El gobierno de Estados Unidos decidió enviar a su principal negociador en el Medio Oriente, Dennis Ross, para mediar entre israelíes y palestinos, ante la crisis desatada por la construcción de un asentamiento judío en Jerusalén.
La administración de Bill Clinton busca reanudar las negociaciones entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para detener la escalada de violencia que, aseguran los analistas, podría acabar con el proceso de paz.
Ross condujo las negociaciones que concluyeron en el acuerdo de Hebrón en enero, y ha sido el principal negociador de Washington en la región en las administraciones de Clinton y George Bush.
"Estados Unidos tiene la obligación como mediador de tomar la delantera y presentar ideas", afirma Judith Kipper, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, de Washington.
El director del Instituto Arabe-Estadounidense, James Zogby, teme que el proceso de paz haya sufrido un "golpe irreversible" por la reciente decisión del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de comenzar la construcción de un nuevo asentamiento judío entre Jerusalén oriental y Belén.
El asentamiento para 30.000 judíos se construirá sobre una colina al sur del centro de Jerusalén, llamada Har Homa por los israelíes y Jabal Abu Ghnaim por los árabes. Cierra el círculo de barrios judíos construidos en torno al sector árabe de Jerusalén oriental desde que Israel invadió Cisjordania en 1967.
La construcción fue anunciada a fines de febrero, justo después que Israel decidió retirar sus tropas de sólo dos por ciento del territorio de Cisjordania, según el acuerdo firmado en enero que prevé varias retiradas.
El presidente de la ANP, Yasser Arafat, recibió con desagrado la decisión ya que esperaba un retiro mayor de soldados, y Washington expresó su desilusión por la noticia.
La construcción en Har Homa, impulsada por los miembros del ala derecha del gabinete, se considera más polémica aún.
"Predetermina tres de los cuatro temas que se suponía serían decididos en el acuerdo final, al aislar a Jerusalén y 11 poblados árabes de Cisjordania", afirma Zogby. "Le quitó una gran parte a Cisjordania".
La decisión fue tomada sin consultar a los palestinos.
"Netanyahu dice 'vamos a determinar lo que recibirán los palestinos y ellos lo aceptarán'. Eso no es un proceso de negociación", sostiene Zogby.
Washington denunció que la intención de construir en Har Homa viola el espíritu de los acuerdos de Oslo de 1993, que exigía que las partes no tomaran medidas unilaterales que pudieran perjudicar las negociaciones.
A pesar de las objeciones israelíes, la administración de Clinton participó en una reunión con Arafat en la Ciudad de Gaza para discutir la situación con diplomáticos de países que respaldaron el proceso de paz.
Pero Estados Unidos no sólo bloqueó un intento de oponerse a la decisión israelí por los conferenciantes de Gaza, sino que vetó dos resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que denunciaban al asentamiento como una amenaza para la paz.
La crisis se agravó el viernes cuando un miembro del movimiento islámico Hamas mató a tres mujeres israelíes e hirió a 40 personas con una bomba en un café de Tel Aviv.
Israel inmediatamente aisló a los territorios palestinos y acusó a Arafat de haber autorizado a Hamas el ataque a objetivos israelíes al liberar este mes a militantes de Hamas que estaban recluidos en prisiones palestinas.
Desde la semana pasada, violentos encuentros entre jóvenes palestinos y soldados israelíes recuerdan escenas de la Intifada, el movimiento de resistencia palestino a fines de los años 80 y principios de los 90.
"Recuerdo que, al principio, se decía que la Intifada concluiría en poco tiempo, pero miren lo que produjo", afirmó Kipper, quien piensa que el levantamiento impulsó a Israel a negociar con la Organización para la Liberación Palestina (OLP).
Hasta el lunes, las autoridades de Estados Unidos habían denunciado el asentamiento en Har Homa y defendido a Arafat contra las acusaciones israelíes de que trataba de provocar la violencia contra Israel.
El lunes, Washington cambió su estrategia, al solicitar a Arafat que hiciera más para impedir la violencia y el terrorismo contra Israel.
Zogby sostiene que el cambio en la retórica de Estados Unidos, desplazó la discusión del daño que Har Homa infirió al proceso de paz.
Afirma que el militante que detonó la bomba el viernes, en Tel Aviv, actuó en zonas controladas por Israel y no por la ANP.
Agrega que el proceso de paz podría derrumbarse si Netanyahu no detiene la construcción en Har Homa.
Kipper señala que será "muy difícil" que los palestinos puedan realizar avances "si los israelíes construyen viviendas judías en Jerusalén oriental". (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/aq-jc/ip/97