La producción de pescado, impulsada por la acuicultura, alcanzó en 1995 la marca histórica de 112,3 millones de toneladas, según cifras preliminares difundidas hoy por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La cantidad registrada en 1994 fue de 109,6 millones de toneladas y el aumento logrado un año después se debió al persistente crecimiento de la producción acuícola, particularmente en China, y a la expansión frente a la costa occidental de América del Sur de especies pelágicas fluctuantes.
FAO dio a conocer en conferencia de prensa el informe sobre "El Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura, 1996", presentado a la reunión bienal del Comité de Pesca de la misma agencia, que comenzó este lunes y finalizará el jueves con asistencia de representantes de 100 países.
De la cifra preliminar de 112,3 millones de toneladas de la producción pesquera total en 1995,
Se calcula que alrededor de 31,5 millones, de los 112,3 millones de toneladas de pescado obtenidas en 1995, se utilizaron para la elaboración de productos derivados.
La cantidad total de pescado disponible para el consumo humano directo habría alcanzado en 1995 a 80 millones de toneladas, 3,4 millones más que en 1994, y el total fue de 14 kilogramos por habitante y año.
La producción pesquera de América Latina y el Caribe alcanzó en 1994 el nivel sin precedentes de 24 millones de toneladas, una cantidad equivalente a 22 por ciento del total mundial.
La contribución del sector a la economía se concentró en las zonas rurales costeras, donde constituye la fuente principal y muchas veces exclusiva de empleo e ingreso.
A escala nacional, su papel es secundario: el consumo de pescado fue inferior en América Latina al promedio mundial, con un suministro por habitante de nueve kilogramos al año.
Los países de América Latina son grandes exportadores de pescado y productos pesqueros, y tienen una participación de 11 por ciento en las ventas mundiales del sector. Los principales productos comercializados son el camarón y la harina de pescado y Chile es el mayor exportador neto.
La producción sigue dominada por la anchoveta de Perú y las fluctuaciones en el volumen total se deben a la variabilidad de esa especie.
Moritaka Hayashi, subdirector general de FAO y jefe del departamento de Pesca de la organización, advirtió al iniciarse la reunión de cuatro días del Comité de Pesca que las fuerzas del mercado no bastan por sí solas para garantizar una producción pesquera sustentable en el futuro.
"Con respecto al problema especial de sobrepesca, la historia demuestra que se debe a la capitalización excesiva de la industria pesquera y a la necesidad de aumentar los rendimientos en pequeña escala, lo que ha provocado el agotamiento de algunas pesquerías y poblaciones de peces", dijo Hayashi.
La comunidad internacional realizó varias tentativas de ordenación de la pesca en la primera mitad de la década en curso, para garantizar su sustentabilidad. El esfuerzo condujo a la aprobación en octubre de 1995 del Código de Conducta para la Pesca Responsable.
En el estudio sobre el potencial de pesca, en el que se examina la dinámica de las 200 especies marinas del mundo, se demuestra el rápido incremento de la presión pesquera.
"El número de especies para las que es preciso establecer medidas de ordenación aumenta gradualmente. De casi ninguna en 1950 se pasó a más de 60 por ciento en 1994, lo que evidencia la necesidad urgentes de medidas eficaces para controlar y reducir la pesca", se consignó en el informe.
El comercio internacional de pescado sigue en aumento. Hace 10 años, el valor de las exportaciones de pescado fue de 17.000 millones de dólares, en 1990 ascendió a 35.800 millones y en 1994 a 47.000 millones.
Hay indicaciones de que en 1995, las exportaciones mundiales superaron los 50.000 millones de dólares.
Japón permanece como primer importador mundial de productos pesqueros, con 30 por ciento del total. Sus compras se incrementaron en 1995, junto con el volumen adquirido por Estados Unidos y la Unión Europea. (FIN/IPS/jp/ff/dv/97
