SUDESTE ASIATICO: Economía tocará fondo antes de mejorar

La crisis económica que plaga a los países del sudeste de Asia deberá tocar fondo en 1998, permitiéndoles iniciar el ascenso hacia un curso saludable en los años siguientes, pronosticó el Bando Asiático de Desarrollo (AsDB).

Pero para tocar fondo aún es necesario sumergirse más.

Desde ahora y hasta fin de año al menos, los países de la región continuarán experimentando una caída de las monedas y la crisis financiera que se extendió desde Tailandia en julio, afirman expertos del AsDB, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El sudeste de Asia debe prepararse para tiempos duros, ajuste de cinturones y otras medidas para enfrentar las debilidad fundamental que lo dejó propenso a la fluctuación monetaria.

"Estas crisis aún se están revelando", dijo el economista Dilip Das en un documento para el informe las "Perspectivas Económicas Asiáticas", discutidas este martes durante una reunión del Banco.

Mediante estimaciones cautas, el Banco afirma que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) variaría de 4,9 por ciento a 5,7 por ciento este año, debido a proyecciones más bajas para Indonesia, Malasia y Tailandia.

Antes de la crisis monetaria, el AsDB había proyectado para este año un crecimiento del PIB de 7,3 por ciento para el sudeste asiático. Para 1988, un crecimiento de entre cuatro y 5,5 por ciento, y en 1999, de 5,2 a 6,3 por ciento.

Los expertos esperaban que el crecimiento fuera disminuyendo en el sudeste asiático antes de la crisis, pero los atribuían al proceso de maduración de las economías y a intentos de prevenir el recalentamiento.

Francesco Carramazza, del FMI, dijo que los índices menores se deben "en parte a la reducción de los índices de expansión insostenibles en el largo plazo", y también parcialmente es la consecuencia de la crisis financiera que afectó a la región.

A pesar de los golpes, el sudeste aún es la región de mayor crecimiento del mundo, subrayaron economistas del AsDB.

Sea cuales fueran las estimaciones, la región está bajo presión para enfrentar los efectos de las crisis sobre los ciudadanos, que incluyen creciente desempleo, más altos precios y sistemas financieros tambaleantes.

La crisis alimenta uno de los más fuertes movimientos de protesta contra el gobierno registrados en varios años en Tailandia.

Desde que Tailandia permitió la devaluación de su moneda, el baht, en julio, su valor cayó 44 por ciento. Sus efectos se dispersan en la región, tomando a muchos por sorpresa.

A medida que la especulación se expandió, Filipinas devaluó el peso a mediados de julio, y Malasia dejó de defender su tasa de cambio el mismo mes. Indonesia devaluó al rupia en agosto.

En los últimos tres meses, el peso filipino cayó casi 30 por ciento, la rupia indonesia 38 por ciento y el ringgit malasio 22 por ciento. Las monedas de Hong Kong y Singapur también quedaron bajo especulación, y Singapur permitió que su dólar cayera siete por ciento.

Alterado por la crisis, el crecimiento de Tailandia fue el que más retrocedió en la región tras una década de aceleración. El AsDB proyecta una cáida del crecimiento del PIB de entre 1,6 y 1,9 por ciento este año, lejos del 6,1 por ciento proyectado originalmente.

El crecimiento podría aumentar ligeramente a entre dos y 2,5 por ciento en 1998, y "hay posibilidades de mejoras en 1999", dijo Das.

Los problemas de Tailandia van más allá de su sector financiero y su moneda. En momentos en que debía pasar a un crecimiento basado en capitales intensivos, el país no está preparado para subir la escalera tecnológica y depender menos de la mano de obra barata, agregó.

El desarrollo futuro presenta un desafío de que la economía no puede dar el salto al estatuto de país de industrialización reciente sobre la base de la manufactura y un sector de servicios en expansión, dijo Das.

En Indonesia, el crecimiento del PIB disminuirá levemente de 7,8 por ciento en 1996, a entre 6,2 y 7,6 por ciento este año. Das ve "un temprano retorno de la confianza en la economía", dado que sus problemas "no son de naturaleza básica".

El crecimiento de Malasia en 1997 se ubicará entre 7,1 y 7,8 por ciento del PIB, entre 5,1 y 6,4 por ciento en 1998 y entre 6,1 y 8 por ciento en 1999.

Filipinas, cuya economía se expande rápidamente en los últimos años, mantendría el crecimiento de su PIB, en el entorno de 5,4 y 5,6 por ciento.

Das afirma que los problemas económicos de la región presentan algunas similitudes entre países afectados, "altos préstamos en moneda extranjera y déficit en las cuentas corrientes, una preocupante proporción de los créditos bancarios destinados a financiar un exceso de propiedades, tasas de cambio vinculadas al dólar y la reducción de las exportaciones". (FIN/IPS/tra-en/js/ral/lp/if-dv/97

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