SRI LANKA: La guerra se intensifica mientras la paz se aleja

Las fuerzas del gobierno de Sri Lanka están a punto de desalojar a los secesionistas "tigres" de Tamil de una estratégica carretera, pero la ofensiva militar no acerca al país al objetivo de la paz, según la oposición legal.

Las tropas militares recuperaron en las últimas tres semanas territorios de la zona septentrional de Wanni bajo el control de la organización separatista Tigres para la Liberación de Tamil Eelam (LTTE) desde hacía más de diez años.

Pero los opositores afirman que el avance del ejército no obligará a los rebeldes a sentarse en la mesa de negociaciones. Por el contrario, dicen, los induce a rechazar cualquier medida que contribuya a poner fin a la intensa guerra étnica que ya lleva 14 años en esta isla del océano Indico.

"La recuperación de la carretera entre Colombo y Jaffna será un gran logro, pero dudo que acerque al país a la paz. Ningún acuerdo será perdurable sin la participación del LTTE", dijo Kaurnasena Kodituwakku, influyente legislador del Partido Nacional Unido (UNP), el principal de la oposición.

El gobierno está decidido a neutralizar en la faz militar a las guerrillas para arrastrarlas a la mesa de negociaciones antes de fin de año. Con ese fin lanzó la última ofensiva, una de las mayores realizadas desde el comienzo de la guerra.

Más de 20.000 soldados respaldados por aviones de combate, tanques y artillería lanzaron el ataque el 13 de mayo desde la localidad de Vavuniya, 220 kilómetros al norte de Colombo, y empujaron al LTTE hasta expulsarlo incluso de su bastión en la región de Wanni.

El objetivo del operativo, denominado "Jaya Sikuru" (victoria segura), es asegurar una ruta de abastecimiento entre Vavuniya y la península de Jaffna, 100 kilómetros al norte.

El ejército reanudó su ofensiva el martes, tras seis días de dedicarse a fortalecer su dominio sobre áreas ya capturadas, e incursionó aun más en territorios rebeldes. El objetivo es ahora la localidad de Puliyamkulam, atacada desde dos frentes y convertida en el foco de la resistencia del LTTE.

La operación del gobierno ya ocasionó la muerte de 214 rebeldes y heridas a otros 300, según el Ministerio de Defensa. Pero el LTTE afirma que apenas murieron 72 de sus combatientes.

El gobierno informó también que 90 soldados murieron y 145 recibieron heridas, pero fuentes de los hospitales establecieron que los lesionados son alrededor de 500.

La carretera que Colombo pretende recuperar une el sur de la isla con el norte, el principal escenario de la guerra, y fue cortada hace más de 10 años por los combates.

La meta del LTTE es la creación de un estado independiente en el norte y este de Sri Lanka para la minoría tamil, de religión hindú, que conforma 17 por ciento de los 18 millones de habitantes del país. Los separatistas dicen sufrir la discriminación de la mayoría budista.

La guerra ha provocado la muerte de más de 50.000 personas, según fuentes del gobierno.

Analistas militares afirman que la captura de la carretera norte-sur daría ventajas inmediatas al gobierno. La península septentrional de Jaffna fue recuperada en abril, por lo que se requiere con urgencia una ruta que una esa zona con el resto del país.

Hasta ahora, los soldados y civiles en Jaffna reciben suministros solo por aire y por mar.

"Necesitamos un vínculo directo con el norte. En mi opinión, debió haberse establecido hace mucho tiempo", dijo un ex alto comandante que reclamó reserva sobre su identidad.

La ofensiva también debilitaría al LTTE, pues reduciría la cantidad de guerrilleros de que dispone y también la cantidad de territorio bajo su control, explicó el analista político Dayan Jayatilleke, editor de la revista Lanka Guardian.

"Pero el LTTE no está, al parecer, dispuesto a negociar desde una posición de debilidad. Por eso, si la intención es obligarlos a sentarse en la mesa de negociaciones, eso no sucederá", agregó Jayatilleke.

Colombo ha asegurado que no tiene planes de negociar la paz con el LTTE, que se retiró sin previo aviso de las conversaciones previas en abril de 1995 al volar un barco militar e iniciar una nueva ofensiva.

El LTTE afirmó que tampoco tiene planes de negociar con el gobierno de la presidenta Chandrika Kumaratunga, acusado de desarrollar una política de debilitamiento sistemático de la población tamil.

Pero los observadores creen que la organización separatista, liderada por Velupillai Prabhadaran, deberá tener intervención en cualquier solución duradera al conflicto.

Colombo prefiere debilitar antes al LTTE en el plano militar antes de ofrecerle una autonomía considerable en los territorios donde predominan como alternativa a un estado separado.

El gobierno, por su parte, propuso un plan de paz, con el establecimiento de poderes ejecutivos y legislativos regionales. Ese plan incluiría reformas constitucionales que convertiría a Sri Lanka en una federación de regiones.

El plan fue sometido a un comité parlamentario y debe ser aprobado por una mayoría de dos tercios en el Congreso antes de sometérselo a un referendo nacional. La aprobación parlamentaria se prevé para noviembre.

Algunos políticos de la oposición creen que el gobierno no debe embarcarse en ofensivas costosas y sangrientas cuando existen alternativas.

"Si el LTTE no tiene ninguna intención de negociar, no hay más opción que la guerra. Pero tengo muchas dudas de o que el gobierno quiera con sinceridad reiniciar las conversaciones de paz", dijo Kodituwakku.

Algunos partidos políticos, como el Frente Unido de Liberación de Tamil (TULF), creen que Kumaratunga debe detener ya la ofensiva. "Resulta claro que la estrategia de alcanzar la paz por medio de la acción militar ha fracasado", dijo M. Sivasithambaram, presidente del TULF.

El vicepresidente del TULF, Veerasingham Anandasangari, apoyó la intención de abrir una ruta terrestre hacia Jaffna, pero rechazó las acciones efectuadas con ese fin, pues causaron sufrimiento a la población civil.

Funcionarios humanitarios afimraron que miles de habitantes de Wanni perdieron sus hogares y muchos se vieron obligados a buscar refugio en las junglas infestadas de mosquitos, sin comida, agua ni medicinas.

El gobierno anunció esta semana el envío de camiones con alimentos hacia Wanni, luego de haber interrumpido el suministro cuando comenzó la ofensiva. (FIN/IPS/tra-en/ms/an/mj/ip/97

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