos de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

El propio Pinochet, que desde el 11 de este mes es senador vitalicio, ha dicho que la Enmienda Kennedy fue positiva para las Fuerzas Armadas, que diversificaron sus fuentes de suministro de armas y crearon una industria nacional de equipos bélicos.

La Fidae fue marcada desde sus orígenes como una vitrina para la venta de armamentos, en especial de las bombas de racimo que fabricaba el empresario chileno Carlos Cardoen, muy usadas por Iraq en su guerra contra Irán (1980-1988).

El Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales y el Instituto de Ecología Política, así como la Red Nacional de Acción Ecológica, reactualizaron este año las impugnaciones al carácter armamentista de Fidae.

Estas organizaciones no gubernamentales cuestionaron a la feria por la venta de equipos bélicos y también por la contaminación acústica que causan los vuelos de exhibición de aeronaves militares y civiles desde el aeropuerto de Cerrillos.

El coronel Ricardo Klimma, director ejecutivo de la feria, se reunió la semana pasada con los grupos pacifistas y ambientalistas, en una actitud sin precedentes en Chile que demuestra el peso alcanzado estas organizaciones en la opinión pública.

Klimma señaló a los dirigentes que 72 por ciento de la Fidae 98 está destinado a tecnología para la aviación civil y solo 28 por ciento a fines de Defensa, y también aseguró que se adoptaron resguardos ambientales para la feria.

El coronel de la FACH indicó que en conjunto con la Comisión Nacional del Medio Ambiente se tomaron medidas para limitar los tiempos de los vuelos de exhibición y disminuir dentro de lo posible la contaminación acústica.

Los grupos pacifistas y ecologistas insistieron en la necesidad de trasladar la feria lejos de centros poblados y el viernes presentaron ante los tribunales un recurso de protección contra la Fidae.

La acción judicial, que aún no fue saldada por el Poder Judicial, se fundamenta en disposiciones de la Constitución en vigencia desde 1980, que consagra el derecho de los chilenos a vivir en un ambiente libre de toda forma de contaminación.

A las protestas de las organizaciones no gubernamentales se sumaron el fin de semana los vecinos del aeropuerto de Cerrillos, quienes denunciaron destrozos de vidrios en sus viviendas y daños a la salud de las personas a raíz de los vuelos en Fidae.

La contaminación acústica y los estados de "shock" a consecuencia del ruido, sobre todo en niños que lloran al escuchar el estruendo de aviones supersónicos de combate, son los principales daños en las personas.

Las víctimas de esta situación son familias de bajos ingresos que habitan en las barriadas que rodean el aeropuerto de los Cerrillos, situado en el área suroeste de Santiago.

"Esto viola los derechos de las personas, puesto que la contaminación acústica está penada por la ley. Por muy humilde que sea la gente aquí, todos tenemos los mismos derechos de tener por lo menos tranquilidad en nuestra casa", dijo Claudia Sanhueza, vecina del sector.

El coronel Klimma señaló que por ahora no está planteado el cambio de sede de Fidae, pese a que existiría otro sitio alternativo para la muestra en las cercanías del aeropuerto internacional de Pudahuel, en un área menos poblada. (FIN/IPS/ggr/mj/en hd ip/98

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