El crecimiento de la población mundial continúa en tendencia explosiva a pesar de una leve reducción en 1997, advirtió hoy en esta capital un grupo de expertos en demografía.
"La explosión demográfica no terminó", se sostiene en el informe "Panorama 1997 de la Población Mundial", del Instituto de Población. Al contrario, el número de seres humanos en el planeta se duplicará durante la última parte del próximo siglo.
La conclusión, sacada a partir de investigaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y varios grupos basados en Estados Unidos, está diseñada para lograr apoyo del Congreso para programas internacionales de planificación familiar, dijo a IPS Desikan Thirunarayanapuram, autor del informe.
A la vez, el informe sugirió temores de que Estados Unidos sea inundado por inmigrantes.
En 1997, el crecimiento de la población mundial fue un poco más lento. La diferencia, no obstante, es comparable a una ola. El impacto de la ola será similar, tenga dos o 2,5 metros", declaró.
Las poblaciones occidentales continúan envejeciendo y reduciéndose, indica el informe. Varios países industrializados que tienen riqueza y un uso extendido de contraceptivos, redujeron sus índices de fertilidad al "nivel de restitución" de 2,1 bebés por mujer, o por debajo.
En partes pobres del Sur, la guerra, el sida y las enfermedades infecciosas neutralizaron el crecimiento demográfico.
Como consecuencia, se achicaron las estimaciones sobre el número de personas que se añadirán al total mundial, de alrededor de 90 millones de personas por año a unos 81 millones por año, dijo Thirunarayanapuram.
Esto condujo a algunos periodistas de Estados Unidos a declarar que la explosión demográfica se diluyó, y quizás se haya convertido en una inminente implosión.
Los analistas se equivocaron, alegó el investigador del Instituto, porque "en sitios como Africa Subsahariana se reproducirán geométricamente. Cada mujer tendrá entre cinco y seis hijos, y cada uno de ellos tendrá otros cuatro o cinco", dijo Thirunarayanapuram.
Entre los países de alta fertilidad destacados en el informe figuran Nigeria y Pakistán.
Tres factores principales lideran la continua expansión, subraya el informe.
Estos son "una gran demanda no satisfecha de servicios de planifiación familiar", un "persistente deseo de grandes familias en países en desarrollo" y la fuerza demográfica de casi 3.000 millones de personas que estarán en edad reproductiva en los próximos 25 años.
Las consecuencias incluirán altos índices de enfermedad y muerte entre mujeres embarazadas que no reciben adecuada atención a la salud o nutrición y unas 70.000 muertes por año entre mujeres forzadas a recurrir a abortos clandestinos porque carecen de contraceptivos modernos.
Además, el informe destaca que la producción mundial de alimentos no puede mantener el ritmo de crecimiento de la expansión demográfica y plantea la posibilidad de que algunos de los países más pobres soportarán la carga del doble de su población actual tan solo dentro de 15 años.
El documento afirma que, para cambiar esta perspectiva, serán cruciales las gestiones para promover el uso de anticonceptivos, cambiar la preferencia tradicional por las familias numerosas y los hijos varones, y educar a las mujeres y brindarles oportunidades de empleo. Ello, a su vez, exige dinero.
El informe confirma las conclusiones de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de 1994, realizada en El Cairo. Allí, los estados miembros solicitaron fondos internacionales por un monto de 17.000 millones de dólares por año para el 2000, hasta llegar a 21.700 millones en el 2015.
Hasta la fecha, sin embargo, los países en desarrollo aportaron unos 7.500 millones de dólares por año y los donantes y acreedores internacionales como el Banco Mundial otros 2.000 millones.
El informe menciona que la cifra se encuentra "muy por debajo de la mitad" de la meta de 17.000 millones, aunque en realidad es un poco más del 50 por ciento, aclaró Thirunarayanapuram.
No obstante, el déficit es considerado responsable de unos 122 a 220 millones de embarazos no deseados por año, 43 a 88 millones de abortos, 57 a 104 millones de nacimientos no deseados, 65.000 a 117.000 muertes maternas, y 5,2 a 9,3 millones de muertes de niños pequeños, argumentó el informe.
Estos cálculos, tomados del último informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas, "Estado de la Población Mundial", están basados en una serie de suposiciones sobre los niveles actuales del uso de anticonceptivos y el número de hijos deseados frente a la cantidad de nacimientos.
Así mismo, también se tomaron en cuenta los efectos de los anticonceptivos sobre el embarazo, las muertes maternas y la supervivencia de los niños menores de cinco años.
"El Congreso de Estados Unidos fue protagonista de la renuencia que tuvo la comunidad de donantes para pagar un tercio de los fondos necesarios estimados en la conferencia de El Cairo, debido sobre todo a los conflictos políticos internos referidos al derecho al aborto", explicó el informe.
La financiación estadounidense destinada a los programas internacionales de población ha sido criticada desde mediados de los años 80, y en 1996 sufrió una reducción de 35 por ciento, señaló el Instituto.
Los programas de población "sobrevivieron a la trituradora del Congreso este año. La ONU y el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin embargo, fueron las víctimas del debate", añadió.
En noviembre, el Congreso aprobó una partida de 385 millones de dólares para el gasto destinado a la población internacional en el año fiscal 1998, que comenzó el 1 de octubre.
La cantidad es la misma otorgada en 1997 e inferior a los 425 millones de dólares solicitados por la administración del presidente Bill Clinton.
A cambio de su aprobación, los republicanos en el Congreso quitaron de la norma que determina el gasto en operaciones extranjeras para 1998 unos 900 millones de dólares adeudados a la ONU y 3.500 millones de dólares para ayudar al FMI a lidiar con las crisis monetarias mundiales.
El informe del Instituto cita la investigación de las Encuestas Demográficas y de Salud realizadas por la estadounidense Macro International, la ONU, y la Oficina de Referencia de la Población, de Estados Unidos. (FIN/IPS/tra-en/aa/pr/lp-aq/97