La política noruega Gro Harlem Brundtland, elegida hoy nueva directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), prometió ocuparse de los países en desarrollo, donde se concentra 90 por ciento de las enfermedades.
En un anticipo de su programa, Brundtland dijo que el objetivo de la OMS de asegurar la salud para todos en el mundo sólo se puede conseguir a través de la lucha contra la pobreza.
Durante la campaña previa a la elección y en la conferencia de prensa posterior, la médica noruega vinculó en todo momento los problemas de la salud con los económicos y sociales relacionados con el desarrollo.
Los efectos indeseables de la globalización, dijo, perjudican a los grupos más vulnerables y corresponde al sector público compensar ese daño.
Pero Brundtland estimó que "la globalización llegó para quedarse". En consecuencia, dedujo, sería muy triste creer que la globalización impide luchar contra la pobreza.
Con ese discurso, la candidatura de Brundtland había sido sostenida por una mayoría de países industrializados, incluida la expresa adhesión del gobierno de Estados Unidos.
Brundtland obtuvo el apoyo de 18 de los 32 miembros del Consejo Ejecutivo de la OMS, que someterá su nombramiento a la aprobación de la Asamblea Mundial de la Salud, en mayo.
La elección se resolvió en la tercera votación secreta. El director de la Organización Panamericana de la Salud y candidato del bloque regional, George Alleyne, de Barbados, tuvo 10 votos. Los cuatro restantes fueron para el indonesio Muchtar Rafei Uton, director regional de la OMS en Asia.
En las votaciones iniciales quedaron descartados los demás candidatos, la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, Nafis Sadik, y el delegado regional de la OMS en Africa, el gambiano Ebrahim Malick Samba.
De los cinco postulantes, Brundtland era la única ajena al sistema de la Organización de las Naciones Unidas, aunque cuenta con una larga experiencia internacional en las ramas del medio ambiente y, precisamente, de la salud.
La política socialdemócrata noruega alcanzó renombre fuera de su país cuando presidió, a partir de 1983, la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Ese organismo, conocido comúnmente como la "Comisión Brundtland", acuñó el concepto de "desarrollo sostenible" y realizó aportes significativos a la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro, de 1992.
La directora electa de la OMS desempeñó funciones públicas en el área de salud del gobierno de Noruega antes de acceder, en tres ocasiones, a la jefatura de gobierno del país escandinavo.
Brundtland espera asumir sus funciones el 21 de julio y ya adelantó que su primer objetivo será lograr que los gobiernos coloquen la salud de los ciudadanos a la cabeza de las prioridades políticas.
La ex primera ministra noruega dijo que concibe a la salud como una categoría inseparable del desarrollo humano y anticipó que la OMS respaldará a las autoridades nacionales en su aplicación de programas sanitarios.
La OMS tendrá que influir ante los gobiernos para que tomen en serio la cuestión de los servicios primarios de salud.
Brundtland estimó que la mejor forma para presionar a las autoridades nacionales será la aplicación del principio 20/20, que obliga a invertir recursos del gobierno en programas sociales en un porcentaje similar al que se recibe de la cooperación internacional.
La acción sanitaria se orientará hacia la lucha contra las viejas y nuevas enfermedades, anticipó la funcionaria, que previno ante el avance de las dolencias transmisibles.
La experta noruega anunció que se propone trabajar en contacto estrecho con las organizaciones no gubernamentales y con otras agencias internacionales, en especial con el Banco Mundial y con el Fondo Monetario Internacional.
Brundtland sucederá al actual director general de la OMS, el japonés Hiroshi Nakajima, que concluirá en julio su segundo mandato de cinco años. (FIN/IPS/pc/dg/ip-he-pr-dv/98