/AMBIENTE/COLOMBIA: "El Niño" está en su etapa de madurez

El fenómeno climático del Niño ha llegado a su etapa de madurez, según las autoridades ambientales de Colombia, pero en este país aún se esperan nuevas consecuencias negativas que obligaron al gobierno a adoptar medidas de emergencia.

Los primeros informes del Instituto de Estudios Ambientales (IDEAM) indican que el comportamiento del fenómeno climático en el país ha sido "bastante severo" al generar sequías.

Según Pablo Leyva, director del IDEAM, las sequías afectaron "incluso a algunas regiones que tradicionalmente habían presentado alta lluviosidad como el Pacífico norte, la Orinoquia (noreste) y la Amazonia (sur)".

Leyva dijo a IPS que "se espera que en unos cuatro meses esté terminando la etapa de calentamiento en las aguas del Pacífico tropical sudamericano".

El fenómeno del Niño está originado por una masa de agua caliente que circula de oeste a este en el Oceáno Pacífico y viene acompañado por fuertes sequías en algunas regiones y lluvias e inundaciones en otras.

Lo que las autoridades ambientales no tienen claro aún es cómo va a ser esa etapa final de desaparición y disolución de esas aguas cálidas en el Pacífico tropical sudamericano.

Según Leyva, hay 80 por ciento de probabilidad de que esas aguas cálidas se disuelvan a finales del semestre, otro 15 por ciento de que lo hagan más lentamente hacia el segundo semestre y un cinco por ciento de que el proceso termine muy rápidamente.

Estas proyecciones indefinidas sobre la prolongación e intensidad de esta última etapa llevaron a 150 municipios del país (14 por ciento del total) a drásticos racionamientos en el servicio de agua potable.

A ello se suma "el fantasma del apagón energético", que podría afectar al 70 por ciento del territorio nacional.

Según la Asociación Colombiana de Ingienería (Acodal), las centrales hidroeléctricas están por debajo de los niveles recomendables, por falta de lluvias.

Mauricio López, gerente de Acodal, estima que si "en tres meses el régimen de lluvias es tan escaso como en la actualidad" y no se amplía la generación térmica el país volverá "a las eternas noches de 1992", cuando hubo racionamientos de eneergía de hasta 20 horas diarias.

La fuerte sequía que se registró en 1997 ocasionó también 7.028 incendios forestales que destruyeron 131.185 hectáreas de bosques. La zona andina, que concentra 70 por ciento de la población, fue la más afectada.

Para el Fondo Mundial para la Naturaleza, los incendios llegaron hasta los límites de las zonas urbanas y degradaron áreas protegidas y bosques maduros o regenerados.

Los efectos del fenómeno del Niño se extendieron también a la agricultura, que se vio perjudicada en algunos casos por la excesiva humedad y en otros por la prolongada sequía.

La Federación Nacional de Cafeteros afirmó que las alteraciones climáticas que acompañan al fenómeno causaron en 1997 "un grave daño tanto en la calidad como en el volumen de la producción en varias regiones del país".

Los caficultores calculan que se perdieron cerca de 500.000 sacos de 60 kilos a causa de los estragos climáticos del Niño en 1997 pero las exportaciones no fueron afectadas porque se acudió a los inventarios.

Para el ministro de Comercio Exterior, Carlos Ronderos, un producto de exportación que sí se verá afectado es el banano, "que ha sido atacado por las brisas marinas".

Colombia vende mayoritariamente su banano a los países de la Unión Europea (UE), que le han asignado una cuota anual de 21 por ciento del total de 2,5 millones de toneladas anuales que otorga a América Latina.

Para enfrentar los efectos nocivos del fenómeno climático el gobierno creó un Comité Interinstitucional que el martes 13 aprobó un paquete de medidas destinadasa especialmente a la agricultura y la ganadería.

Entre ellas destacan la deducción hasta de 50 por ciento del impuesto de renta a la tierra para aquellos predios que hayan sido afectados por el fenómeno.

Se constituirá asimismo un fondo de emergencia con recursos de entre 20 y 25 millones de dólares para brindar apoyo directo a los campesinos que tienen en sus predios problemas para el acceso al agua.

También se pedirá a la UE una ayuda de emergencia por 2,5 millones de dólares que serán dirigidos a los pequeños productores más afectados por el fenómeno climático. (FIN/IPS/yf/dg/en-if/98

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