Las elecciones del domingo en Colombia se desarrollarán en un ambiente de violencia marcado por renuncias de 217 candidatos amenazados por los grupos armados ilegales, el asesinato de otros 25 y el secuestro de dos observadores internacionales del proceso.
A menos de 48 horas del inicio de los comicios, la tensión aumentó por los ataques en distintas regiones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional, las dos principales formaciones de la guerrilla.
Informes de la policía indican que los grupos insurgentes hicieron estallar al menos 24 bombas en diferentes localidades, lo que obligó al cierre de escuelas y comercios y la parálisis del transporte urbano.
No obstante, el comandante de las Fuerzas Armadas, general Manuel Bonett, afirmó que los atentados "son actos terroristas cuyo riesgo ha sido calculado".
En opinión del jefe militar el ejército está preparado para proteger "todo el proceso electoral", aal haber creado una brigada móvil de 3.000 hombres que se desplazarán a las zonas más criticas.
Entre tanto, el gobierno continuó este viernes sus esfuerzos para lograr la liberación de dos observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) secuestrados el jueves por el ELN.
El portavoz del Ejecutivo, Carlos Castillo, solicitó respeto por la vida y la integridad física de los observadores e invocó los principios del Derecho Internacional Humanitario al pedir su pronta liberación.
Los secuestrados son el chileno Raúl Martínez y el guatemalteco Manfredo Marroquín, miembros de un grupo de 36 expertos enviados por la OEA como observadores del proceso electoral.
También fue raptado y el colombiano Juan Ardila, coordinador de la Oficina de Derechos Humanos de la gobernación de Antioquia (noroeste).
La secretaría general de la OEA exigió la liberación inmediata e incondicional de sus dos observadores. En el mismo sentido se expresó el representante en Colombia de la Organización de las Naciones Unidas Cecilio Adorna.
Adorna afirmó que este tipo de acciones dificulta y aleja la posibilidad de iniciar en Colombia un proceso de paz.
Hernándo Gómez, columnista del diario El Tiempo (primero en circulación), dijo a IPS que con la retención de los dos veedores el ELN cometió un grave error estratégico y político.
Según el experto, la retención de Marroquín y Martínez, significa "un retroceso en la imagen nacional e internacional de la guerrilla y la pérdida de espacios de legitimidad".
Para Gómez, el error se suma al que ya había cometido la guerrilla al anunciar que sabotearía las elecciones de este domingo.
En opinión del analista, el veto de la guerrilla a las elecciones no genera simpatía "en ninguna parte del mundo" porque significa oponerse a un proceso que goza de gran legitimidad al desembocar en la renovación de los poderes locales y regionales.
El coordinador del grupo de observadores enviados por la OEA, Santiago Murray, anunció este viernes que el equipo seguirá sus visitas a los lugares en los que se han recibido amenazas de la guewrrilla para el proceso electoral.
Las FARC y el ELN anunciaron que boicotearán los comicios porque no hay garantías para los candidatos de izquierda. Los grupos paramilitares de derecha amenazaron a su vez a los candidatos en las regiones en las que la guerrilla tiene base social.
Para el ex asesor de paz del gobierno Gonzalo de Francisco, la acción del ELN está encaminada a llamar la atención "porque siente que la misión de la OEA tiene como objeto vigilar un proceso electoral amenazado exclusivamente por la subversión", en la que no incluyó a los grupos paramilitares.
El registrador nacional (máxima autoridad electoral) Orlando Abello afirmó tras una reunión que sostuvo con el presidente Ernesto Samper que se tomarán "todas las medidas necesarias para garantizar que los ciudadanos puedan ejercer su derecho deomocrático".
Según el funcionario, 80 por ciento del territorio nacional ha sido calificado como "zona crítica" para este proceso debido a factores de orden público. Unas 20 sedes de la Registraduría Nacional han sido objeto de atentados con explosivos en esta etapa preelectoral.
El domingo los colombianos elegirán por tres años a 19.000 funcionarios, entre alcaldes, concejales, diputados y gobernadores. (FIN/IPS/yf/dg/ip/97
