El nuevo ministro de Defensa de Colombia, Gilberto Echeverry, anunció hoy que convertir a la paz una política de Estado a cargo de un organismo especialmente creado para ese fin, es una de las prioridades de su gestión.
Echeverry fue designado este jueves por el presidente de la república Ernesto Samper cuatro días después de la renuncia de su antecesor, Guillermo González, a quien se investiga por haber recibido dinero de un presunto narcotraficante para su campaña electoral al Congreso en 1989.
El nuevo ministro de Defensa, quien se desempeñó hasta este jueves como gerente de una empresa de telefonía celular, dijo que se requiere la creación de una institución que a nombre del Estado busque soluciones al conflicto armado que vive Colombia desde hace más de tres décadas.
Echeverry formaba parte de la Comisión Nacional de Paz del departamento de Antioquia, en el noroeste del país, que desde 1995 impulsa el diálogo con líderes guerrilleros recluidos en la cárcel de Itaguí y jefes de grupos paramilitares.
Gabriel Rosas, coordinador de la Comisión del Gasto Público, comentó que lo novedoso de la propuesta consiste en que por primera vez comprometería a la sociedad civil en el proceso.
A diferencia de los modelos ensayados hasta ahora, en la Comisión participarían por primera vez los militares, junto a la Iglesia Católica, parlamentarios y organizaciones sociales, y sería creada por ley, lo que le daría una mayor independencia.
Los gobiernos de Virgilio Barco (1986-90), César Gaviria (1990- 94) y el actual de Samper impulsaron la negociación directa con la guerrilla.
Según Echeverry, la iniciativa "pretende abrir un espacio de diálogo basado en un sistema despersonalizado de los cuatrienios" de gobierno, que lo libere de las presiones políticas de turno.
El nuevo ministro considera fundamental que participen los militares, que "durante 40 años han puesto el frente y miles de muertos en defensa de la soberanía nacional".
Echeverry, el quinto civil que ocupa el Ministerio de Defensa y el cuarto en el gobierno de Samper, fue ministro de Desarrollo Económico en el gobierno de julio César Turbay (1978-82), embajador en Ecuador y gobernador de Antinoquia.
La propuesta de Echeverry fue bien recibida incluso entre sectores opositores.
Humberto de la Calle, quien renunció a la vicepresidencia de para liderar un movimiento de oposición a Samper, avaló la propuesta con el argumento de que debe colocarse "el tema de la paz en una instancia superior, que esté más allá de las discusiones de carácter político".
Fabio Valencia, del Partido Conservador, segunda fuerza política colombiana, consideró buena la propuesta pero manifestó dudas en cuanto a que "un gobierno tan caótico como el actual" deje al nuevo ministro llevarla adelante.
Augusto López, del grupo económico Santodomingo, uno de los tres mayores del país, afirmó que "todos los caminos que se recorran para tratar de alcanzar la paz son bienvenidos".
"No hay ninguna duda que el problema más grave que tiene el país es la inseguridad en el campo y las ciudades", afirmó.
Mario Valderrama, presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CGTD), respaldó la iniciativa, por considerar que un verdadero proceso de paz no puede excluir actores del conflicto, como ha ocurrido hasta ahora.
La última negociación entre el gobierno y la Coordinadora Nacional Guerrillera tuvo lugar sin éxito en la ciudad mexicana de Tlaxcala a fines del gobierno de Gaviria y el actual gobierno realizó varios intentos de diálogo que resultaron infrectuosos.
La Cordinadora Nacional Guerrillera, que cuenta con más de 10.000 combatientes, está integrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional, y el Ejército Popular de Liberación. (FIN/IPS/yf/ag/ip/97
