MEXICO: Banco Central retira atractivos a capitales foráneos

El Banco Central de México decidió retirar un poco de la miel que atrajo los últimos años a capitales extranjeros y privilegiar a cambio la recuperación del crédito interno, el consumo y las exportaciones.

Cumplidas las metas de crecimiento económico e inflación trazadas para el primer semestre, el Banco busca en el segundo, a través de operaciones con los bancos comerciales, bajar las atractivas tasas de interés e inducir una depreciación de la moneda nacional, el peso.

Hasta julio, la inversión extranjera total sumó 53.394 millones de dólares, 55,3 por ciento más que en diciembre de 1996. El peso se ubica actualmente en 7,71 unidades por dólar, nivel similar al mínimo registrado el año pasado.

La estrategia monetaria anunciada la noche del lunes para alterar intereses y precio de la moneda sería la última de relativa importancia que adopta el Banco bajo la batuta de su actual director, Miguel Mancera, quien tras 15 años de ocupar el puesto se retirará en diciembre.

Durante su gestión, marcada por momentos de bonanza y aguda crisis, Mancera trabajó con tres presidentes de la república distintos (Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo) y estrategias diferentes.

Según las nuevas medidas, en lo que resta de 1997, pero cuidando de no impactar en la inflación, la autoridad monetaria entregará periódicamente mayores créditos a los bancos, para que lo presten al público y a las empresas.

Al haber más circulante y oferta de dinero, se espera que bajen las tasas de interés de su actual nivel promedio de 20 por ciento, y que la moneda, que con la entrada de capitales se revaluó 22 por ciento los últimos 12 meses respecto al dólar, pierda parte de su valor para beneficiar a los exportadores.

Desde que estalló la crisis finacierra a fines de 1994, el Banco Central mantuvo restringido el circulante con el objetivo de mantener tasas de interés atractivas a nivel internacional, lo que atrajo importantes cantidades de inversiones, muchas de ellas especulativas y "golondrinas".

Además, intervino numerosas ocasiones en el mercado libre de dinero, vendiendo o comprando dólares, para evitar que el peso salga de los niveles que consideró adecuados.

"Las últimas medidas del Banco Central son positivas. Manejadas inteligentemente podrían mantener cerca a los inversionistas, pero sobre todo reactivar el consumo y las ventas externas", apuntó este martes el analista financiero Ignacio Catalán.

Aunque el Banco aún no movió sus nuevas ficha, este martes se reportó ya en la mayoría de instituciones de crédito una disminución de alrededor de 0,8 por ciento en las tasas de interés de corto plazo.

"Al haber pasado las elecciones del 6 de julio (se renovaron las Cámaras Legislativas y eligieron gobernadores) y habiendo la inflación mostrado una trayectoria adecuada, procede que el Banco Central recupere la posibilidad de enviar señales tendientes a lograr descensos en las tasas de interés", señaló un comunicado del Banco.

En los primeros ocho meses del año la inflación anualizada se redujo 8,5 puntos al pasar de 27,7 por ciento en diciembre de 1996 a 19,2 en agosto último. En diciembre de 1995, el indicador se había ubicado sobre el 50 por ciento.

Exportadores saludaron las últimas medidas monetarias del Banco Central, pues consideran que el peso ya perdió competitividad.

En julio, las importaciones llegaron a 9.433 millones de dólares, el nivel más alto de la historia. El repunte, mayor en cinco puntos porcentuales al de las exportaciones, revirtió la balanza comercial positiva mantenida por México durante 29 meses consecutivos.

Con la devaluación de la moneda a fines de 1994 y la crisis financiera que sobrevino, los ingresos por exportaciones aumentaron en forma constante, mientras las importaciones caían, revirtiendo así la tendencia deficitaria en el comercio exterior, presente desde 1989.

En 1995, el comerio registró una superávit global de 7.397 millones de dólares, el año pasado el saldo positivo bajó a 6.415 millones y en 1997, según las previsiones, podría ser menor a los 1.000 millones de dólares e incluso llegar al déficit.

El desbalance previsto en el comercio exterior, así como el esperado en los gastos públicos, estarán cubiertos con inversiones extranjeras, señalan las autoridades monetarias, tras descartar la posibilidad que se genere una crisis financiera, basados en que el producto interno y el empleo registran crecimientos.

Analistas y políticos de la oposición que ponen en duda la fortaleza de la recuperación económica advierten que podría regresar una crisis como la de 1994, pues el gobierno confía demasiado en el dinero foráneo, cuando en un alto porcentaje es de carácter especulativo y de corto plazo.

Directivos del Credit Suisse Group anunciaron que junto a otros bancos tienen listo un crédito de 2.000 millones de dólares para apoyar a México si se presenta una contingencia económica como la de fines de 1994. (FIN/IPS/dc/dg/if/97)

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