La incertidumbre en torno de una posible acusación constitucional contra el ex dictador Augusto Pinochet aumentó hoy en Chile, luego de que 12 diputados de la oficialista Democracia Cristiana calificaran la iniciativa de "justa pero ineficaz".
Los diputados se anticiparon así a la decisión que debe tomar el lunes el Consejo Nacional del Partido Demócrata Cristiano (PDC) en torno de la acusación promovida por otros parlamentarios de esa colectividad y de otras fuerzas oficialistas.
El presidente Eduardo Frei, militante del PDC, anunció también su rechazo a la acusación constitucional, con la cual se buscaría bloquear al menos temporalmente la llegada del ex dictador al parlamento como senador vitalicio.
Pinochet, que encabezó una dictadura de extrema derecha entre septiembre de 1973 y marzo de 1990, se propone hacer uso de una norma constitucional creada por él mismo para convertirse en senador vitalicio una vez que deje la jefatura del ejército.
La llegada al Senado del general de 82 años, que mantuvo clausurado el Congreso y es responsabilizado políticamente por masivas violaciones de derechos humanos, tiene la oposición de un amplio espectro de organizaciones políticas, sociales y humanitarias.
La acusación podría ser aprobada en la Cámara de Diputados, donde la coalición oficialista tiene 70 de los 120 sillones, pero con toda certeza será rechazada en el Senado por la mayoría de derecha que controla esa rama legislativa.
Versiones extraoficiales señalan que Pinochet entregaría la jefatura del ejército al general Ricardo Uzurieta el 26 de este mes, para jurar al día siguiente como senador en la sede del Congreso en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago.
La Cámara de Diputados se reunirá el próximo miércoles en una sesión especial para "analizar el rol de Pinochet en la transición a la democracia" y que se perfila como un juicio político al ex dictador.
Ese debate reemplazaría, como "gesto político", a la acusación constitucional, considerada "ineficaz" por 12 de los 38 diputados del PDC, fuerza mayoritaria de la coalición que integran también socialistas y socialdemócratas.
La diputada democristiana Mariana Aylwin indicó que un juicio constitucional a Pinochet sería legítimo en sus fundamentos y como gesto político, pero que por ese camino no se logrará el objetivo de impedir que el ex dictador sea senador vitalicio.
La parlamentaria, hija del ex presidente Patricio Aylwin, añadió que la acusación además "empañará las relaciones cívico- militares", sin corregir el tema de fondo: la institucionalidad heredada de la dictadura.
En este sentido, Aylwin hizo un llamado a la oposición derechista a que revise su posición de defensa de esa institucionalidad y contribuya con sus votos en el parlamento a crear una Constitución "plenamente democrática".
También desafió a la derecha a facilitar un plebiscito para resolver sobre temas como los senadores designados y vitalicios, y su idea fue comentada favorablemente por el ministro de la Secretaría General de Gobierno, José Joaquín Brunner.
La Constitución heredada de Pinochet no contempla el plebiscito y lo prohibe expresamente como mecanismo para reformar la carta política o leyes de "quorum calificado" relativas a las Fuerzas Armadas y a materias calificadas de institucionales.
El diputado Francisco Huenchumilla, también del PDC y presidente de la Comisión de Defensa de su cámara, sostuvo que es inconveniente acusar constitucionalmente a Pinochet mientras continúe siendo comandante del ejército.
Mariano Acuña, del sector democristiano que promueve la acusación, dijo que la posición de sus compañeros de bloque es parte del debate interno del PDC y expresó confianza en que el consejo nacional del partido respalde la acción contra el ex dictador.
Sin embargo, es muy probable que la directiva del PDC deje en libertad de acción a sus parlamentarios, con lo cual se impedirá la unanimidad en la coalición de gobierno.
El Partido Por la Democracia, de tendencia socialista, exige esa unanimidad para sumar sus votos a la acusación, que cuenta igualmente con el respaldo de los otros dos partidos del oficialismo: el Socialista y el Radical Socialdemócrata. (FIN/IPS/ggr/ff/ip/97
