La escalada violencia de la última semana en Colombia continuó hoy con varios atentados y enfrentamientos entre el ejército y la guerrilla, que dejaron un saldo de tres insurgentes y un soldado muertos.
El combate entre el ejército y un comando de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC), la mayor y más antigua organización guerrillera del país, se registró en el nororiental municipio de Urrao, dejó también otros 12 soldados heridos.
Según el informe oficial, el combate se inició después de que los guerrilleros incendiaron un autobus de transporte interdepartamental.
Asimismo, en el norteño departamento de Cesar fueron dinamitadas cuatro haciendas en la que sólo se registraron daños materiales. La policía atribuyó el hecho al Ejército de Liberación Nacional (ELN), que momentos antes de iniciar su acción evacuaron a las familias que trabajaban allí.
Las acciones de la guerrilla estarían orientadas a contrarrestar la ampliación de los planes de erradicación de cultivos ilícitos anunciados recientemente por el gobierno y a bajar la presión que el ejército mantiene en el Sudeste de Colombia.
La estrategia de las FARC fue detectada a fines de febrero en un mensaje radiotelefónico del comandante del Bloque Sur, Raúl Briceño, interceptado por el ejército.
En el mensaje se ordenaba a los comandantes de los frentes del sur y este "el inicio de una escalada terrorista" contra bases militares y de policía de los departamentos de Caquetá, Putumayo y Meta, incluidos en la segunda fase del plan de erradicación de cultivos ilícitos que reanudó el gobierno el día 11.
"Para nadie es un secreto que la guerrilla no se va a quedar quieta cuando comience la fumigación de cultivos en esos departamentos", afirmó una fuente del ejército que pidió no ser identificada. (FIN/IPS/yf/ag/ip/97
