La Liga Norte realizará desde este viernes hasta el domingo el congreso de la secesión, para renunciar formalmente al federalismo y consagrar como objetivo principal de su acción política la separación de la Padania del resto de Italia.
El territorio reivindicado por la Liga Norte no tiene fronteras claras y comprende las 10 regiones: las Marcas, Toscana, Liguria, Emilia Romania, Veneto, Lombardía, Piamonte, Valle D'Aosta, Friuli- Venezia Giulia y Trentino.
Esa regiones reúnen 31 millones de habitantes, poco más de la mitad de los 58 millones que Italia presenta en total, y conforman el área más rica del país y una de las más poderosas de Europa.
Los 519 delegados que asistirán al congreso invitarán a los habitantes del norte a participar a mediados de abril en un referéndum para concretar la independencia de la Padania.
La reunión se clausurará con la confirmación del actual secretario de la Liga Norte, Umberto Bossi, líder indiscutido de un movimiento separatista de actitud xenófoba ante los inmigrantes llegados de mundo en desarrollo y también frente a los italianos del centro y del sur del país.
La constitución transitoria aprobada ya por la Liga Norte concede la nacionalidad de la Padania sólo a los europeos con un mínimo de cinco años de residencia en su territorio.
Quedan excluidos entonces los ciudadanos "extracomunitarios", que no proceden de la Unión Europea.
La justicia estará a cargo de jueces de la Padania, que también tendrá su propia moneda, la lira padana, mantendrá relaciones exteriores y organizará una guardia nacional, según ha anunciado Bossi.
El jefe del gobierno italiano, Romano Prodi, ha intentado infructuosamente buscar un diálogo con Bossi. Según el centroizquierdista Prodi, Italia necesita cambios, pero no participa en aventuras de final imprevisible.
El gobierno y la oposición de centro derecha proponen un proyecto federalista para Italia, para ceder mayores atribuciones a las regiones, especialmente en materia impositiva.
Salvatore Cafiero, autor de un estudio sobre las relaciones entre el norte y el sur del país, advirtió que "la interrelacion" económica de las dos zonas "es tan fuerte que hace imposible una secesión".
La riqueza que produce la Padania depende en 23 por ciento del sur. El norte recibe 120.000 millones de dólares por año por las ventas de sus empresas en el resto del país.
Esos ingresos, que se suman a los 173.000 millones de dólares que las firmas del norte facturan por exportaciones, desaparecerían en caso de secesión o de doble moneda, según el estudio.
El subsecretario del Tesoro, Isaia Sales, señaló que los proyectos "abstractos" de secesión de la Liga sólo provocarán daño a la economía del norte.
Mientras, Gianfilippo Cuneo, asesor de algunos de los mayores grupos económicos italianos, opinó que el cisma promovido por Bossi arruinaría "a los grandes productores de bienes de marca del norte".
Bossi aseguró que no se apartará de la vía pacífica y presentó como modelo a seguir el caso de Checoslovaquia, que el 1 de enero de 1993 se dividió para dar lugar a Eslovaquia y la República Checa.
Pero los historiadores recuerdan que Bohemia-Moravia, base territorial de la actual República Checa, y Eslovaquia, eran entidades regionales preexistentes, a diferencia de la Padania, y al finalizar la primera guerra mundial fueron obligadas por la comunidad internacional a unirse.
La Liga Norte renunciará definitivamente en su congreso al proyecto federal, la bandera que levantó en 1987, al presentarse por primera vez a elecciones.
En esa ocasión, el movimiento de Bossi obutvo tres por ciento del total de votos. En abril de 1996, su caudal aumentó a 10,1 por ciento, y logró una representación parlamentaria de 59 diputados y 27 senadores, sobre un total de 630 y 315, respectivamente. (FIN/IPS/jp/ff/ip/97)
