HONDURAS: Una mujer en pro de hazaña de llegar a la presidencia

Nora Melgar, candidata del opositor Partido Nacional a las próximas elecciones de Honduras, podría convertirse el día 30 en la primera mujer que ocupe la silla presidencial en esta nación centroamericana.

Melgar, maestra de profesión, viuda de un general que encabezó una dictadura, con un fuerte carisma que le vale gran arraigo popular, debió librar una dura lucha interna en su partido, que se resiste a asimilar que su conducción sea ejercida por una mujer.

Ahora deberá enfrentar al presidenciable oficialista Carlos Flores Facussé, del Partido Liberal en el poder, a quien las encuestas le dan amplia ventaja sobre "esa humilde campesina", como llaman sus detractores a la candidata del segundo partido del país.

Flores Facussé, quien aspira por segunda vez a la presidencia, se ha caracterizado por rehuir los debates púbicos, pero mantiene un "envidiable" control sobre la prensa local, que no duda en promocionarlo como el "mejor estadista" hondureño de este siglo.

En cambio, Melgar es una mujer sencilla, con escaso conocimiento del discurso económico, y sus expresiones a veces folclóricas la "debilitan" frente a sus opositores, quienes a menudo la humillan, incluso aludiendo a su viudez y vida privada.

Pero es precisamente esa "debilidad" lo que para algunos analistas políticos constituye paradojalmente la principal arma de Melgar, que se dirige a un público popular en un país pobre en el que el índice de analfabetismo llega a 42 por ciento de los 5,8 millones de habitantes.

"Esa gente se identifica con ella, porque la ven campechana (popular), simpática y normal, al salir de las entrañas humildes de la población y es como ellos alguien sin mayores conocimientos", dijo a IPS un analista político que pidió no ser identificado.

Otro de los factores que más pesa contra la candidatura de Melgar es llevar en sus filas a gente vinculada a presuntos actos de corrupción y que en su afán de evadir la justicia lograron colarse en las planillas de candidatos a diputados del Partido Nacional para lograr inmunidad política.

Uno de ellos es el ex presidente Rafael Callejas (1990-1994), conocido popularmente como "la sombra negra" de su partido y sobre quien pesan al menos seis acusaciones por presuntos actos reñidos con la ley, que a su juicio, obedecen a una "persecución política" al jurar que "es inocente".

Ella parece no obstante estar a salvo de acusaciones de ese tipo. Melgar aseguró que si llega al gobierno los corruptos de cualquier color político irán a la cárcel "sin contemplación", al tiempo que marcó distancias con Callejas.

Por otra parte, la postulante nacionalista es viuda del general Juan Alberto Melgar Castro, quien gobernó el país al frente de una dictadura militar a mediados de los años setenta.

Para Marlen Zelaya, una de las mujeres más cercanas a Melgar, ésta "sin quererlo hizo historia, no sólo por ser la primer mujer que aspira a la presidencia sino porque ha demostrado al interior del partido que es capaz, que tiene popularidad, pero sobre todo, deseos por hacer de Honduras una nación más digna".

En los últimos meses, señala Zelaya, la candidata nacionalista bajó de peso, cruzó ríos y visitó aldeas y caseríos, "como no lo ha hecho ningún otro político en este país, porque quiere entender los problemas del pueblo".

Según el diputado nacionalista Raúl Pineda Alvarado, Melgar cosechará fuerte apoyo en el medio rural, porque "a diferencia de otros candidatos, a ella no le avergüenza abrazar un niño sucio, a una mujer trabajadora, mucho menos a un anciano enfermo. Ella es así, natural".

El plan de gobierno de Melgar habla de la igualdad de género, la participación de la sociedad civil, la continuidad del modelo económico, la inversión en capital humano, el apoyo a las etnias indígenas.

Pese al énfasis puesto en la igualdad de género, las organizaciones de mujeres y el electorado femenino, de acuerdo a las encuestas, le dan la espalda.

Algunos grupos femeninos la consideran un "objeto" al servicio de los grandes cabecillas de su partido, como Callejas.

"Demostraré a las mujeres que puedo mandar, les daré el lugar que les corresponde en mi gobierno y en mi país, porque sé en carne propia lo que es ser discriminado y humillado", contestó Melgar.

"Propondré una ley para garantizar la igualdad de género y al margen de poses egoístas que he percibido en algunos grupos de mujeres, yo seré pareja y prometo dignificar el papel de las féminas en este país", declaró en un foro de mujeres.

Los liberales en el poder sostienen que el plan de gobierno de Melgar es irrealizable y excesivamente costoso.

Pero Víctor Meza, del Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), destaca que en esta nación los planes de gobierno son intrascendentes porque el electorado vota por personas, imágenes, y no por propuestas. "Así han acostumbrado los políticos a la ciudadanía", comentó.

En la campaña electoral los temas que más acucian a los hondureños (pobreza, crisis económica, narcotráfico, sida) brillaron por su ausencia y lo más notorio de los spots proselitistas fue la música de fondo que los animaba: rancheras, salsa, rock y merengues. (FIN/IPS/tm/dg/pr-ip/97)

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