Los nueve presidentes de la Comunidad Andina (CA) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) sostendrán un corto encuentro durante la Cumbre Iberoamericana para reafirmar la voluntad de llegar a un acuerdo de libre comercio este año, pese a los obstáculos técnicos surgidos en la negociación.
Miguel Angel Burelli, ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, el país donde tendrá lugar la cumbre el sábado y el domingo, dijo a IPS que "no se ha planteado revisar" la decisión de firmar el acuerdo "antes del 31 de diciembre".
La VII Cumbre Iberoamericana se realizará en la caribeña isla de Margarita, en el noreste del país, y contará con la presencia de los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, por el Mercosur, y Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, por la CA.
Burelli explicó que tendrá que ser "algo muy corto" por lo intenso de la agenda, pero que será suficiente para reafirmar la decisión de los dos bloques sudamericanos de eliminar desde 1998 sus barreras arancelarias, hasta llegar al cero arancel en un plazo de 15 o 20 años, según las propuestas en negociación.
El canciller precisó que el punto que entraba la negociación a nivel técnico es el agrícola, como suele suceder en los procesos de ampliación de mercados que se multiplican en la región durante esta década, a nivel bilateral o multilateral.
Pero se mostró persuadido que en el ánimo de los gobernantes de los dos bloques persiste la idea de que 1997 sea el año del acuerdo, que comenzó a analizarse en forma preliminar en 1995 y pasó a su fase de concreción a mediados de este año.
"Abril sería muy tarde", indicó Burelli ante versiones de que en algunos países está prosperando la idea de alargar el plazo para la negociación e imponer como escenario de la firma la II Cumbre Hemisférica, que se realizará en ese mes en Chile.
Los técnicos elevaron la eliminación de los obstáculos a los ministros de Comercio y los cancilleres, después que no lograron avances sustantivos durante la ronda negociadora que realizaron en Montevideo los tres últimos días de octubre.
Desde Montevideo se aseguró que Argentina y Colombia encabezaron la tesis de que se requiere un plazo más largo para negociar el que será el primer acuerdo de liberalización comercial entre dos bloques latinoamericanos.
Pero también el secretario general de la CA, el venezolano Sebastian Alegrett, dijo desde la sede del grupo en Lima que el proceso de apertura comercial con el Mercosur "concluirá este año".
La misma señal contraria al diferimiento de la negociación llegó desde Brasil.
Los cancilleres de los dos grupos establecieron como plazo final para la negociación el 31 de diciembre en agosto, y se determinó que se produciría una reunión ministerial en Margarita, en caso de que hubiera dificultades en la negociación.
Pero ahora se decidió que también es "conveniente y necesario" que sean los propios presidentes los que reafirmen la voluntad negociadora.
Los dos grupos operan con una zona de libre comercio y un arancel externo común frente al resto del mundo y la CA acaba de superar un periódo traumático, por la finalmente no consumada salida de Perú del bloque, si bien el país se mantiene fuera de la unidad aduanera andina.
La idea de establecer lo que los mismos presidentes de los países del Mercosur denominaron como un Area de Libre Comercio de América del Sur, con su sigla ALCSA, durante su cumbre de diciembre de 1994.
Esa cita cimera de Mercosur se produjo una semana después de la Primera Cumbre Hemisferica, realizada en Miami, y donde se determinó pactar un Area de Libre Comercio de América (ALCA), cuyas negociaciones formales se lanzarán en Chile en abril.
La idea es que al ALCSA se sume en un futuro Chile, el otro país iberoamericano que comparte el territorio sudamericano y que ya tiene una zona de liberalización con Mercosur, vigente desde enero, y acuerdos de desgravación plena con Colombia, Ecuador y Venezuela. (FIN/IPS/eg/dg/if/97
