Socialismo, partido único y el Estado como fuerza rectora de la economía son los principios claves que ratificará el quinto congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba, que finalizará este viernes.
Al comienzo de la segunda jornada de la máxima reunión de los comunistas cubanos parece estar claro que si el cuarto congreso, en 1991, marcó la reorientación económica del país, el actual foro pasará a la historia como el del "continuismo".
El gobierno de Fidel Castro será proclive a hacer concesiones en el plano económico para superar una crisis que ya dura ocho años, pero en lo político no renunciará ni al socialismo ni al unipartidismo.
Mientras, no se despeja la incógnita sobre la posibilidad de que el presidente, de 71 años, abandone alguno de los otros cargos que también desempeña. Castro está al frente del Partido Comunista, del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros, y es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Esteban Lazo, miembro del Buró Político del PCC, afirmó el martes que el congreso no tenía previsto hasta ese momento crear el cargo de primer ministro ni analizar el traspaso de algunas de las responsabilidades de Castro.
Pero una resolución sobre los estatutos del PCC aprobada el miércoles, en la primera jornada del congreso, asegura sin precisiones que la prolongación de la crisis aconseja "introducir modificaciones relacionadas con la estrutura de los órganos de dirección".
Con esa resolución, el congresó ratificó además las facultades excepcionales otorgadas en 1991 al Comité Central para que adopte las decisiones y medidas necesarias para defender y consolidar la revolución cubana.
"Estamos abiertos a todas las posibilidades y examinamos todas las experiencias, menos la de rendirnos", afirmó Castro en una intervención improvisada de casi siete horas con la que sustituyó su tradicional informe escrito como primer secretario del partido.
El congreso, que reúne a 1.482 delegados y 250 invitados, sesiona en el Palacio de las Convenciones de La Habana a puertas cerradas y hasta casi el final de su primera jornada mantuvo un total silencio informativo.
Los fragmentos de la intervención de Castro sólo empezaron a transmitirse en la noche del miércoles por las emisoras de radio y las televisoras estatales y se espera que la versión oficial siga divulgándose de forma diferida y editada.
El congreso se realiza en un momento difícil para la isla, por el aumento de las tensiones económicas internas y el endurecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos.
A esto se sumo una serie de atentados contra el sector turístico, uno de los más dinámicos en la economía cubana. Según la versión oficial, esos actos fueron organizados y financiados por organizaciones del exilio cubano en la ciudad estadounidense de Miami.
Castro afirmó que, tras la desaparición del campo socialista europeo, Washington puede concentrar toda su política hostil contra este pequeño país. Agregó que Estados Unidos libra una "guerra económica y política" contra Cuba.
Al mismo tiempo, reconoció dos gestos positivos de Washington hacia la isla en los últimos meses: la condena de los atentados de los últimos meses y la entrega a las autoridades cubanas de los dos secuestradores de una nave guardacostas.
Pero, más allá de esos gestos, analistas opinan que el conflicto entre La Habana y Washington continuará en el centro de la política exterior cubana y condicionará también no pocas medidas de carácter interno.
Sobre uno de los temas que más preocupa a la población de la isla, el desempeño económico, Castro aseguró que el producto interno bruto crecerá es este año entre dos y tres por ciento y persistirá la tendencia a la recuperación.
Para los expertos, la viabilidad del sistema socialista cubano está en relación directa con la capacidad del gobierno de mantener el crecimiento y salir de la crisis, independientemente de que la reanimación dependa de factores internos o externos.
En este contexto, la continuidad de las reformas económicas tendrá un papel esencial y, al parecer, mantendrá su ya acostumbrado ritmo lento y cauteloso, considerado por las autoridades una garantía para la estabilidad política y social.
La Resolución Económica que el congreso aprobará asegura que el trabajo por cuenta propia "se mantendrá en los marcos de legalidad establecidos, dentro de los cuales actúa como factor positivo para la economía".
Las reformas futuras estarán dirigidas fundamentalmente al perfeccionamiento de la empresa estatal y a la introducción de todos los mecanismos necesarios para igualar su eficiencia con la del sector emergente, formado por asociaciones de capital mixto.
En su primera jornada de trabajo, el quinto congreso aprobó la resolución "El Partido de la unidad, la democracia y los derechos humanos que defendemos", un documento que fue sometido a la consideración de más de seis millones de los 11 millones de habitantes del país.
Raúl Castro, segundo secretario del Partido Conmunista y ministro de las Fuerzas Armadas, calificó ese proceso de plebiscito a favor del sistema socialista y del régimen de partido único.
El quinto congreso terminará este viernes tras elegir al nuevo Comité Central y al Buró Político del PCC, un reducido núcleo de 25 altos dirigentes que se espera enfrente una renovación parcial para abrir espacios a la nueva generación de dirigentes.
A la clausura de la reunión seguirán el sábado en La Habana las honras fúnebres al guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara y a un grupo de sus compañeros, también muertos en Bolivia. Los actos se prolongarán hasta el día 17.
Las autoridades hicieron coincidir la apertura del quinto congreso del Partido Comunista con el 30 aniversario de la muerte del Che y lo concluirán en el aniversario del primer alzamiento independentista contra el régimen colonial español. Su proósito consiste en demostrar la continuidad histórica del proceso revolucionario cubano. (FIN/IPS/da/ff/ip/97