NACIONES UNIDAS: Annan quiere reformar el Consejo de Seguridad

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, manifestó hoy su voluntad de reformar la estructura del Consejo de Seguridad para adaptarlo al panorama internacional de la actualidad.

La estructura actual del Consejo refleja la realidad geopolítica de 1945, cuando finalizó la segunda guerra mundial, y ya es tiempo de que su composición se adapte al mundo de hoy, destacó Annan.

La reforma incluiría la ampliación del órgano más poderoso del organismo mundial, donde Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China ocupan un lugar permanente y tienen la facultad de vetar las resoluciones. El Consejo se complementa con 10 miembros rotativos sin poder de veto.

El presidente actual de la Asamblea General, el diplomático malasio Razali Ismail, propuso la creación de cinco lugares permanentes adicionales: dos para países industrializados y tres para naciones en desarrollo.

Ismail sugirió que los nuevos miembros no tengan poder de veto en la propuesta que presentó en marzo ante la Asamblea General en Nueva York.

Annan, que llegó a Bonn este miércoles en una visita de tres días a Alemania, manifestó su deseo de que la propuesta sea analizada por los 185 miembros del organismo mundial.

El Movimiento de No Alineados, que representa a las dos terceras partes de los miembros de la ONU, también solicitó la semana pasada que el Consejo dé cabida a más integrantes con igualdad de derechos.

Alemania pretende obtener un lugar en el Consejo de Seguridad, con o sin poder de veto. El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Klaus Kinkel, anunció en una conferencia de prensa conjunta con Annan que su gobierno no se opondrá a un Consejo de Seguridad cuyos miembros no tengan capacidad de veto.

Asimismo, pidió el apoyo de Annan para trasladar otros organismos de la ONU a Bonn.

Las autoridades alemanas temen que Bonn, capital de Alemania Occidental por casi 40 años, se convierta en una ciudad inactiva luego del traslado del gobierno y el parlamento a Berlín, que se produciría en los próximos dos o tres años.

Hasta el momento, sólo dos organismos de la ONU tienen su sede en Bonn: los Voluntarios de las Naciones Unidas y la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

El gobierno ofreció a la antigua capital como sede de la convención de la ONU sobre desertización, y espera que se adopte una decisión al respecto en el correr de este año.

Sin embargo, Annan no se comprometió a trasladar otras agencias a Bonn. Alemania también está interesada en albergar al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Población y el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer.

En 1993, la Asamblea General no recibió con entusiasmo la propuesta de Alemania para establecer esos organismos en Bonn, aunque la oferta incluyó alojamiento gratuito y el incremento de la contribución económica anual del gobierno alemán al foro mundial.

Alemania aporta nueve por ciento del presupuesto total de la ONU, lo que la convierte en el tercer contribuyente de la organización mundial luego de Estados Unidos, con 25 por ciento, y Japón, con 15 por ciento.

La ONU sostiene que Estados Unidos le debe más de 1.500 millones de dólares en aportes atrasados, aunque Washington insiste en que la cifra se sitúa alrededor de los 1.000 millones.

Annan señaló que el gobierno del presidente Bill Clinton prometió cumplir con sus obligaciones legales para con el organismo mundial, pero no especificó cuándo llegará el dinero.

Mientras, el ministro Kinkel instó a los estados miembros a que paguen sus aportes atrasados.

Antes de concluir su visita el viernes, Annan se reunirá con el canciller Helmut Kohl, con el ministro de Defensa, Volker Ruehe, con la ministra del Medio Ambiente, Angela Merkel y con el ministro de Cooperación Económica, Carl-Dieter Spranger.

Asimismo, se reunirá con legisladores del Partido Social Demócrata y del partido ecológico.

Annan terminará su visita luego de firmar el libro dorado de la ciudad de Bonn, por invitación del intendente Baerbel Dieckmann. La acción es considerada una buena señal por los habitantes de la antigua capital, que desean convertirla en un centro de cooperación internacional. (FIN/IPS/tra-en/raj/mn/aq-ml/ip/97

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