AMERICA CENTRAL: Falta eliminar la causa de las guerras civiles

En América Central se han firmado acuerdos de paz, pero todavía falta eliminar la causa de las guerras civiles que asolaron esa región durante décadas, advirtieron los centraomericanos y europeos participantes en un seminario realizado hoy en la capital española.

La Unión Europea (UE), que ha apoyado esos procesos de paz, ahora tiene el desafío de contribuir con igual o mayor intensidad al desarrollo sustentable de los países centroamericanos, única garantía de que no volverán a surgir conflictos armados, se añadió.

El seminario, destinado a analizar el papel de Europa ante los procesos de paz en América Central, fue organizado por la socialdemócrata Fundación Friedrich Ebert, de Alemania, el Instituto Universitario Ortega y Gasset y la representación de las Comunidades Europeas (CE) en España.

El catedrático español Francisco Aldecoea pronunció la conferencia inaugural, tras la apertura del acto realizada por el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja y por los embajadores José Andino Salazar, de El Salvador, y José Alberto Sandoval Cojulún, de Guatemala.

También participaron Edelberto Torres Rivas, ex secretario general de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), el profesor Rafael Guido Béjar, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, y Manuel Medina, presidente del grupo socialista en el Parlamento Europeo.

Aldecoa subrayó como un acierto y una novedad el proceso de paz en Centroamérica, al que definió como "un proceso único con cuatro diversas expresiones". La novedad, añadió, es que por primera vez se ponen sobre la mesa las causas de los conflictos y no sólo su exteriorización violenta.

"Si se acepta que la raíz del conflicto es estructural — la exclusión de las mayorías de una vida digna— habrá que atacar esa raíz para consolidar la paz", sentenció Aldecoa.

En su opinión, el futuro de la región se dirime en el cambio de estructuras, para vertebrar la sociedad civil, consolidar la democracia y asegurar una salida de la pobreza a los sectores marginados.

Salazar dijo que hay que evitar "el síndrome del olvido". Ese síndrome se manifiesta, dijo, cuando cesan los actos violentos y los países desaparecen de la primera plana de los periódicos.

Se produce entonces, prosiguió el embajador salvadoreño, la paradoja de que los recursos para el desarrollo se vuelven escasos, siendo que para la guerra sobraban. Y, advirtió, "las causas que generaron los conflictos todavía están vivas".

Mayor Oreja se refirió a la colaboración prestada a la pacificación por su ministerio, tanto bajo el gobierno socialista como en la actualidad. En Guatemala están destacadas unidades de la Guardia Civil, una policía militarizada española, y en El Salvador, de la Policía Nacional, o policía civil española.

Ambos cuerpos colaboran en la formación y el desarrollo de las fuerzas de seguridad de esos países.

En España, recordó Mayor Oreja, el 16 de junio se cumplirán 20 años de las primeras elecciones democráticas después de la dictadura franquista. Desde entonces, las fuerzas de seguridad se fueron adaptando a vivir en democracia, procurando el equilibrio entre libertad y seguridad.

En este país, prosiguió, se avanzó hacia una "cultura de la seguridad alejada de concepciones represoras y también de las ingenuas o utópicas".

Esa experiencia, fundada en la convicción de que "la democracia exige perseverancia para acrecentar los niveles de tolerancia, no dramatizar las diferencias en cada sociedad y alentar el fortalecimiento de la voluntad de paz de sociedades decididas a su propia reconciliación", es la que España intenta poner a disposición de los países de América Central. (FIN/IPS/td/ff/ip/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe