La organización armada ETA mató hoy en la ciudad de San Sebastián, al norte de España, al psicólogo Javier Gómez Elósegui, impulsor de una propuesta de diálogo para acabar con la violencia en el País Vasco.
Momentos después del atentado fue detenido su autor, Fernando Elejalde Tapia, miembro del comando Donosti (nombre en vascuence de la norteña ciudad de San Sebastián) de ETA, quien mató a Gómez Elósegui de un balazo en la nuca.
La víctima, de 37 años, casado y con una hija de tres años, era miembro de una familia enraizada en el País Vasco y trabajaba como psicólogo en la prisión de Martutene, en aquella región. Su hermano es un conocido dirigente del sindicato vasco nacionalista ELA-STV, del que también era miembro el asesinado.
Gómez Elosegui, además, fue uno de los impulsores del documento elaborado por el sindicato ELA-STV en 1996 en el que se abogaba por la distensión y la negociación con ETA para acabar con la violencia en el País Vasco.
También se había pronunciado públicamente a favor de trasladar a los presos vascos a aquella región, una demanda de ETA apoyada por todos los partidos nacionalistas, incluido el moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), que gobierna la comunidad autónoma vasca.
Apenas transcendida la noticia del asesinato, más de un centenar de afiliados de la central sindical y la esposa, la madre y el hermano de la víctima se concentraron frente al hospital Nuestra Señora de Aránzazu, al que fue trasladado y donde murió Gómez Elosegui.
Mientras tanto, miembros de la "ertxantza" (policía autónoma vasca) acordonaron una amplia zona de Gros, barrio en el que fue cometido el asesinato. Según testigos presenciales, allí se habrían refugiado los otros dos miembros del comando etarra, la mujer Irántzu Gallastegui Sodupe y Javier García Gaztelu. Pero éstos lograron huir.
Elejalde Tapia, autor del disparo que causó la muerte del funcionario de prisiones, fue detenido tras un breve tiroteo, cuando intentaba huir a pie. En su poder tenía aún la pistola que había utilizado para matar a Gómez Elósegui.
Los policias nacionales, que actuaron de inmediato, vestían de civil y estaban desayunando en un bar próximo cuando escucharon los disparos y salieron a la calle.
El azar llevó esta vez a la detención de los autores de un atentado, hecho prácticamente inusual en el País Vasco, donde los etarras suelen huir sin mayores problemas, a pesar de actuar a rostro descubierto.
La organización no gubernamental y no partidista Gesto por la Paz convocó a manifestaciones silenciosas de repudio al atentado en todo el País Vasco y Navarra, comunidad esta última con la mitad de su población vascoparlante.
La Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.) emitió un comunicado de condena alhecho, y transmitió sus condolencias a la familia y a sus compañeros del sindicato Ela-STV.
CCOO, una de las dos grandes centrales sindicales de España, destacó que "alienta y apoya al pueblo vasco a seguir luchando contra la violencia, por la libertad, la dignidad y la búsqueda de un espacio imprescindible para la paz y la convivencia en el marco de la Constitución y del Estatuto de autonomía del País Vasco". (FIN/IPS/af/ff/ip
