Los 1.111 indígenas zapatistas que marcharán hacia la capital mexicana en septiembre recorrerán la ruta seguida por las tropas del revolucionario Emiliano Zapata en 1914. Como lo hizo el desaparecido líder, pero ahora sin armas, en el viaje aspiran mutiplicar su número por seis o siete.
Cuando lleguen a la capital, el 12 de septiembre, el grupo ya será de 6.000 o más, pues se irán sumando muchos indígenas y simpatizantes durante el viaje, indicó a IPS Javier Elorriaga, portavoz del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), brazo político de la guerrilla.
"Hay mucho entusiasmo, cada día tenemos nuevos reportes de gente que quiere participar en la movilización", señaló Elorriaga.
La marcha, que se realizará en camiones y autobuses, partirá el 8 de septiembre de la ciudad de San Cristóbal de las Casas, a 1.000 kilómetros al sureste de ciudad de México, tras una ceremonia de despedida organizada por la comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
En el trayecto, la delegación de la guerrilla, con asiento en las selvas del estado de Chiapas, se detendrá en poblados de los estados de Oaxaca, Puebla y Morelos para reunirse con indígenas y simpatizantes.
La marcha terminará en la plaza central de la capital, igual que hace 83 años, cuando Zapata, uno de los líderes principales de la revolución mexicana de la segunda década del siglo, ingresó triunfante a ese lugar tras derrotar a las tropas del gobierno acantonadas en el sur del país.
En su campaña, inciada con 75 hombres, Zapata, un campesino de escasa formación escolar, fue engrosando sus filas hasta formar el Ejército del Sur.
Ahora no habrá armas, y según el gobierno, tampoco enfrentamientos.
Los zapatistas desarmados vienen a la capital para demandar al gobierno cumplir un acuerdo sobre derechos y cultura indígena, firmado hace 18 meses, exigir el retiro de los militares de sus zonas de influencia y participar en el primer congreso del FZLN.
Portavoces del gobierno del presidente Ernesto Zedillo señalaron que mientras los indígenas no viajen a la capital armados ni cubiertos sus rostros no serán molestados por ninguna autoridad.
El gobierno afirmó que incluso considera positivo que los zapatistas acudan a la capital a participar en la creación oficial de una fuerza política pacífica, como se define al FZLN.
"Dicen que los zapatistas podrán marchar a la ciudad de México siempre y cuando se presenten sin máscaras. Frente a eso sólo podemos decir: !híjole, si supieran!", apuntó el subcomandante Marcos, máximo líder del EZLN, en un comunicado difundido el fin de semana.
Según Elorriaga, la delegación zapatista permanecerá en la capital, en un lugar que aún no se define, alrededor de siete días.
Durante su estancia, los 1.111 indígenas -uno por cada una de las comunidades que apoyan al EZLN- presentarán sus propuestas de estatutos y estrategias políticas en el primer congreso del FZLN.
Con un agenda que descarta participar en elecciones y pone como objetivo central alentar la movilización de la "sociedad civil", el FZLN es una instancia cuya creación formal -con estatutos y dirigentes elegidos en votación- se viene anunciando desde 1995.
"La guerrilla y el frente buscamos lo mismo, que haya justicia, participación y democracia", expresó Elorriaga.
Marcos sostiene que el EZLN no dejará las armas por el momento, pues el gobierno no demuestra interés en atender sus demandas, pero sí alentará al FZLN en su trabajo pacífico y legal.
Sobre la marcha a la capital, en la que no participarían miembros de tropa sino únicamente representantes de las comunidades de apoyo, el líder declaró que su objetivo es "impulsar un nuevo estallido de la conciencia nacional" sobre la situación de los pueblos indígenas.
El diálogo de paz entre el EZLN y el gobierno de Zedillo se mantiene paralizados desde septiembre de 1996, luego de que el gobierno rechazó un proyecto de ley sobre derechos indígenas redactado por una comisión de mediadores del Congreso en base a acuerdos suscritos entre las partes en febrero de ese año.
A la sombra del suspendido diálogo se han multipliado los hechos de violencia en Chiapas. Este domingo, un grupo de indígenas zapatistas desarmados estuvo a punto de enfrentarse con miembros del Ejército, cuando éstos intentaron reinstalar un campamento militar en una zona de influencia del EZLN.
Marcos advierte que la guerrilla no volverá a dialogar mientras el gobierno no cumpla con el acuerdo de febrero de 1996, que otorga a las etnias ciertos niveles de autonomía, y disminuya la presencia militar en Chiapas.
El Ejecutivo considera que la autonomía de los nativos, en los términos que demanda el EZLN, viola la Constitutión y atenta contra la unidad del país. (FIN/IPS/IPS/dc/dg/ip-pr/97
