AMBIENTE: El Caribe vive bajo el miedo de un desastre nuclear

Países del Caribe esperan que los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Japón escuchen su llamado para detener el traslado de desechos nucleares a través de sus aguas, el cual podría provocar una catástrofe ambiental y destruir el turismo, sustento de la economía de la región.

Las pequeñas islas caribeñas urgieron a los gigantes internacionales a encontrar una ruta alternativa para su basura nuclear, señalando que cualquier desastre arruinaría la vital industria del turismo, y quizá al conjunto de las sociedades caribeñas.

Ralph Maraj, ministro de Relaciones Exteriores de Trinidad y Tobago, dijo que "con nuestros vecinos caribeños, continuamos apelando a los responsables de esta peligrosa práctica para que se sensibilicen ante las preocupaciones de los pueblos del Caribe".

Durante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada nación de anglófona del Caribe tomó la oportunidad para hacer oír sus objeciones al tranporte marítimo de desechos nucleares en discursos preparados.

Además, indicaron que seguirán el tema este año, ya que la ONU designó 1998 el "Año del Océano".

Hasta ahora, los reclamos del Caribe anglófono parecen haber caído en oídos sordos en Londres, París y Tokio, a pesar del hecho de que la región logró que un comité de la ONU se ocupe del tema.

El último envío nuclear ya dejó Cherbourg, Francia, y pasará a través del canal de Panamá, la ruta más rápida y barata, aseguró Tom Clements, del grupo de presión ambiental internacional Greenpeace. British Nuclear Fuels Limited (BNFL) y Cogema en Francia ya confirmaron que el envío pasará a través del canal.

Si el carguero británcio "Pacific Swan" atraviesa el Caribe, una vez más países como Dominica, Trinidad y Tobago, Granada y Guyana no han sido informados sobre el pasaje del barco en la región.

Dave McIntosh, de la Autoridad de Gestión Ambiental (EMA) de Trinidad y Tobago envió un mensaje de alerta a los involucrados en el traslado de basura nuclear en la región.

Trinidad y Tobago debe seguir las estipulaciones de la Convención de Basilea, firmada por 109 países, para desarrollar un programa cuyo fin sea que la importación y exportación de basura peligrosa cumpla las normas internacionales.

La Convención también está diseñada para proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos adversos de la generación y el manejo impropios de residuos riesgosos.

Durante la cumbre anual en Santa Lucía a comienzos de este mes, los jefes de gobierno de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS), reiteraron su posición al envío nuclear en toda la región, diciendo que el mismo tiene el potencial de afectar fatalmente al turismo, la pesca y el transporte marítimo comercial.

El Instituto de Control Nuclear (NCI) plantea un panorama desalentador. En una carta a la Comisión de Panamá, el Instituto advirtió que una explosión de un barco nuclear podría resultar en la ruptura y deformación de las cápsulas que contienen los desechos.

"Este tipo de ataque resultaría en el hundimiento del barco y la dispersión de material radiactivo mortal", dijo el NCI.

Además, afirmó que el envío representa malas noticias para los pueblos del Caribe, América Central y el Pacífico que "enfrentan una catástrofe radiactiva si una carga nuclear sufre un accidente grave, se hunde en una tormenta o es atacada por terroristas". (FIN/IPS/tra-en/wg/cb/lp/en ip/98

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