La bolsa de Sao Paulo, que cayó casi 15 por ciento, fue hoy la más golpeada en una mala jornada para los mercados de acciones del mundo que se convirtió en histórica cuando en Nueva York, mecanismos automáticos de seguridad adelantaron media hora el final de las operaciones.
El foco de la nueva "masacre" de acciones estuvo otra vez en Hong Kong, donde el índice Han Seng retrocedió 646,14 puntos, o 5,80 por ciento. El "shock" negativo hizo impacto en los otros mercados de Asia, incluyendo en Tokio, y luego en las plazas europeas.
El momento culminante de la jornada se tuvo a las 19.35 GMT en Nueva York, cuando al perder 350 puntos el índice industrial Dow Jones, se activaron por primera vez en 10 años los frenos automáticos instalados tras la catástrofe bursátil de 1987.
Las negociaciones se reanudaron luego de un intervalo de media hora destinaado a tranquilizar a los inversionistas y evitar el pánico. Pero a las 20.32 GMT, el retroceso del Dow Jones superó la segunda barrera, de 550 puntos, y se produjo el final de la jornada, media hora antes del horario normal.
Sólo el asesinato del presidente John Kennedy, en 1963, había impedido hasta ahora que Wall Street cumpliera íntegramente su jornada.
El índice Bovespa, de Sao Paulo, se hundió 14,97 y las pérdidas fueron en Buenos Aires de 13,6 por ciento, de 8,32 en Caracas y de 3,15 por ciento en Santiago, el mercado latinoamericano que más resistencia ha opuesto al efecto generado en el sudeste de Asia.
En México, la caída fue de 13,34 por ciento. Los inversionistas dirigieron sus compras al mercado de cambios y el peso mexicano, relativamente estable desde comienzos de año, se depreció 9,30 por ciento respecto de las cotizaciones del viernes
El retroceso del Bovespa en Sao Paulo fue el mayor desde marzo de 1990, cuando el entonces presidente Fernando Collor de Mello congeló cuentas bancarias, el ahorro y muchos activos financieros. Esa medida, destinada a contener la inflación, hizo caer las bolsas brasileñas más de 20 por ciento.
El derrumbe de este lunes en Sao Paulo, que se suma a las caidas del jueves y viernes (8,15 y 2,97 por ciento), se debió a la crisis de Hong Kong y también a la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas del domingo en Argentina, según Pedro Espíndola, presidente de la Asociación Brasileña de Analistas del Mercado de Capitales.
Paradójicamente, los expertos argentinos negaron influencia al resultado electoral en el comportamiento de la bolsa de Buenos Aires.
La declinación bursátil persistirá en los proximos dias en Brasil, pero no se esperan consecuencias graves para la economia nacional.
En efecto, la economía brasileña presenta dos escudos ante ataques especulativos: fuertes reservas internacionales, situadas en 60.000 millones de dólares, y un programa de privatizaciones que puede rendir 80.000 millones de dólares en tres años.
Las acciones de las empresas englobadas en el índice Bovespa se negociaron por 1.333 millones de reales (1.200 millones de dólares), un volumen elevado, que refleja el nerviosismo de todo el dia, en que la caida se fue acentuando.
En Rio de Janeiro, la caída fue de 13,9 por ciento, pero el volumen de negocios es allí 50 veces menor que en Sao Paulo. Cayeron verticalmente acciones de grandes empresas estatales, co mo de telecomunicaciones y energía, que estaban en alza ante las buenas perspectivas de privatización.
Guillermo Calvo, el economista argentino que vaticinó la crisis mexicana de 1994, aseguró este lunes que la victoria de la oposición en los comicios de Argentina no asusta a los inversores internacionales.
Calvo señaló que los problemas del sudeste asiático, comenzados a principios de julio, cuando la moneda tailandesa tomó rumbo descendente, favorecieron hasta ahora a América Latina, al punto de que Chile tiene problemas de exceso de entrada de capitales.
Si Hong Kong devaluara su moneda, una medida que de momento ha descartado, "sería mala señal" y podría surgir un nuevo problema en Asia: una corrida bancaria, agregó.
En ese caso, "habría un colapso en la zona, que afectaría un poco a Brasil. En cuanto a Argentina, soy optimista, pero estamos en un mercado global, y es muy difícil salirse" de la coyuntura internacional, dijo el economista.
Mientras, el secretario de Hacienda de México, Guillermo Ortiz, aseguró que el golpe a la bolsa mexicana no afecta en gran medida la economía del país, pues los indicadores principales están en orden.
Ortiz calculó que los problemas de los mercados de acciones persistirán posiblemente otras dos semanas. (FIN/IPS/ff/97
