ASIA: Clases medias adquieren enfermedades de Occidente

Las clases medias de Asia adquieren a ritmo acelerado los malos hábitos de los países industrializados, corriendo cada vez más riesgos de contraer cáncer, obesidad y enfermedades cardíacas.

En los llamados "tigres" de la región, los avances en la salud aumentaron la longevidad, y ahora se centran en la forma de tratar enfermedades crónicas asociadas a la tercera edad y la calidad de vida.

En los países menos desarrollados, la gente todavía lucha contra enfermedades de la pobreza como desnutrición, deficiencia de vitaminas y mortalidad maternoinfantil.

Pero al igual que en otros países en desarrollo, las clases medias de Asia, cuyas filas se ensancharon en las últimas tres décadas de rápido crecimiento económico, presentan síntomas producidos por estilos de vida poco sanos.

"La gente de los países pobres está adquiriendo muchos de los estilos de vida insanos del mundo industrializado", alertó el Informe de la Salud Mundial 1997, presentado este mes por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El crecimiento y la urbanización alteraron el carácter de muchos asiáticos, produciendo cambios en la alimentación y el comportamiento.

Muchos se trasladan de villas a ciudades, donde trabajan en oficinas y fábricas, dejando la alimentación tradicional por comidas rápidas, adoptando estilos de vida sedentarios y conductas sexuales más permisivas. Además, se exponen al tabaco, el alcohol y las drogas.

Los niños consumen cada vez más cantidad de bebidas azucaradas y la obesidad, resultante de dietas poco sanas y formas de vida sedentarias, se asocia a enfermedades crónicas como cáncer, diabetes y disfunciones respiratorias.

Los problemas se agravan por "la difusión internacional de información errónea sobre productos de consumo", agregó el informe de la OMS, y pronosticó que estos factores "llevarán a un aumento del número de personas afectadas por la mala salud".

El tabaco y el alcohol son factores clave en proyectados aumentos de varios tipos de cáncer, que actualmente representan alrededor de 10 por ciento de las muertes en los países en desarrollo.

El cáncer y las enfermedades ciruculatorias, que desde hace tiempo dominan el mundo industrializado, ya son las principales causas de muerte en el sudeste de Asia, destacó la OMS.

Las muertes relacionadas al tabaco, principalmente cáncer pulmonar y enfermedades cardíacas, ya son tres millones por año en todo el mundo. La epidemia del tabaquismo comenzó en el mundo industrializado, para extenderse a áreas como el este de Europa y otras partes del mundo en desarrollo.

Compañías occidentales de tabaco están ocupadas en lograr su meta de expansión en Asia. En la región, el cáncer pulmonar ya es una preocupación seria por ejemplo en China, donde el hábito de fumar está afianzado desde hace tiempo.

Sólo en China se registrarán dos millones de los siete millones de muertes en los países en desarrollo a causa del uso del tabaco en el 2025, indicó otro documento de la OMS.

Los cigarrillos son el principal factor de cáncer de vejiga, cuya incidencia es particularmente alta en América del Norte, Europa y China.

Casi dos tercios de los casos de cáncer de estómago, el segundo tipo de cáncer del mundo, ocurre en los países en desarrollo. Areas de alto riesgo incluyen el este de Asia, especialmente Japón.

El sudeste del continente tiene alto porcentaje de cáncer de cérvix, segundo tipo más común de cáncer entre las mujeres.

China también es señalada en el informe de la OMS como un país con crecientes casos de cáncer de hígado. Alrededor de 82 por ciento de los 540.000 nuevos casos anuales se presentan en países en desarrollo, y 55 por ciento de estos, en China.

Pero a diferencia de los países ricos, donde el cáncer de hígado a menudo está causado por excesivo consumo de alcohol, el grueso de estos casos en los países en desarrollo es atribuible al virus de hepatitis B, que produce hepatitis crónica y luego cáncer.

Las enfermedades cardiovasculares también son más comunes en Asia, y la enfermedad coronaria es atribuible a factores del estilo de vida.

La enfermedad coronaria es responsable de un tercio de las muertes en los países industrializados. Pero mientras las muertes por esta disfunción cayeron más de 50 por ciento a mediados de la década de 1960, ahora "aumentan en los paíes en desarrollo a medida que sus poblaciones adoptan hábitos y conductas insanos".

El informe de la OMS proyecta una duplicación en los casos de diabetes mellitus causados por una deficiencia heredada o adquirida en la producción de insulina, de 135 millones de casos en todo el mundo en 1995 a 300 millones estimados en el 2025.

Esta tendencia se debe al envejecimiento de la población, dietas malas para el organismo, obesidad y estilos de vida sedentarios. Mientras el aumento será de 45 por ciento en los países industrializados, se acercará a 200 por ciento en los países en desarrollo, indicó el informe.

En el sudeste de Asia, desde India a Tailandia, la prevalencia estimada de la diabetes mellitus saltará de 27,6 por ciento en 1995 a 79,5 por ciento en el 2025. En la región del Pacífico occidental, pasará de 26,4 por ciento a 56 por ciento en ese año.

Asia está en un período de transición en el que pasa de superar enfermedades infecciosas y desafíos básicos de la salud, a enfrentar enfermedades crónicas más generalizadas en los países industrializados.

Pero el continente aún enfrenta viejos desafíos propios de la pobreza y el insuficiente desarrollo humano.

Por ejemplo, muchos países aún no superaron la desnutrición. La prevalencia de la anemia es altísima en el sur de Asia, mientras los índices más altos de deficiencia de iodo y vitamina A se registran en el sudeste de Asia y el Pacífico occidental, según datos de la OMS.

En otras palabras, muchos países en desarrollo enfrentan "una doble carga". La descripción es demasiado precisa. Cientos de millones de personas viven ahora bajo dos amenazas. La primera, la largamente familiar de las enfermedades infecciosas como malaria y tuberculosis.

La segunda, "la nueva y creciente sombra de enfermedades crónicas no infecciosas, para las cuales carecen de tratamiento, y una de las enfermedades sociales que con demasiada frecuencia acompañan el desarrollo económico", destacó la OMS. (FIN/IPS/tra-en/js/lp/he-dv/97

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