Panamá y Estados Unidos reanudaron hoy en Miami las negociaciones sobre la creación de un centro antidrogas en una de las bases militares de Washington en el Canal cuya devolución al país centroamericano se producirá el 31 de diciembre de 1999.
Fuentes de la cancillería panameña y del Departamento de Estado de Estados Unidos consideraron "crucial" esta nueva ronda de negociaciones.
El presidente panameño Ernesto Pérez Balladares, impulsor del controvertido proyecto, afirmó que el 31 de diciembre vence el plazo para llegar a un acuerdo con Estados Unidos, país que proverá la tecnologia y asumirá la parte operativa del centro multilateral antidrogas.
Los desacuerdos giran en torno a la cantidad de militares de Estados Unidos que prestarán servicios en el centro, así como la categoría con la que serán investidos y la forma en que se repartirán los gastos.
Además de reclamar viviendas gratuitas y otros privilegios, Washington demanda la extraterritorialidad diplomática para sus nacionales y dependientes y una cantidad de 3.500 militares combatientes radicados en la sede del centro antidrogas y en otros tres puntos de este país.
Los tratados firmados por ambos países en 1977 establecieron que los militares de Estados Unidos deben retirarse del Canal de Panamá el 31 de diciembre de 1999 y traspasar sus bases e instalaciones civiles del canal a la jurisdicción de este país.
El Tratado Concerniente a la Neutralidad del Canal firmado por Panamá y Estados Unidos en 1978, hasta ahora ratificado por una cincuentena de estados, prohibe la presencia de tropas extranjeras en este país.
"Estamos cerca, muy cerca" de llegar a un acuerdo, dijo el canciller panameño Ricardo Alberto Arias a pesar del corto tiempo que falta para que se cumpla el plazo impuesto por Pérez Balladares para concluir las negociaciones. Pero tampoco explicó su optimismo.
Otra ronda de negociaciones finalizó el viernes en Panamá en medio de gran reserva sobre lo platicado, al punto que los funcionarios que intervinieron ni siquiera manifestaron si hubo avances respecto de las conversaciones anteriores.
Sin embargo, el diario Panamá América informó que en el Departamento de Estado de Estados Unidos "existe un inusual optimismo" en torno a las negociaciones.
"No quiero alentar falsas esperanzas, pero nos sentimos confiados en que negociaciones llegarán a la meta final en Miami", dijo en Washington una fuente del Departamento de Estado de identidad reservada invocada por Panamá América.
En caso de prosperar los acuerdos entre Estados Unidos y Panamá, el país centroamericano deberá entablar negociaciones con otros países de América interesados en participar en esa iniciativa, como Brasil, Colombia y México.
Panamá ha puesto como condición que el centro antidrogas sea dirigido por civiles y que participe un número importante de países de la región para mantener la multilateralidad.
El gobierno local también debe convocar un referendo para que la población ratifique los acuerdos, según la constitución política vigente.
Dirigentes del gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD) y organizaciones nacionalistas rechazaron en las últimas horas la presencia militar estadounidense en Panamá por considerarla "una mancha a la memoria de los mártires y héroes" panameños.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del parlamento, Oyden Ortega, diputado del PRD, reclamó que se cumplan los tratados canaleros y que no haya tropas extranjeras en el país luego del 31 de diciembre de 1999.
El Comité Pro Rescate de la Soberania, integrado por unas 50 organizaciones populares, indicó en una declaración que el proyectado centro antidrogas constituye "un pretexto" para justificar la prolongación de la presencia militar de Estados Unidos en el país.
"Es una gran tragedia para nuestro pueblo que un grupo de connacionales le den la oportunidad a nuestros verdugos de permanecer en nuestro territorio", señaló la declaración.
El comité realizó el día 20 varios actos de protesta para conmemorar el octavo aniversario de la invasión estadounidense de diciembre de 1989, que derrocó al general Manuel Noriega y provocó la muerte de más de 2.200 civiles y heridas a otros 12.000 panameños. (FIN/IPS/sh/mj/ip/97