ZAIRE: Fin del régimen de Mobutu cambiará situación en Africa

Gran parte de Zaire está en manos rebeldes y manifestantes presionan sobre el gobierno aislado en Kinshasa, en una situación que no cuestiona la caída del régimen de Mobutu Sese Seko, sino qué sucederá después y las repercusiones en Africa central.

El jefe del Movimiento Pan Africano, Tajudeen Raheem, dijo a IPS por teléfono desde Kampala que la dictadura de Mobutu "se quedó sin aliados y sin ideas", aunque destacó que el régimen de Kinshasa podría oponer resistencia.

En el peor escenario, Raheem estimó que Mobutu y su aparato de seguridad podrían retirarse a Gbadolite, lugar de nacimiento del mariscal.

Según el programa de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire (AFDL), podría emerger un gobierno de unidad nacional entre los rebeldes y la oposición política, estimó.

El analista político de Zaire Georges Nzongola, profesor de estudios africanos de Howard University en Estados Unidos, afirma que lo que Zaire necesita es una alianza entre la Oposición Radical, liderada por el desplazado primer ministro Etienne Tshisekedi, y las AFDL de Laurent Kabila.

Ambos líderes luchan por el fin de una dictadura responsable de muchos sufrimientos para la población, dijo.

Pero Nzongola, presidente de la Asociación Africana de Ciencia Política, con sede en Harare, señaló la necesidad de evitar el peligro de una nueva dictadura. "Resulta preocupante escuchar a Kabila y sus portavoces hablar sobre la prohibición de los partidos políticos", destacó.

Las intensas luchas democráticas de los últimos siete años en Zaire no pueden ser olvidadas, "son luchas reales", dijo el experto, y señaló que los alzamientos que han tenido lugar en Kinshasa en los últimos días "demuestran que la población está movilizada".

Residentes en Kinshasa salieron a las calles en las últimas semanas. El mes pasado, manifestantes marcharon contra el régimen de Mobutu, y esta semana hubo demostraciones masivas de respaldo a Tshisekedi, quien fue destituido la semana pasada en su flamante cargo de primer ministro.

El gobierno del nuevo primer ministro, Likulia Bolongo, que debía ser anunciado este viernes, enfrenta la oposición de radicales y moderados que se niegan a integrar el nuevo gobierno.

Las AFDL comenzaron a luchar por el fin del gobierno de Mobutu en octubre del año pasado. Casi medio año después, controlan alrededor de un tercio del segundo país de Africa subsahariana, incluyendo las dos ciudades más importantes después de la capital, Lubumbashi y Kisangani.

Este jueves Kabila dijo a Mobutu tres días para que renunciara, y anunció haber dado a sus combatientes la orden de detener la lucha hasta el fin del ultimátum.

Si Mobutu acepta, lo cual es poco posible, o si es forzado a dejar el poder, lo cual muchos consideran inevitable, la ex colonia belga y sus 45 millones de personas estarían en condiciones de emerger de una larga noche de 31 años.

Con un área de 2.344.885 kilómetros cuadrados, Zaire es más grande que Europa Occidental. Pocos países pueden igualar la riqueza de sus recursos naturales, que incluyen diamantes, oro, cobre, cobalto, productos agrícolas y potencial hidroeléctrico. Pero la gente sigue siendo pobre.

La dictadura de Mobutu "significó un gran subdesarrollo", dijo Nzongola. La infraestructura dejada por los belgas fue destruida por completo, sobretodo los servicios urbanos y la distribución de agua.

En un país que podría iluminar a toda Africa, la mayoría de las ciudades está en absoluta oscuridad. No hay energía eléctrica suficiente para la mayoría de los residentes urbanos. "El país está en ruinas", señaló.

El fin de la dictadura de Mobutu tendrá consecuencias en Africa central, dado el respaldo prestado por el régimen a la Unión Nacional para la Liberación Total de Angola (UNITA) y el ex régimen ruandés y su ejército, que huyó a Zaire en julio de 1994.

Angola tiene ahora la posibilidad de alcanzar una paz duradera, porque Zaire ya no será utilizado como base de operaciones de UNITA, dijo Raheem, quien ve una relación entre los hechos en Zaire y la aceptación esta semana de UNITA de participar en un gobierno de unidad nacional en Luanda.

Además, las ex fuerzas armadas de Ruanda (FAR) y las milicias hutu que desataron el genocidio de 1994, en el cual murieron cientos de miles de personas, ya no podrán utilizar Zaire como base, mientras "la mayoría de los grupos rebeldes que desestabilizaron Uganda no tendrán un lugar para esconderse en Zaire".

El gobierno de Sudán, que utilizó su alianza con Zaire para retomar posiciones logradas por el Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA), también perderá un punto de apoyo. (FIN/IPS/tra-en/kb/yjc/lp/ip/97

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