/INTEGRACION/MERCOSUR: Cruzando lenguas

Mercosur mediante, pero también gracias a los intercambios naturales que se producen en las ciudades de frontera y a la influencia de la televisión, el portugués está penetrando cada vez a mayor ritmo en los países hispanoparlantes del bloque de integración.

Así lo constataron especialistas de universidades del área durante un seminario sobre la enseñanza del español y el portugués desarrollado en Montevideo. También observaron la misma tendencia autores de diversos estudios lingüísticos difundidos en Argentina, Brasil y Uruguay.

En el coloquio, organizado a fines de mayo, intervinieron docentes de 12 universidades argentinas, cinco brasileñas, la Nacional de Asunción y la estatal de Uruguay, todas reunidas en el ámbito del Núcleo de Educación para la Integración de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo.

Profesores de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de Uruguay, en cuya sede tuvo lugar el seminario, dijeron a IPS que la integración comercial ha favorecido la eclosión de estudios de portugués y de español, según sea el caso, en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

El fenómeno se da con particular fuerza en Argentina, donde se están inagurando cada vez más escuelas especializadas en enseñanza del portugués, que ha ganado nuevo estatus desde la constitución del bloque de integración, en 1995, según resumió la especialista Mónica Hirst.

Hirst dirige la Fundación Centro de Estudios Brasileños (CEB) de Buenos Aires, que a fines de 1996 contaba con 1.500 alumnos, 500 más que el año anterior.

El CEB planea abrir una escuela por año en cada provincia argentina e inaugurar nuevos locales en la capital para atender el crecimiento exponencial de la demanda.

De menor importancia pero también en franco crecimiento, el Centro Argentino Brasileño para la Integración Idiomática (CABI) abrió sus puertas hace menos de un año con 200 alumnos internos y 300 externos.

"Noventa por ciento de los estudiantes trabaja en Brasil o piensa que saber el portugués le puede abrir puertas laborales", señala la profesora Silvia Ferreira, una de las directoras del CABI, de nacionalidad brasileña.

Hasta hace poco, el motivo principal para que los argentinos aprendieran portugués era la atracción cultural que ejerce Brasil. "Ahora prima el hecho de que la integración comercial es una realidad", sostiene Ferreira.

Brasil y Argentina intercambian actualmente más de 10.000 millones de dólares al año y se prevé que ese volumen continuará creciendo en los próximos años.

El protocolo de Asunción, que dio nacimiento al Mercosur, recomendaba a los cuatro países miembros favorecer la enseñanza obligatoria del español y el portugués.

En Argentina, esa recomendación es aplicada en el Instituto de Servicio Exterior de la Nación, pero no en la enseñanza pública primaria o secundaria, que no cuenta con número suficiente de docentes.

Lo mismo sucede en Brasil, donde, según Joao Cardoso Filho, funcionario del Ministerio de Educación, "se necesitaría contratar a unos 50.000 profesores para atender la demanda", algo "absolutamente imposible" en el corto plazo.

Tampoco en este país los cursos de español son obligatorios en la enseñanza pública, pero las escuelas privadas de lenguas notan un crecimiento de la demanda y no sólo en ciudades como Sao Paulo o Rio de Janeiro sino también en otras capitales estaduales, como Curitiba, Porto Alegre, Recife, Salvador y Belo Horizonte.

El número de diplomados en lengua española concedidos por el gobierno español a ciudadanos brasileños pasó de 1.017 en 1990 a 1.589 en 1994.

Las "razones comerciales" pesan para favorecer la expansión de la lengua portuguesa en Uruguay, un país cada vez más "Brasil- dependiente" en su intercambio.

Pero no son las únicas. Y el portugués penetra a través de los intercambios humanos que se realizan naturalmente en las zonas fronterizas de manera más acelerada aun que por su enseñanza formal.

Datos primarios del Atlas Lingüístico del Uruguay, que se comenzó a elaborar en 1988 y estaría concluido para el 2000, indican que la región norte del país está fuertemente influida por el portugués, lengua de la cual los uruguayos del área han incorporado palabras, modismos y pronunciaciones.

"Es una presencia muy vital y que tiende a incrementarse, ya que se trata de un proceso que se va retroalimentando por la proximidad geográfica y los medios de comunicación", dijo el doctor en lingüística Adolfo Elizaincín al diario El Observador.

Elizaincín condujo, junto a su colega alemán Herald Thun, al equipo de 20 expertos que trabajó entre 1988 y 1992 para la elaboración del Atlas en 47 centros poblados de cuatro departamentos (provincias) de Uruguay fronterizos con Brasil.

El continuo trasiego de personas, la influencia económica de los empresarios brasileños, pero por sobre todas las cosas los medios de comunicación masivos, muy especialmente la televisión, hacen que las poblaciones norteñas uruguayas de las áreas límitrofes vivan más al ritmo del samba que del tango.

De acuerdo con una investigación del semanario Brecha de Montevideo en ciudades fronterizas, pocos de los residentes en esas zonas saben algo de la política nacional y raros son los que leen la prensa vernácula o ven la televisión uruguaya.

Lo único que resiste es el fútbol. "Cuando juega 'la celeste' (la selección nacional) todos somos uruguayos, aun contra Brasil", dijo un residente en el departamento de Artigas a esa publicación.

A fines del siglo pasado, el educador y reformador de la enseñanza uruguaya José Pedro Varela promovía la fundación de escuelas a lo largo de las zonas fronterizas norteñas para impedir la "brasileñización" de esos territorios.

Hoy, una medida de ese tipo no tendría ningún resultado, porque la televisión borra las fronteras, considera un analista del diario El Observador.

Elizaincín estima que para dotar de "alguna identidad" a la zona norte de Uruguay el Estado debería planificar la existencia del portugués en el país.

"En realidad, los habitantes del norte tenemos una identidad, y es doble", declaró por su parte a Brecha la directora de un liceo del departamento de Artigas.

"No somos ni uruguayos ni brasileños. Somos un producto híbrido y ese es nuestro componente esencial, que se ve incluso en la manera de hablar", destacó. (FIN/IPS/dg/jc-mj/pr ed/97

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