Doce connotados pintores trabajan en Chile con igual número de psiquiatras en un novedoso proyecto, que busca el aporte del arte a la comprensión y tratamiento de las enfermedades mentales.
Se trata de acercar los trastornos mentales a la gente a través de imágenes, según la pintora Georgia Wilson, autora del Proyecto Arte y Sicoterapia, a cargo de la Clínica Siquiátrica de la Universidad de Chile y la Galería Tomás Andreu.
¿Se puede retratar la esquizofrenia? ¿Cómo traducir en imágenes el trasfondo de la bulimia, la anorexia o la epilepsia? ¿Cuál es la mejor representación gráfica de la depresión, el trastorno de pánico, la fobia social o la adición al alcohol y las drogas?
La historia de la plástica tiene numerosas respuestas positivas a estos interrogantes, desde pintores, como Goya, que se adentraron en mundos de horrores, hasta aquellos, como Van Gogh, que llevaron a la tela sus propios desequilibrios.
Pero este proyecto que se lanzó en Chile en noviembre último tiene tal vez el mérito original de juntar a creadores y facultativos en una labor común de difusión que incluye también el contacto con enfermos.
Arte y Sicoterapia cuenta con financiamiento del estatal Fondo Nacional de Desarrollo de las Artes (Fondart) y contempla la entrega de las obras de los pintores en julio, para la impresión de un folleto y una posterior exposición en septiembre.
"La iniciativa pretende mostrar desde un punto de vista artístico las diversas dolencias del alma, develando una problemática que muchas veces es tema tabú en la sociedad", dijo Wilson al diario La Epoca.
La discriminación de los enfermos mentales o neurológicos es un fenómeno que en ocasiones conspira contra su recuperación y, en otras, impide que la sociedad asuma un compromiso solidario con las víctimas de estas patologías.
En el Proyecto Arte y Sicoterapia trabajan en duplas pintores y médicos, abordando 12 enfermedades que tendrán finalmente una representación plástica.
El pintor Osvaldo Peña y el facultativo Jorge Cabrera tienen comoe tema la depresión bipolar. El artista Ernesto Banderas y Otto Dörr, uno de los más conocidos siquiatras chilenos trabajan en torno a la bulimia.
Carmen Aldunate, para muchos la mejor pintora del país en la actualidad, tendrá que llevar al lienzo la esquizofrenia en una labor conjunta con el especialista Eduardo Durán.
Mario Irarrázabal, otro artista de fama, trabaja con el no menos famoso siquiatra Marco Antonio de la Parra, conocido también como dramaturgo, escritor y crítico de televisión, en el tema de la histeria.
Fobia social es el objeto de estudio e inspiración del pintor Omar Gatica y el médico Alejandro Gómez, en tanto Ernesto Barreda busca la imagen de la depresión monopolar en la dupla que integra con el siquiatra Andrés Heerlein.
El mal de alzheimer, enfermedad en aumento en la tercera edad, es el campo de trabajo de Hernán Puelma, un pintor chileno de proyección internacional, y el facultativo Fernando Ivanovic.
Gonzalo Cienfuegos (pintor) y Enrique Jadresic (médico) conforman la dupla del trastorno de pánico, en tanto Rodolfo Opazo y Rafael Parada se encargan de la epilepsia, y Arturo Duclós y Patricia Rentería trabajan en torno a la anorexia.
Mario Toral, otro famoso de la plástica chilena, y el médico Hernán Silva tratan el trastorno obsesivo-compulsivo y, por último, la pintora Francisca Sutil despliega su creatividad en torno al alcohol y las drogas con el siquiatra Raúl Schilkrut.
Los artistas podrán desplegar plenamente su capacidad creativa con la sola limitante de que deberán alcanzar previamente una cabal comprensión sobre las características e incidencia de los respectivos males con el apoyo de los facultativos.
Se prevé igualmente el contacto directo de la dupla pintor- siquiatra con enfermos para una mejor comprensión de las afecciones con vistas a potenciar la capacidad de transmisión que las obras finales tendrán ante el público.
Toral, autor del primer mural pintado en el Metro de Santiago, consideró fascinante su participación en este proyecto, "porque el material con que el artista trabaja es el alma humana. Siempre se incursiona e investiga en ella", dijo.
"Para un pintor hacer una obra junto a un siquiatra es muy interesante, porque le puede aportar mucho a ambos e incluso al público, ya que pocas veces se ha hecho una experiencias como ésta", añadió el artista.
Toral destacó que el padre de la sicología, Sigmund Freud, fue uno de los pioneros de esta "alianza", ya que durante su labor académica entrevistó artistas y ecribió ensayos sobre Miguel Angel y Leonardo da Vinci.
El doctor Schilkrut señaló que "existen muchos aspectos síquicos que no pueden ser captados por la ciencia, pero sí a través de la intuición".
En ese sentido, comentó, "el artista le puede dar una representación plástica y de algún modo captar la esencia de la enfermedad". (FIN/IPS/ggr/dg/aye/98