Los milagros atribuidos al Cristo Negro de Portobelo, que es venerado hasta el fanatismo por la población negra y sectores sociales marginales de Panamá, desató este año una nueva polémica entre creyentes católicos.
Los pobladores de la colonial localidad de Portobelo, ubicada en el Caribe panameño, junto a unos 15.000 caminantes llegados de la cercana ciudad de Colón y de la capital, dieron rienda suelta a su fe la noche del martes, en una singular procesión que finalizó a las 05.00 GMT de este miércoles en la iglesia del lugar.
Los participantes en la procesión por las calles de Portobelo, una ciudad fundada por los españoles en 1597, pasearon en andas al Cristo Negro, dando dos pasos adelante y uno atrás.
Esta tradición se remonta al 21 de octubre de 1658, cuando los habitantes pobres y los esclavos pasearon por primera vez al Cristo Negro de la iglesia del lugar para pedirle que los salvara de una devastadora epidemia de cólera.
El Cristo Negro de Portobelo, que no está clavado a la cruz como Jesucristo, fue donado a la iglesia de la localidad por unos humildes pescadores que lo rescataron del mar, donde había caído del barco español que lo llevaba a Cartagena.
Cuenta la leyenda que los habitantes de la ciudad se encontraban en tal grado de debilidad a causa del cólera que, por cada dos pasos que avanzaban, debían retroceder otro, para recuperar el equilibrio.
Las causas de las actuales manifestaciones de fe, a pesar de no ser tan dramáticas como en 1658, también son consecuencia del olvido oficial, la discriminación y el racismo que, al igual que en aquella época, padecen algunos sectores marginales de este país.
La leyenda asegura que, finalizada la primera procesión, los enfermos comenzaron a recuperarse.
Pero además de esa singular caracteristica, la polémica en torno del Cristo Negro de Portobelo se debe a la gran cantidad de personas con antecedentes delictivos o de adicción a las drogas que acuden cada año a rendirle tributo por un milagro concedido.
Desde la pasada semana millares de personas vestidas con túnicas de color morado, similares a la que cubre la imagen del Cristo, recorrieron los 120 kilómetros que separan la capital de Portobelo para agradecer los milagros recibidos.
El obispo católico de la provincia de Colón, Carlos Ariz, negó que el Cristo Negro de Portobelo sea "el Cristo de los maleantes", como afirman algunos católicos.
Pese a reconocer que muchos de sus seguidores "son personas que han cometido delitos", Ariz subrayó que los negros y otros grupos "que se ven marginados y apartados del resto de la sociedad, también se aferran al Cristo Negro".
Juana Escobar, una católica que desde hace 18 años camina desde la capital hasta Portobelo para agradecer al Cristo Negro haber salvado la vida de su hijo Leo, aquejado de cáncer, dijo que ambos se sienten protegidos desde que pusieron su vida en manos del Cristo milagroso.
Mientras, un conocido delincuente, Moisés Black afirma que el Cristo Negro lo ayudó en una ocasión a cometer un robo sin que fuera descubierto por la policía, pese a que los agentes pasaron cerca de él.
"Un día que me encontraba robando en un almacén y estaban a punto de atraparme, le pedí al Naza (Cristo Negro) que me ayudara y que si lo hacía yo cargaría una cruz pesada por tres años hasta Portobelo", dijo Black, mientras caminaba hacia esa ciudad ataviado con una túnica color morado.
El Cristo Negro "hizo que los policías pasaran cerca de mí sin verme, como si tuvieran tierra en los ojos", explicó.
Sin embargo, feligreses católicos entrevistados por un canal de televisión se mostraron molestos con la devoción casi fanática de algunas personas hacia el Cristo Negro.
Un estudiante universitario señaló que el Cristo Negro de Portobelo "no existe" en la Biblia ni en la historia de la fe católica. "Es un invento de algunas personas que cargan tantos pecados que no se atreven a dar la cara ante el único y verdadero Jesucristo", subrayó.
Otra católica que pidió reserva de su identidad calificó de "falsa adoración" la fe por el Cristo Negro, "ya que para los verdaderos católicos, hay un sólo Cristo que adorar".
Al margen de la polémica, el Cristo Negro, bautizado como Nazareno por el famoso cantante de salsa puertorriqueño Ismael Rivera, seguirá recibiendo cada 21 de octubre las muestras de sacrificio por los milagros supuestamente concedidos a un importante sector de la población que se ha puesto bajo su protección. (FIN/IPS/sh/ff/cr/97