El gobierno de México puso en marcha una campaña para promocionar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) entre empresarios, sindicalistas y políticos de Estados Unidos, que se han mostrado críticos frente al acuerdo.
La estrategia, anunciada este martes, busca minimizar los pedidos para renegociar el TLC, instrumento suscrito entre Canadá, Estados Unidos y México que creó una zona mercantil de 375 millones de habitantes.
A mediados de año el Congreso de Estados Unidos hará un balance de los tres años de vigencia del TLC y se prevé que varios diputados republicanos y demócratas pidan introducir cambios al acuerdo.
Las autoridades elaboraron una lista de los personajes estadounidenses más críticos para visitarlos y demostrarles "con cifras y datos concretos" que el TLC es un éxito.
En los primeros tres años de vigencia del TLC (1994 a 96), el comercio internacional de México aumentó 50 por ciento en relación al lapso 1991-93, hasta llegar a un total de 477.788 millones de dólares, el más alto de América Latina en ese período.
En ese mismo período, sin embargo, aumentó la concentración del intercambio comercial de México con Estados Unidos de 78,8 a 82,1 por ciento, mientras disminuyó el comercio con el resto del mundo de 21,1 a 17,9 por ciento.
Jaime Zabludovsky, subsecretario de Negociaciones Internacionales de la secretaria de Comercio, señaló que México se opone a la revisión o renegociación del acuerdo, como pretenden ciertos congresistas de Estados Unidos y algunos políticos, sindicalistas y empresarios.
Zabludovsky visita Washington desde este martes para dialogar con autoridades y algunos empresarios sobre el TLC. En los próximos meses viajarán al país vecino otros funcionarios mexicanos con el mismo propósito.
Los críticos del TLC, entre quienes hay académicos de los tres países socios, sostienen que el instrumento de integración no mejoró en los niveles ofrecidos los salarios ni los empleos, aumentó la dependencia de México frente a Estados Unidos y criminalizó la libre movilidad de los trabajadores.
El TLC crea procesos para promover la migración pero paradójicamente Washington no acepta ese fenómeno y lo quiere suprimir con medios policíacos, dijo al criticar los alcances del acuerdo Douglas Massey, ex director del Centro de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Chicago.
El instrumento dispone que entre los tres países de América del Norte los aranceles serán desmontados en un plazo de 14 años. En ese lapso las mercancías fluirán libremente pero no las personas.
Según Zabludovky, los tres países socios creen que se pueden perfeccionar los mecanisnos del TLC pero no renegociarlos.
Actualmente México mantiene con Estados Unidos controversias por la imposición de aranceles a varios productos como escobas, tomate y cemento, así como por la prohibición del ingreso de camiones de carga.
Las exportaciones mexicanas a Estados Unidos representan 83,8 por ciento de sus ventas totales, a Canadá 2,3 por ciento y al resto del mundo 13,9.
En materia de importaciones, 76 por ciento de las compras mexicanas provienen de Estados Unidos, dos por ciento de Canadá y 22 por ciento de otros países.
El gobierno del presidente Ernesto Zedillo promete que este año diversificará su comercio por lo que intensificará negociaciones con América Latina y con la Unión Europea (UE).
Así, tiene planeado mantener conversaciones con Honduras, Guatemala, El Salvador, Panamá y Nicaragua. También con Ecuador y Péru, además de los países del Mercosur. En la región México mantiene acuerdos de libre comercio con Bolivia, Chile, Colombia y Venezuela.
Zabludovsky indicó que México espera que las negociaciones con los europeos se inicien formalmente en el primer trimestre del año, luego de superar los desacuerdos registrados en 1996.
El comercio entre la UE y México sufrió entre 1994 y 1995 una contracción de casi 15 por ciento.
Según la Comisión Económica para América Latina, México fue en 1996 el principal exportador de la región. (FIN/IPS/dc/dg/if/97)
