El bloqueo del Congreso de Estados Unidos a la "via rápida" para negociar el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) dio lugar a reacciones contradictorias entre políticos, economistas y empresarios de la región.
Mientras el director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Isaac Cohen, cree que América Central, Chile y los estados del Caribe resultaron "perdedores", el ex vicepresidente panameño Ricardo Arias Calderón considera que ello "le hará bien a América Latina".
Arias Calderón, quien actualmente ocupa la presidencia de la Internacional Democrata Cristiana (IDC), dijo a IPS que en este caso "Diós ha escrito recto con línea curva".
Además de las naciones perdedoras señaladas por el director de la Cepal, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, proponente y gestor de esa iniciativa, también se ha visto "debilitado internamente y en su imagen externa" con el fracaso de la propuesta, según Cohen.
Ambler Moss, ex embajador estadounidense en Panamá, coincidió con Cohen en que "Clinton se sentará en próximas reuniones con líderes latinoamericanos sin ningún poder de negociación y eso no es bueno para Estados Unidos".
A su juicio, el bloqueo de la vía rápida va a beneficiar a grupos de países, como la Unión Europea, "que ahora tienen más camino libre para negociar con países latinoamericanos o profundizar más en los acuerdos existentes".
Pero América Central y el Caribe perdieron por partida doble durante el debate de la iniciativa de la vía rápida planteada por Clinton para negociar el ALCA con los países de la región.
El día 5, la Cámara de Representantes rechazó un proyecto para equiparar los aranceles de exportación de América Central y el Caribe con las preferencias que tiene México en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), firmado en 1994 por ese país Estados Unidos y Canadá.
El presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Marco Vinicio Ruiz, indicó que la decisión de la Cámara de Representantes "significa un duro golpe para algunos sectores productivos, como los textiles y el calzado", pero que no van a renunciar a conseguir nuevas ventajas.
Precisó que ahora los exportadores de América Central y el Caribe van a apelar a los convenios bilaterales que ofreció Clinton durante la cumbre sostenida en mayo de este año en San José de Costa Rica, con los presidentes de los países del área.
Arias Calderón precisó que Clinton ha quedado con las manos vacías. La demora que va a sufrir el ALCA "ahora nos da la oportunidad a los latinoamericanos para integrarnos entre nosotros y luego establecer nuestras relaciones con Estados Unidos, Europa y Asia", afirmó.
"Creo que la integración vertical con Estados Unidos antes de la integración horizontal entre todos nos hace correr el riesgo de que nos absorba esa economía (la estadounidense), en vez de integrarnos", subrayó.
"Pero si logramos la integración horizontal sería posible lidiar con esa economía en un plano de igualdad, y lograr mejores términos y hacernos valer más", añadió.
Además, la demora en la implementación del ALCA propiciará el establecimiento de nuevos nexos de América Latina con Europa y Asia, lo cual a su vez "nos va a permitir equilibrar nuestros nexos con Estados Unidos", señaló Arias Calderón.
Estimó que en ésta etapa de globalización e integración "se necesita un mundo con mayor equilibrio que el actual, pues no es bueno ni para Estados Unidos que actualmente rige la política mundial, que el mundo siga así".
Subrayó que en ese sentido, Europa, que dominó la escena global en la primera mitad de este siglo, "tiene que buscar su vocación de ser alternativa" a la unipolaridad que ejerce Estados Unidos desde que se derrumbó el sistema socialista encabezado por la ex Unión Soviética.
Tras el final de la guerra fria, "el mundo es uno sólo", dijo Arias Calderón, pero en el plano político todavía hay un Primer, un Segundo y un Tercer Mundo", debido a que la globalización produce "nómadas de la opulencia y, por otro lado, nómadas de la miseria". (FIN/IPS/sh/ag/ip-if/97
