El gobernador de Brasilia, Cristovam Buarque, y el vicepresidente de Brasil, Marco Maciel, dispusieron el traslado de los restos del indígena asesinado Galdino Jesus do Santos, así como de su familia, al estado de Bahía, de donde son originarios.
Do Santos fue asesinado la madrugada del domingo 20 por cinco adolescentes, detenidos pocas horas después, que paseaban en automóvil cuando le vieron dormido en una parada de autobuses, donde le echaron líquido inflamable y le prendieron el fuego.
El indígena del pueblo pataxó participaba en Brasilia de las celebraciones del Día del Indio. La madrugada en que fue quemado vivo perdió a sus compañeros y no pudo entrar a la pensión que alquilaba, por lo que decidió dormir en la calle.
Una multitud se congregó el lunes 21, convocada por el Consejo Misionero Indigenista y el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra, en el lugar donde ocurrió el crimen, para protestar contra la prepotencia de los asesinos.
El Consejo de Articulación de los Pueblos y Organizaciones Indígenas de Brasil (CAPOIB) se manifestaron "indignados por otro hediondo crimen más contra nuestros familiares" y reclamaron a las autoridades intervención para que no quede impune.
"Estamos consternados por la impunidad que prevalece en nuestro país. Los responsables de las masacres de 14 tikuna, 19 yanomami y los asesinos de Marçal Tupà-i continúan impunes", recordó la organización.
La CAPOIB agregó, en una carta dirigida al presidente Fernando Henrique Cardoso, el ministro interino de Justicia Milton Seligman, Buarque y el procurador Geraldo Brindeiro, que "es preciso hacer justicia para impedir que se cometan otros crímenes contra indios y no indios". (FIN/IPS/mj/ip/97
