AMBIENTE: EE.UU. condiciona ratificación de protocolo de Kioto

El presidente estadounidense Bill Clinton, enfrentado a la oposición republicana en el Senado, no pedirá al Congreso que ratifique el protocolo sobre la reducción de las emisiones de gases invernadero, confirmó hoy un alto funcionario de Washington.

Stuart Eizenstat, subsecretario de Estado para Asuntos Empresariales y Agrícolas, informó que el tratado no se presentará al Senado para su ratificación hasta que determinados países en desarrollo se comprometan a una "participación significativa".

El protocolo de la Tercera Conferencia de Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en Kioto en diciembre, compromete a 38 países industrializados a reducir casi seis por ciento sus emisiones de gases contaminantes entre los años 2008 y 2012 con respecto a 1990.

Estados Unidos pretende que algunos países en desarrollo y de industrialización reciente como Brasil, Corea del Sur, China, India y México también realicen reducciones similares.

Sin embargo, es improbable que ello suceda antes de la cuarta conferencia de partes, que se celebrará en la capital de Argentina el próximo noviembre.

Antes de esa fecha, Washington realizará una "campaña diplomática para que las naciones en desarrollo se adhieran al esfuerzo de reducción de los gases invernadero", anunció Eizenstat.

"Si ustedes no hacen su parte, no habrá tratado", será el mensaje de Estados Unidos a esos países, agregó el subsecretario.

El protocolo será puesto a la firma por un año a partir del 16 de marzo, y entrará en vigor luego de ser ratificado al menos por seis países industrializados que representen 55 por ciento del total de emisiones de gases invernadero en 1990.

El principal negociador sobre asuntos climáticos de Washington, que brindó testimonio ante escépticos legisladores de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, anunció que Clinton firmará el tratado entre el mes próximo y marzo de 1999.

La audiencia de este miércoles fue la primera en que se interrogó a funcionarios de gobierno sobre los motivos por los que aceptaron el protocolo.

Los republicanos y aun algunos demócratas se oponen al acuerdo argumentando que podría perjudicar gravemente las perspectivas nacionales de desarrollo económico y colocar a Estados Unidos en desventaja con respecto a países en desarrollo que no se comprometieron a reducir sus emisiones.

La mayoría de los climatólogos creen que los gases invernadero (derivados principalmente de la quema de combustibles fósiles) son responsables del recalentamiento del planeta.

Un panel internacional de científicos predijo en 1995 que la temperatura promedio del mundo podría aumentar entre uno y 3,5 grados durante los próximos 100 años, con catastróficas consecuencias como el aumento del nivel del mar.

Aunque los científicos se niegan a confirmar tendencias en base a los datos de un año, el hecho de que 1997 haya sido el año más caliente de que se tenga registro y de que nueve de los últimos 11 años hayan fijado nuevos récords de temperatura sustentan la hipótesis de que los gases invernadero están alterando el clima mundial.

El protocolo de Kioto representa el primer esfuerzo hacia un tratado obligatorio para reducir las emisiones de gases contaminantes. El objetivo fijado en el acuerdo obliga a Estados Unidos a reducir sus emisiones en tres por ciento en términos reales, explicó Eizenstat.

Pero aun ese objetivo enfrenta una dura oposición, en especial de grandes compañías de petróleo, gas y carbón, que incluso antes de la conferencia de Kioto invirtieron millones de dólares en una campaña publicitaria contra cualquier acuerdo que no obligara a países en desarrollo a reducir sus emisiones.

Al mismo tiempo, el Senado aprobó una resolución, por 95 votos contra 0, que exhorta al gobierno a no firmar ningún acuerdo que pueda perjudicar la economía nacional o no comprometa a naciones en desarrollo a limitar sus propias emisiones.

Eizenstat anunció que el gobierno presionará en primer lugar a países como México y Corea del Sur, que ya se incorporaron a instituciones occidentales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, y a Argentina, que está por incorporarse.

Así mismo, serán objeto de los esfuerzos de Washington países en rápida industrialización cuyas emisiones de gases invernadero se acercan al nivel de economías desarrolladas, como China, India y Brasil, agregó. (FIN/IPS/tra-en/jl/ml/en/98

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